Corazón que no ve...

Volveré a mi...

— Te veo un poco pensativa.

Volteo mi mirada unos segundos para ver a Liam sentado a mi lado. No me dí cuenta en qué momento llegó. Estaba totalmente sumergida en mis pensamientos.

— Oh... solo observaba a todos jugar en el agua - Le digo sin mirarlo.

Siento muchas ansias de decirle que ya me enteré que no es una coincidencia que estuviéramos inscritos en la misma caminata. Y me genera mucha curiosidad saber el porqué se acerca tanto a mi.

Pero no se cómo ponerlo en palabras, asi que mejor lo dejo pasar.

— Eres una persona muy misteriosa, Isanna — Dice con un poco de picardia.

Me toman por sorpresa sus palabras y no se qué contestarle. Pero parece que mis expresiones faciales muestran claramente confusión y procede a explicar el por qué lo dijo.

— Eres muy callada y siempre estás observando todo a tu alrededor. A veces me gustaría saber que está pasando por tu cabecita — Me dice mientras da un toque en mi frente con su dedo índice.

Sigo sin saber que decir, pero rebusco algunas palabras.

— Parece que te atrae el misterio — Después de escuchar lo que dije me arrepiento.

   Seguro se escuchó muy tosco — Me juzgo internamente.

Se ríe y se acerca un poco para decir en vos baja.

— Extrañamente me empecé a interesar por el misterio cuando te conocí.

Volteo hacia él sin saber que su rostro quedaría tan cerca del mío... a centímetros.

Mis manos se recogen en puño y mi cuerpo se tensa al ver sus ojos miel clavados en los míos. Puedo sentir su respiración y veo cómo se dibuja una leve sonrisa al ver mi reacción.

No puedo moverme, me he quedado paralizada por completo, que incluso mi respiración se ha detenido.

Sin decir ni una palabra más, se aleja un poco para levantarse e irse con los demás.

Mi respiración se reinicia bruscamente y siento dolor en mis manos, mis uñas se clavan en las palmas por la fuerza que ejerzo.

Tomo conciencia de nuevo de la realidad, relajo mis manos y mi cuerpo. Miro a mi alrededor, pero nadie me está viendo, cada uno está en lo suyo, lo que me permite tranquilizar mis nervios.

Bajo mi mirada, no quiero encontrarme con la suya ni con la de nadie más. Empiezo a respirar lentamente, todavía sin tener claridad de lo que pasó.

Me levanto y me alejo del lago, necesito caminar un poco, no logro calmarme del todo. Decido hacerlo por el camino por donde llegamos.

    ¿Qué fue eso exactamente? ¿Quién se cree para hacer eso?

Eso es una falta de respeto ¿Acaso no conoce el espacio personal?

    "Me empecé a interesar por el misterio cuando te conocí" — Hago muecas mientras repito sus palabras.

    Es evidente que no debo tomar como alago el que me dijera misteriosa ¿Acaso quiso decir rara, indescriptible, incomprensible?

    Una persona extrovertida cómo él claramente nunca podrá comprender a una persona cómo yo.

    Por su actitud, parece ser de esos chicos oportunistas, que creen que les gusta a todas las chicas haciéndose el interesante.

   Conozco a los de su clase...

En medio de mi autoconversación, escucho la voz de Valeria y Susana, y mientras me acerco a ellas alcanzo a escuchar lo que dicen.