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Pasó el día y el sueño, o lo que sea que fuera, no salía de mi cabeza. ChaeYoung volvió a ignorar mi existencia después de que el juego terminó, y AhYeon estaba demasiado cansada como para darme atención, se durmió en el sofá poco después y ChaeYoung tuvo que llevarla a su habitación.
Estoy sentada sola, mi mente sigue siendo un lío. Es extraño no reconocerme, supuestamente me convertí en una persona totalmente diferente, supuestamente estoy locamente enamorada de la persona que no quería ni de amiga, supuestamente somos felices. O lo éramos.
¿Por qué tiene que pasar esto? No quería estar pasando por nada de esto, tampoco merecía sufrir. Y no vale la pena ¿la compasión? Creo que sí. Los ojos tristes de ChaeYoung pueden conmigo de una forma que no podían antes. No entiendo… me siento… me siento extraña cuando ella me mira como si estuviera pidiendo ayuda, no sé. Es difícil tratar de entenderla y más conversar. Yo sé que tengo que hablar con ella, nadie me quiere decir nada, dicen que tengo que preguntarle directamente a mi esposa.
Esposa.
Eso es tan temible.
Oigo pasos en la escalera y miró por encima de mi hombro, ella tallándose un ojo y bostezando. Cómo he dicho antes, ChaeYoung parece estar cansada todo el tiempo, quería entender por qué. Ella termina de bajar las escaleras y apoya las manos en la espalda baja, y luego se curva hacia atrás tronando sus huesos, su pelo se desprende de la coleta mal hecha y cae sobre sus hombros.
¿Por qué estoy mirándola tanto?
Cuando me mira, desvío la mirada y me giró hacia adelante, la oigo en voz alta, suspirar exhausta. El sonido de sus pies descalzos resuenan en la sala de estar, la casa está silenciosa, incluso se pueden escuchar los aspersores afuera. El silencio apesta.
—¿No tienes sueño?
Ella habla y casi salto por su voz, mi corazón parece latir más rápido en mi pecho. Trato de decir algo, pero mi voz parece estar atrapado en mi garganta. Todavía estoy asustada de que me haya descubierto mirándola.
—Yo-yo… sí. – suspiró, apretando mis dedos en el forro color crema del sofá. — Me levantaré.
—No necesitas subir solo porque yo estoy aquí, si deseas puedes ver televisión. – ella está seria, pero su voz es tranquila, controlada, diría que hasta simpática. — Mañana regresa tu hermana de viaje. – la miró con curiosidad, nuestros ojos se cruzan y ella capta mi mirada curiosa. — NaYeon.
Alzo las cejas y asiento con la cabeza, finalmente veré a mi pequeña hermana.
Esa es una mala broma, Jennie.
Mentira, es bastante divertida en realidad.
—¿Dónde estaba?
—Grecia.
Mis ojos se abren por la sorpresa. ¿Qué demonios estaba haciendo esa enana en Grecia?
