Nueva Orleans, 2025. La ciudad, conocida por su vibrante cultura y música jazz, se encontraba bajo un cielo perpetuamente oscuro y tormentoso. Lo que había comenzado como un huracán categoría 4 se había convertido en una tormenta estacionaria, atrapada sobre la ciudad por una corriente en chorro anormalmente fuerte.
Dentro de una casa en el Barrio Francés, la familia Morales intentaba mantenerse a salvo. Los padres, Luis y Ana, y sus dos hijos, Sofía y Marco, miraban por la ventana las calles se transformaban en ríos furiosos.
-Papá, ¿cuándo se va a detener la lluvia?- preguntó Sofía, con su voz temblorosa.
-No lo sé, Sofía- respondió Luis, abrazando a su hija. -Los meteorólogos no pueden predecir cuánto más durará esto-
Ana, mientras tanto, trataba de mantener la calma. -Vamos a revisar las provisiones otra vez. Necesitamos asegurarnos de que tengamos suficiente comida y agua-
Luis asintió y comenzó a contar las latas de comida en la despensa. -Tenemos suficiente para una semana más, pero el agua es un problema. La lluvia ha contaminado nuestras reservas-
De repente, un fuerte viento golpeó la casa, haciendo que las ventanas vibraran. Marco, el más joven, se acercó a su madre. -Mamá, tengo miedo- Ana lo abrazó con fuerza. -Estamos juntos en esto, Marco. Eso es lo más importante-
Afuera, la ciudad estaba en un caos total. Las calles se habían convertido en corrientes traicioneras, y las alcantarillas desbordadas no podían contener la cantidad de agua. Los servicios de emergencia estaban desbordados, y los refugios temporales se llenaban rápidamente.
En una conferencia de prensa, el alcalde de Nueva Orleans, Richard Bennett, trataba de mantener la calma entre los ciudadanos, -Estamos haciendo todo lo posible para gestionar esta crisis. Por favor, permanezcan en sus hogares y sigan las instrucciones de las autoridades. Estamos trabajando en traer más recursos y ayuda-
La doctora Emily Carter, meteoróloga principal de la estación local, intentaba explicar el fenómeno a los periodistas, -El calentamiento de los océanos ha alimentado esta tormenta de una manera que no habíamos visto antes. Las temperaturas más altas del agua del Golfo de México están proporcionando una fuente constante de energía para el ciclón. No tenemos precedentes para algo así.
De regreso en la casa de los Morales, la situación se volvía más desesperada. La electricidad había fallado días atrás, y ahora la comida en la nevera comenzaba a echarse a perder. Luis y Ana discutían en voz baja sobre el siguiente paso a seguir.
-Tenemos que salir de aquí, Luis- dijo Ana con determinación. -No podemos quedarnos esperando que la situación mejore-
-Lo sé, Ana, pero afuera es igual de peligroso. Los informes dicen que las inundaciones han cortado todas las rutas de escape. No hay forma de salir de la ciudad-
Sofía, que había estado escuchando, intervino, -¿Qué pasa si buscamos un refugio más alto? Tal vez en uno de los edificios altos del centro-
Luis consideró la idea, -Podría funcionar. Pero necesitamos encontrar una manera segura de llegar allí-
Al día siguiente, la familia Morales, armados con mochilas llenas de lo esencial, emprendieron su viaje a través de las inundadas calles de Nueva Orleans. Con el agua hasta las rodillas y el viento azotándolos, avanzaban con cautela, ayudándose unos a otros.
En su camino, se encontraron con otros residentes que también buscaban refugio. Un anciano llamado Samuel, que había vivido toda su vida en la ciudad, se unió a ellos.
-Esto no es como ningún huracán que haya visto- dijo Samuel. -La ciudad nunca había estado tan devastada-
Finalmente, llegaron a un edificio alto en el centro, que se había convertido en un refugio improvisado. Voluntarios distribuían alimentos y agua, y las familias se acomodaban como podían.
Luis miró a su alrededor y vio la desesperación en los rostros de todos. -Vamos a salir de esto- dijo, más para sí mismo que para los demás, -Tenemos que salir de esto-
Mientras la tormenta continuaba rugiendo afuera, la familia Morales y los demás refugiados se aferraban a la esperanza. Sabían que el cambio climático había cambiado sus vidas para siempre, y que la lucha por la supervivencia apenas comenzaba.
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Crónicas de un Fin del Mundo
General FictionEn un mundo devastado por el cambio climático, cuatro familias en diferentes rincones del planeta luchan por sobrevivir mientras la naturaleza desata su furia ¿Podrá la humanidad superar la furia de un planeta que se defiende de un final anunciado?