Ignacio G.
Las cosas con él han ido mejorando de alguna manera, duermo con él en la misma cama sin problema, tenemos pláticas más fluidas.
Los ensayos no son como esperaba, son peor de lo pensado y mi cuerpo ya no resiste.
—Es la tercera que vez que te equivocas— reclamo el instructor a uno de los chicos de los tambores— treinta sentadillas todos ahora.
Todos comenzaron a reclamarle, si uno se equivoca todos reciben el castigo con él, tengo clases desde las siete y terminan a las tres y media, tengo ensayo desde las cuatro a las siete de la noche, a este pase podré morir, cuando llegamos a casa tenemos tareas y dormimos poco.
—Ya no puedes con esto verdad— hablo un chico un poco más bajo que yo, cabello corto como militar y anteojos a la par mía— con más ensayos te acostumbras.
—Antes de acostumbrarme puedo morir, ¿llevas años en la banda?
—Si, desde pequeño, no en esta hay una para los más pequeños y esta.
—Has estado mucho tiempo aquí.
—Si, desde parvularia cinco, mi vida está aquí.
—Sigues vivo ya es un logro— me burlé terminando las sentadillas.
—El próximo que se equivoque, hará sufrir a sus compañeros, comiencen desde cero.
Alison está casi en las mismas, la muchacha que las ensaya las castiga cada que una se equivoque, por eso es que siempre son los mejores sin ningún error ni nada, los ensayos te matan.
—¿Ya casi terminan? — le pregunté a Alison sentándome en el suelo.
—Si, solo repasamos esta canción.
Se fue con sus demás compañeras y siguieron ensayando, para ser un Instituto tan grande son pocas las que salen como cachiporras, solo veo a quince chicas. Ellas son las mejores notas que hay en todo el lugar como los de la banda. Ya son pasadas las siete de la noche y no han terminado.
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Condenado
Teen FictionVivir en un lugar que puede ser tu sentencia de muerte y a la vez la única manera de sobrevivir, le entregue mi vida a los condenados, vivo y muero según sus leyes, una única palabra puede significar mi muerte... Llegue a ti buscado borrar los recue...