En enero del 2008, una violenta Tijuana fue sacudida por el hecho quizá más violento de toda la historia, debido a la famosa guerra contra el narcotráfico, impulsada por el presidente de México Felipe Calderón, quién puso al mando de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, a su mano derecha: Genaro García Luna, quién a su vez, trabajaba de la mano con delincuentes.
Bajo estas premisas se desató en Tijuana, el llamado: tiroteo de la cúpula.A las 09:30 am del jueves 17 de enero, se llevaba a cabo un reconocimiento en la explanada del palacio de gobierno a tres oficiales que días antes habían caído abatidos en una emboscada. Cabe recalcar que el entonces Secretario de Seguridad Pública local: Alberto Capela y el director de la policía municipal: Julián Leysaola, combatían a los diferentes grupos del crimen organizado de manera frontal y decidida.
Al mismo tiempo en que se llevaba a cabo la despedida de los oficiales, se comenzó a correr el rumor entre los presentes de una violenta persecución policiaca en la que había disparos, por lo que no pasaron muchos minutos para que policías y reporteros, dejaran el lugar para irse de prisa a la delegación de La Mesa, dónde ocurría uno de los acontecimientos más mediáticos de toda la historia tijuanense.Todo comenzó en la colonia Libertad, cuando un convoy integrado por policías municipales, estatales y federales, se toparon con dos vehículos sospechosos debido a que sus tripulantes, al detectar a las fuerzas del orden, emprendieron la huída.
—¡Policía Federal, detengan los vehículos! —ordenó Álvarez, comandante de la policía por el altavoz de la patrulla, pero los sospechosos abrieron fuego en contra de los agentes y aceleraron su marcha.
La persecución se prolongó y tiñó de nervios la mañana en la ciudad, hasta que cerca del boulevard Díaz Ordaz, uno de los vehículos con dos hombres se detuvo. Los criminales tiraron las armas y se rindieron ante la presencia de los oficiales, sin embargo, el otro vehículo continuó escapando.
—A todas las unidades, solicitamos apoyo en persecución violenta por Díaz Ordaz. Sospechosos armados y peligrosos, ¡repito, sospechosos armados y peligrosos! Viajan en vehículo tipo sedan color negro.
La persecución llegó hasta Ermita Sur, para dar vuelta en la calle Romano, con conexión en 5ta alta, para finalmente detenerse en una casa singular en la calle Agua Prieta, en el fraccionamiento Cortez.
Los delincuentes contaban con escasos minutos de ventaja, minutos que aprovecharon para apostarse en una casa de seguridad, decididos a vivir o morir con tal de defender su negocio.
El domicilio con una cúpula amarilla, fue considerado como una perfecta fortaleza; las paredes tenían un ancho de treinta centímetros, hechas de ladrillos de adobe y ventanas pequeñas, las habitaciones estaban conectadas de tal manera, que los delincuentes podían moverse sin la preocupación de ser alcanzados por las balas de las fuerzas federales.La vivienda contaba además, con muros de hasta tres metros de altura, protegidos en la parte superior, por rejas de picos y alambres de púas, pero lo que más llamaba la atención, era la cúpula, pues brindaba una vista privilegiada de toda la zona; cubierta de loseta estilo talavera, reforzada con ladrillos y piedras.
En la calle, frente a la casa de ladrillo llegó una patrulla de la policía federal y una municipal, las cuales fueron inmediatamente agredidas por los criminales que ya se encontraban apostados y listos para luchar.
—¡Cubranse todos! —ordenó el comandante Álvarez a los oficiales—. Corran a resguardarse y vigilen que nadie salga de la propiedad.
El reloj marcaba las 09:45 am, cuando solo tres delincuentes fuertemente armados desataron el infierno a punta de balazos que le dió la vuelta al mundo.
Cuatro elementos de seguridad cayeron heridos tras los primeros impactos; uno de ellos murió minutos después, mientras era trasladado al hospital.
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Diario De Mi Esposo Millonario
AcciónLuego de que Luis perdiera su empleo y su esposa fuera hospitalizada. Un hombre de aspecto sombrío le ofrece un trato que difícilmente podría ignorar, siendo este el principio de un cómodo y peligroso cambio de vida. Para cuándo Luis logre comprende...