Capítulo 18: Necesito que permanezcas con vida

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Narrador Omnisciente:

El cielo comenzaba a teñirse de tonos anaranjados, anunciando el final del día mientras Shinobu y ___ se encontraban sentados bajo un árbol de glicinias. El aroma dulce de las flores envolvía el aire, pero la tensión entre ambos era palpable. La batalla reciente había dejado cicatrices visibles en sus cuerpos, pero las heridas más profundas eran las que no se veían a simple vista.

Shinobu, con su sonrisa habitual, trataba de mantener la compostura mientras limpiaba una herida en el brazo de ___. Sin embargo, sus manos temblaban ligeramente, una señal de la tormenta emocional que se gestaba en su interior.

—Shinobu-san, —dijo ___ con voz suave—, noto que algo te preocupa desde nuestra última batalla. ¿Es por lo que dijiste sobre el veneno?

Shinobu desvió la mirada, tratando de evadir el tema, pero sabía que no podía ocultarle la verdad a ___. —Es solo que... si mi veneno no fue suficiente para matar a un demonio de ese nivel... ¿cómo podré vengar la muerte de mi hermana Kanae?

Las palabras quedaron suspendidas en el aire, llenas de dolor y vulnerabilidad. Shinobu había pasado años perfeccionando su veneno, esperando que algún día sería lo suficientemente fuerte como para derrotar a las Lunas Superiores y, finalmente, a Muzan. Pero ahora, ese sueño parecía más lejano que nunca.

—Tu hermana estaría orgullosa de ti, Shinobu-san —respondió ___, colocando su mano sobre la de ella en un gesto reconfortante—. No se trata solo de venganza, sino de proteger a los demás. Tu hermana querría que siguieras adelante, no con odio en tu corazón, sino con la esperanza de un futuro mejor.

Shinobu apretó los labios, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar. —Kanae siempre fue la luz de mi vida, la que me inspiró a seguir adelante. Pero a veces me pregunto si estoy haciendo lo correcto... si estoy honrando su memoria de la manera en que ella lo hubiera querido.

En ese momento, ___ cerró los ojos, concentrándose en su don único. Poco a poco, una imagen comenzó a formarse en su mente, una figura conocida y querida para Shinobu. Kanae, con su sonrisa cálida y amable, apareció frente a él, como si estuviera allí para ofrecer consuelo.

—Shinobu... —susurró ___, abriendo los ojos—, puedo ver a Kanae-san. Está aquí contigo. Ella sonríe, y sé que está orgullosa de todo lo que has logrado.

Shinobu se quedó inmóvil, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. No podía ver a Kanae, pero las palabras de ___ le dieron una sensación de paz que no había sentido en mucho tiempo.

En ese momento, una figura familiar apareció en la distancia, caminando hacia ellos con paso rápido y decidido. Era Obanai Iguro, el Pilar de la Serpiente, con una expresión de preocupación evidente en su rostro. Sin mediar palabra, Iguro aceleró el paso al ver a ___, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, lo abrazó fuertemente.

___ se sorprendió por el gesto inusual de Iguro, quien siempre había mantenido una fachada fría y distante. Sin embargo, sintió la sinceridad en el abrazo, la preocupación y el alivio que Iguro no podía ocultar.

—___, —murmuró Iguro, su voz apenas un susurro—, pensé que te había perdido. No sabes cuánto me preocupé.

—Iguro-san... —___ respondió, devolviendo el abrazo con la misma intensidad—. Estoy aquí, estoy bien.

—Me dijeron que habías tenido una confrontación con un demonio de alto rango. ¿Están bien? —Su mirada se centró en ___, notando las heridas y el cansancio en su rostro.

—___, —murmuró Iguro, su voz apenas un susurro—, pensé que te había perdido. No sabes cuánto me preocupé.

—Iguro-san... —___ respondió, devolviendo el abrazo con la misma intensidad—. Estoy aquí, estoy bien.

Iguro se apartó lentamente, sus ojos buscando cualquier señal de dolor o daño en ___. —No puedes seguir arriesgándote de esa manera. Necesito que permanezcas con vida. No solo por la misión, sino... —Su voz se quebró, y bajó la mirada— ...por que no podemos perder más pilares.

Shinobu observó la interacción entre ambos con un ligero interés, notando la intensidad en la preocupación de Iguro por ___. Decidió no intervenir, pero una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

—Iguro-san, no tienes por qué preocuparte tanto —dijo ___. —Soy un Pilar, es mi deber enfrentar a los demonios más peligrosos.

—Lo sé, —respondió Iguro, apretando los puños—. Pero eso no significa que debas ser imprudente. Si algo te pasara... —Se detuvo, incapaz de continuar.

___ sintió una calidez en su corazón al ver cuánto le importaba a Iguro. —Te prometo que seré más cuidadoso —dijo con sinceridad—. Pero también necesito que confíes en mí. Ambos sabemos lo que está en juego.

Iguro asintió, aunque su preocupación no disminuyó del todo. —Confío en ti, ___, pero no puedo evitar preocuparme. Por favor, no te arriesgues más de lo necesario.

Shinobu, observando la interacción, sintió un extraño consuelo en la preocupación de Iguro por ___. Era un recordatorio de que, incluso en el mundo oscuro en el que vivían, aún existía amor y preocupación genuina.

—Deberíamos regresar —dijo, interrumpiendo suavemente el momento—. Necesitamos curar nuestras heridas y prepararnos para lo que venga después.

Iguro asintió, pero antes de que pudieran moverse, se volvió hacia  ___ . —, si alguien vuelve a hacerte daño, juro que acabaré con todos ellos. No permitiré que nadie te lastime de nuevo.

Las palabras de Iguro resonaron con una determinación feroz, y ___ supo que no era una amenaza vacía. La preocupación de Iguro era profunda y sincera, y su promesa era un voto de protección inquebrantable.

No tengas miedo ||Obanai Iguro y Male Reader||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora