Un viaje en el tiempo: Aventuras en los 90's

Capítulo 3.-La curiosidad mató al gato

El resto del día había resultado muy agradable; Sofía disfrutó sus clases al máximo, a la hora del almuerzo se sentó a conversar con Cody, quien a pesar de ser su novio, ambos llevaban una relación sana e increíble por el simple hecho de que empezaron siendo los mejores amigos, de hecho todo ocurrió una mañana como cualquier otra cuando se conocieron en circustancias poco usuales.

-FLASHBACK-

Sofía estaba corriendo por el vecindario (más bien trotando porque no podía correr muy bien, debido a que hace un año sufrió una fractura en el tobillo cuando se tropezó al salir de su casa, estuvo cuatro meses enyesada y después tomó un doloroso proceso de fisioterapia por seis meses) mientras oía "Good for u" de Olivia Rodrigo, esa artista se había vuelto la nueva Madonna y había alcanzado la lista de los billboard en pocas semanas, por lo que se volvió muy popular, no se dio cuenta de que algo corría hacia ella porque estaba muy concentrada.

-¡No! Espera...¡Max vuelve aquí!- la voz de un muchacho habló de repente pero lo que más sorprendió a Sofía fue ver que un tierno cachorro labrador corría hacia ella y la tumbaba en el pasto. -¡Max, déjala!

-Hola amiguito- dice Sofía riendo mientras el perrito le lamía la cara y le movía la cola. –me haces cosquillas- añade acariciando su pelaje. -¿de dónde apareciste?

-Max...- Sofía alza la vista y ve a un apuesto muchacho corriendo hacia donde su perro, que estaba encima de una linda joven de tez morena y rasgos latinos. El chico era muy guapo, incluso hermoso. Cabello castaño y ojos verdes. –señorita, ¿se encuentra bien? Lo...lo siento mucho, le juro que mi perro nunca hace eso.

-Sí estoy bien- dice Sofía guardando su mp3 y sentándose en el pasto mientras acaricia al perro. –sólo me tacleó, ¿con que tú eres su dueño?

-Sí- responde el chico agarrando a Max de la correa para que no se volviera a escapar. –lo saqué a pasear y de repente el muy travieso se zafó. Permítame ayudarla- él extendió su mano hacia Sofía y ella la tomó para levantarse del suelo.

-Gracias, eres muy amable- responde Sofía y observa fijamente al muchacho, le daba un increíble parecido al príncipe Eric de la sirenita; sólo que este tenía el cabello negro azabache y los ojos azules. Pero no pudo evitar sonrojarse, era un chico muy lindo. –perdona...¿cómo te llamas?

-Lo siento, fue tanta la conmoción que no le dije mi nombre- responde apenado y muestra una sonrisa tímida, haciendo que dos hoyuelos aparecieran en cada mejilla. –soy Cody, ¿y usted?

-Sofía- responde ella y ambos estrechan la mano, inconscientemente sienten una extraña chispa al contacto, después de unos segundos la retiran. –pero basta de formalidades, soy de tu edad, puedes decirme Sofía, Sof o Sophie.

-Sofía es lindo, me gusta- dice Cody. –oye, para compensar lo que hizo Max, ¿podría tal vez invitarte un helado?

-Claro, ¿pero no importa si voy en ropa deportiva?- dice Sofía jugando con su cola de caballo.

-Claro que no, y el lugar aceptan mascotas así que podemos llevar a Max- añade Cody. –en verdad lamento que te haya tacleado.

-No pasa nada, ya me cayó bien, es una cosita adorable- responde Sofía mirando al can y este echa de panza arriba mientras saca su lengua y mueve su cola. –eres muy bonito, sí lo eres- añade haciendo una voz tierna como si le hablara a un bebé y le rasca su pancita.

-Le agradas- observa Cody sonriendo y mira a su perro. –bien amigo, ya te ganaste a una nueva amiga, pero trata de no volverla a asustar.- Max ladra y respira agitadamente mientras le mueve la cola a su amo.