Layla era una joven bailarina del famoso club "Crazy horse" de parís y el, un apasionado piloto amante de los clubes y la buena vida.
Cuando ella creyó estar en los "años dorados" de su vida, un giro inesperado le obliga a caer en la realidad, entra...
Faltaban unos cuantos minutos para que la función empezara, el club estaba más lleno de lo normal y eso me llenaba de emoción y no solo a mí sino también a mis chicas.
—¿Ya lo viste? Hay un montón de hombres guapos esperando por nosotras. —Exclamó agnés con su voz chillona llena de energía, casi asustándome.
—Si, definitivamente hoy es una de esas noches intensas donde vamos a terminar todas con las piernas rotas.
Respondí terminando de ponerme el labial rojo resaltando mis carnosos labios, las chicas se reían y charlaban mientras que yo disfrutaba del ambiente. Hoy todas llevábamos pelucas rubias, maquillaje con sombras de tonos oscuros y los labios pintados de rojo carmín. Llevamos puesto para el primer espectáculo la lencería tradicional, bragas negras con encaje y sin sostén, nuestros pezones eran cubiertos con pedrería fina.
Todas nos veníamos hermosas y despampanantes como siempre.
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(Foto representativa de las bailarinas y sus trajes.)
El cabaret realmente se encontraba rebosando de gente y eso nos motivaba a bailar con más pasión, mientras movíamos nuestros cuerpos al ritmo de la música mis ojos se perdían entre las miradas lujuriosas de todos los hombres y mujeres que presenciaban el espectáculo.
Amaba sentir que el mundo estaba a mis pies cuando movía mi cuerpo en la tarima, dejándome llevar por los movimientos eróticos que salían de lo más profundo de mi ser, sintiendo mi cuerpo semi desnudo ser la obra de arte más hermosa, contemplada por todos esos ojos llenos de lujuria, deseo y admiración.
Después de varias presentaciones terminaríamos el espectáculo con un baile solista de mi parte.
Para mi solo, primero me encontraba acostada en un pequeño sofá con la pierna derecha levantada y con mi cabeza casi tocando el suelo de esa forma la música empezó a reproducirse Got it de marian hil; me levante del sofá para bailar al ritmo de la canción manteniendo la sensualidad y la pasión, observando de vez en cuando a mi publico.
Parte del espectáculo consistía en que debía desvestirme hasta quedar solo con las bragas de la lencería. Abría mis piernas, deslizaba mis manos acariciando mi cuerpo, moviendo mi cabeza y disfrutando del ritual de la sensualidad y excitación que me provocaba hacer aquello, en medio de todas las miradas que me comían viva terminé por encontrarme con unos ojos que me contemplaban de una manera diferente a los demás y me desconcentre por algunos segundos.
Estaba segura que aquellos ojos pertenecían a un hombre, no podía divisar el rostro de este puesto a que las luces solo iluminan mi ser y no el del público pero por alguna extraña razón deseé que esos ojos me siguieran mirando sin apartarse un momento y mientras seguía bailando no quite mi mirada de ellos hasta finalizar mi presentación, agitada recibí los aplausos y halagos de todo el publico, con ello el telón se cerró.