겨울; ⊂ 𝐁ᥣυ𝖾 𝖿ᥣⱺω𝖾𝗋𝗌 ⊃ (𝐉𝖾𐓣𝐒ⱺⱺ)

tres

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FLORES AZULES.
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Minjeong ha muerto, hace un mes. Y no he visto a Jisoo en ese lapso, se que debe de estar sufriendo pero no puedo verla, he estado entreteniendome con un libro de flores que me trajo, lisa, una enfermera ayer, que ironía ¿no? Observo con deseo a lo que soy alérgica, tal vez he enloquecido.

No lo sé, solo quiero ver a Jisoo y saber que se encuentra bien, viva, respirando, adolorida pero aquí. Y realmente estoy preocupada por ella, ella es lo único que me queda ahora que Minjeong se ha ido, y definitivamente no puedo contar con mi madre.

─¿Has sabido algo de Jisoo? ─Le pregunto a la enfermera, Rosé.

─No señorita, Jennie ─Me responde con una de sus suaves y melodiosas Sonrisas. Asiento con frustración llevando mis manos a mi nuca .─Pero si la veo no dudaré en decirle que venga.

─Gracias Rosé ─Murmuro vagamente, bajando mi mirada al libro que tengo en las piernas. Lisa me lo a traído, diciendo que ama las flores y que quería compartirlas conmigo, y quien era yo para quejarme.
Ya voy por la página 123, y he memorizado la mayoría de las flores, cada detalle que espero compartir con Jisoo, solo con ella, solamente ella.

Si soy sincera no se qué es lo que siento por Jisoo, pero estoy segura que amistad no es, a una amiga no deseas besarla hasta que sus lágrimas cesen, a una amiga no deseas que te corresponda los abrazos con otra intención, A ninguna amiga. Y de eso estoy más que segura.

Cuando Rosé se va, Apartó el libro de mis piernas, levantandome hacia la ventana, retiró las cortinas que no me permiten ver el exterior fingiendo tomar una calada del aire natural que me he perdido de tomar hace años, mis manos se van a la ventana, tocando el frío cristal, entre los árboles Jisoo está ahí, con un cigarrillo en las manos llorando desconsoladamente, las personas que pasan la miran pero ella está tan sumida en su mundo que estoy segura que no lo nota.

La veo desplomarse contra el suelo aún llorando, Rosé va a su lado empezando a sobar su espalda, mis puños se cierran de la imponencia, debería ser yo la que la consuele, la que le diga que todo estará bien, Rosé no debería estar, claramente no debería cuando se que siente amor por Jisoo.

Desearía poder salir y encarnale que Jisoo no la ama, pero no puedo ser cruel con ella, porque no tiene la culpa, además. No quiero odiar a alguien cuando estoy tan cerca de la muerte, cuando estoy cerca de irme.

─¿Que haces, Jennie? ─Escucho a mis espaldas a Lisa. Me doy la vuelta dejando aquella escena.

─Observaba nada más ─Contesto de manera distante.

Las veo enchinar sus ojos en una sonrisa mientras no deja de señalar el libro ─¡Lo has estado leyendo! ─Salta de la emoción, haciendome soltar una leve sonrisa.

─¿porque no lo haría? ─Interrogo, viendo de reojo que Rosé ayuda a Jisoo a levantarse.

─Tal vez porque me rechazaste hace unos meses y me dejaste claro que no querías nada conmigo ─Murmura, jugando con sus dedos mientras mira al suelo, es tan adorable que me dan ganas de apachurar sus mejillas ─No te preocupes, he estádo superandote ─Sus manos se adentran en los bolsillos delanteros de su camisa de enfermería, evitando mirarme.

Asiento sin saber que decirle, vuelvo a ver la ventana, notando como Jisoo Está lo suficientemente pegada a Rosé como para besarla, siento mi corazón bombear con fuerza, poniendo mi mano ahí por constumbre. ¿La besara? ¿Siente lo mismo por ella?

─¿Te sientes bien?

La voz de lisa se siente tan ligera que apenas puedo escucharla, todo me da vuelta pero tan solo quiero saber si lo hará, si la besara, si.. ella la ama.

Pasan los segundos y finalmente pasa lo que hace que mi ojos se cierren estrellandome contra el suelo, la ha besado, y mi corazón está ardiendo en dolor al haber visto todo, siento los brazos de Lisa rodearme, antes de que todo se vuelva oscuro, los gritos de ayuda no faltan haciéndome chillar, ella la ha besado, y mi corazón solo puede morir más.