OLIVER
Kaito me invitó a su estudio. La luz del atardecer se colaba por las ventanas, iluminando sus pinturas con una cálida luminosidad. Me sentía en paz en ese espacio creativo.
—Quería mostrarte mi último trabajo. ¿Qué te parece?—, me preguntó, señalando un lienzo que retrataba un bosque misterioso.
Asentí, admirando la obra. —Es increíble, Kaito. Cada pincelada transmite una emoción tan profunda—.
Justo cuando me disponía a hacer otro comentario, la puerta se abrió y entró una mujer. Era realmente hermosa. Tenía una sonrisa radiante y un aura de misterio que me ponía nervioso.
—Akira, te presento a Oliver, mi mejor amigo—, dijo Kaito, haciendo las presentaciones.
—Encantada de conocerte—, dijo Akira, extendiendo su mano.
Estreché su mano, sintiendo un escalofrío inexplicable. No era desagrado, más bien una sensación de malestar que no lograba identificar. Era como si una parte de mí supiera que algo no estaba bien.
Pasamos la tarde conversando y riendo. Akira era una mujer inteligente y divertida, pero a pesar de ello, esa sensación de malestar no me abandonaba. Era como si hubiera una sombra oscura acechando detrás de su sonrisa.
Cuando se hizo tarde, Kaito me acompañó a la puerta.
—Gracias por venir—,dijo, mirándome a los ojos.
—De nada, Kaito. Me lo he pasado muy bien—, respondí, sintiendo un nudo en la garganta.
Al alejarme, no pude evitar sentir una punzada de celos. La idea de que Akira y Kaito pudieran estar juntos me llenaba de una tristeza inexplicable.
En los días siguientes, la presencia de Akira se hizo cada vez más frecuente en nuestras vidas. Kaito parecía encantado con ella, y yo no podía evitar sentirme desplazado. A pesar de mis sentimientos negativos, me esforzaba por ser amable con ella, pero no podía evitar sentir una profunda desconfianza.
Una noche, mientras los tres estábamos cenando, — Oliver, eres muy talentoso. Deberías dedicarte a escribir—dijo Akira sonriendo.
Me sonrojé. —Gracias, Akira, pero no creo que sea tan bueno—.
—Claro que lo eres—, insistió ella. —Tienes una imaginación muy vívida—.
Sentí una oleada de calor en las mejillas. ¿Por qué estaba siendo tan amable conmigo? ¿Qué quería de mí?
Esa noche, mientras estaba acostado en la cama, no pude dormir. La imagen de Akira me perseguía, y esa sensación de malestar se había intensificado. ¿Estaría imaginando cosas? ¿O había algo realmente malo en ella?
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Contemplando las Estrellas
Mystery / Thriller"Oliver, un joven aparentemente normal, lleva una vida tranquila hasta que una obsesión desmedida por su mejor amigo, kaito, comienza a consumirlo. Sin saberlo, Oliver alberga una doble personalidad, una sombra oscura que anhela tener a kaito y que...