Sofía

Advertencia

Gabriel se sentó en el sillon de la sala, con su mirada fija en las chicas.

-Chicas, tengo algo importante que contarles, comenzó, su voz más grave de lo habitual. Sofía y Valeria se miraron, intrigadas intuyendo que se trataba de algo serio.

-Hoy me ofrecieron un nuevo trabajo. Sería el jefe de seguridad de un hombre muy importante. --comenta Gabriel-Sería como un guardaespaldas, pero para un empresario.

Sofía sintió un cosquilleo de emoción en el estómago. La idea de que su padre tuviera un trabajo la entusiasmaba. con una chispa de esperanza en los ojos, esperaba que esta nueva oportunidad les permitiera tener una vida más cómoda.

 -No sé, papá', respondió, tratando de sonar neutral. Es una decisión muy importante. 

En el fondo, Sofía deseaba que su padre aceptara el trabajo, pero también le preocupaba la idea de que estuviera en peligro.

 -Lo que sea mejor para vos, papá. dijo finalmente, tratando de ocultar su emoción. Pero en su mente, Sofia estaba pensando: "Por favor, papa, acepta el trabajo. Así puedo tener más libertad y vivir un poco más".

-Es un trabajo que implica muchos riesgos, continuó Gabriel, su voz cargada de preocupación. Pero también sería muy bien remunerado.

Después de una noche de insomnio, Gabriel se levantó con una sensación de pesadez en el pecho. La decisión no era fácil. Por un lado, la oferta de Carlos significaba una mejora económica sustancial y la oportunidad de darles a Sofía una vida más cómoda. Pero por otro lado, la idea de exponerse a peligros constantes lo atormentaba. Sin embargo, al mirar la foto de su hija en la mesita de noche, una sonrisa se dibujó en su rostro. 'Lo haré', murmuró. 'Por ella.' Tomó su teléfono y marcó el número de Carlos.

Gabriel respiró hondo antes de marcar el número de Carlos. -Carlos, (comenzó, su voz vibraba ligeramente de emoción) pensé mucho en tu propuesta y decidi aceptarla. Estoy listo para empezar cuando  lo necesites.

Carlos sonrió al otro lado de la línea. -Excelente, Gabriel. Sabía que tomarías la decisión correcta. Te envio todos los detalles por correo electrónico en cuanto me desocupe. ¡Bienvenido al equipo!"

Gabriel colgó el teléfono y se dirigió a la sala donde estaban Sofia. "hija, tengo noticias", le dijo. "Decidi aceptar el trabajo".

Sofia se sorprendió cuando Gabriel le dio la noticia. "¿Papa, aceptaste el trabajo?" preguntó, tratando de ocultar su emoción.

Gabriel asintió. "Sí, hija. Creo que es lo mejor para nosotros".

Sofia sonrió por dentro, pensando que ahora tendría más libertad. Pero Gabriel no sabía nada de eso. Solo pensaba que estaba tomando la mejor decisión para su familia.

Los rayos del sol de la mañana se filtraban entre las hojas de los árboles, proyectando sombras danzantes sobre la camioneta negra. Carlos, vestido con un traje oscuro que resaltaba su complexión fuerte, se bajó y se acercó a la puerta principal de Gabriel. "Buenos días," dijo con una sonrisa forzada. "Es hora de que conozcas a tu nuevo empleador. Te llevaré a la mansión."

Gabriel se sorprendió un poco, no esperaba que Carlos lo buscara personalmente. Pero se apresuró a despedirse de Sofia y Valeria, que estaban desayunando en la cocina.

-"Tene cuidado, papa", le dijo Sofia, mientras le daba un beso en la mejilla.

"No te preocupes, hija", le respondió Gabriel. "Estoy listo para este trabajo".

Valeria asintió, preocupada. Tene cuidado, Gabriel.

Se subió a la camioneta y observó con curiosidad el interior del vehículo. Todo estaba impecable, desde los asientos de cuero hasta el sistema de sonido de última generación. Esbozó una sonrisa nerviosa y se acomodó en el asiento de cuero de la camioneta. El motor rugió al encenderse, y el vehículo comenzó a avanzar por la carretera. A medida que se alejaban de su hogar, una sensación de incertidumbre se apoderó de él. "Es hora de poner a prueba mis habilidades," pensó para sí mismo.