3- Barrera de hierro

17 3 1
                                    

Siguiendo su camino el velero entró en la siguiente prueba.. En medio del océano se encontró con una gigantesca pared de hierro q rodeaba el mar completamente.. Estaba atrapado, ya no podía regresar, pues había recorrido un largo camino. Cada vez estaba más cerca de nuestro querido faro.

¿De qué se trataba esta prueba? ¿Cómo continuar con nuestro camino? El marinero pasó días pensando como atravesar la pared, pero tras varios intentos, se dio cuenta de q nada funcionaba, no eran los golpes, ni una llave quien abriría la puerta al camino, sino la fortaleza de su ser.

Barrera de hierro, la prueba de fortaleza, donde los intentos físicos no funcionarían, donde sólo un alma fuerte pudiera pasar, donde todos los barcos se rindieron y no continuaron su búsqueda.

¿Como logramos hacernos fuertes en nuestra vida? Claro.. Los errores nos hacen fuertes, pero la verdad es q estamos en un mundo donde cada error nos cuesta una lágrima y cada lágrima es una pieza más para completar nuestra armadura. Estamos dispuestos a luchar por un mundo donde todos seamos conscientes y seguir adelante por un mismo destino, pero somos millones y millones de seres y todos tenemos distintas maneras de pensar y de ver la vida. Sería imposible ponernos de acuerdo entre tanta multitud. ¿De qué estamos hechos? ¿Qué queremos? Son preguntas q normalmente nos hacemos.. Pero la respuesta no está en nosotros, sino en el mundo y en nuestro interior.

Varios barcos intentaron pasar.. Pero ninguno fue capaz de pasar a la siguiente prueba.. Casi todos estaban cansados y decidieron regresar, y los otros se quedaron solamente para regresar unos días más tarde.

Una vez alguien dijo...
El mar... Aunque piensas q lo conoces nunca llegas a conocerlo del todo. Tan pronto te aleja con sus olas como te acaricia con el viento. Cuando crees q navegas con buen tiempo puede undirte el barco, pero haga lo q haga es imposible no amarlo con absoluta pasión y rendirte a sus deseos.

Pero.. Sea cual sea tu experiencia con el mar, buena o mala, independientemente de las aventuras q vivas, jamás debes rendirte, debes mantener esa pasión. Ser capitán en un día con el mar en calma es fácil, pero los capitanes de verdad sacan su barco adelante en los días de tormenta..

Tal vez esto hizo q nuestro marinero c mantuviera fuerte y con fe durante los treinta y un días de prueba, y por eso, aunque su velero aun era de bronce  y no era igual a los demas barcos, siguió adelante con el plan de encontrar el faro, ese faro q cada vez c le hacía más imposible con el paso de los días. Creer en el mar lo hacía fuerte, y a la vez, demostraba ser un verdadero capitán en los momentos más duros en donde nunca se rindió.

La fuerza nos hace inmune a las derrotas, la fe nos vuelve capaces ante nuestra angustia, la confianza nos hace creer en lo q no podemos ver, y la valentía es esencial para olvidar el miedo. ¿Es así como aprendemos a vivir en un mundo donde las emociones son la parte importante de la vida? ¿Y qué seríamos sin esos sentimientos que nos hacen crecer y q también crecen junto a nosotros?

La fuerza no es aquella con la q físicamente puedes cargar las cosas más pesadas, la verdadera fuerza está en nuestro interior, esa q nos mantiene vivos y q hace q sigamos adelante con lo q nos ofrece la vida. Es aquella q obtenemos con el paso de tristezas, angustias y errores q cometemos, esos golpes de la vida q llegan a nuestra alma.. Esa es la fuerza verdadera.

Pasaban los días y nuestro velero ya se había transformado en plata. Cada día se hacía eterno y cada intento un fracaso. El marinero nos mostraba su fe al no rendirse, y cada acción lo hacía más fuerte con el paso de los días. El día treinta y un llegó y las puertas a la siguiente prueba se abrieron como una ventana dejando entrar la brisa. Nuestro marinero ahora convertido en capitán había demostrado su fuerza al mantenerse allí. Ahora le tocaba enfrentarse al siguiente desafío q lo esperaba en el camino.

El Faro DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora