Capítulo #8

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Estuve toda la tarde poniéndome al día con Tessa, intercambiamos números y me contó que estaba escribiendo un libro en colaboración con otros escritores, mencionó de más a un tal Ares, dijo que era un hijo de puta, pero un hijo de puta muy atractivo. También habló de unas chicas, Laurens y Alexandra, tal vez algún día los conozca también.

Recibió una llamada y me dijo que se tenía que ir, nos despedimos, ella se fue y yo paré un taxi para volver al departamento, antes de subir llamé a Bahiana para que me ayudaran con las bolsas de la compra, eran un montón.

Ordenamos todo y ya el depa parecía una casa acogedora, la decoración era hermosa, cenamos y yo me fui a mi habitación a escribir un poco.

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–Iker, solo vine a buscar mi escritorio, déjame pasar.

Estaba en la entrada de mi antigua casa, mi hermano me había abierto la puerta pero no me quería dejar entrar.

–Iker no seas tan imbécil como eres siempre.

–Bahia, lárgate ¿quieres?- dijo con un tono despectivo. Pero en el conde sabía que le pasaba algo, aunque siempre nos hemos tratado con perros y gatos, conozco a mi hermano.

–Si me iré, pero cuando tenga mi escritorio en las manos.- aseguré cruzando los brazos.

Iker suspiró profundamente, pidiendo paciencia.

–No existe ningún puto escritorio ¿ok? Ahora lárgate y déjame en paz

—¿Como que no hay escritorio? Si está, está en mi habi... digo, en la que era mi habitación— me corregí a mí misma.

—Ya te dije, no está, ahora lárgate, quiero estar solo.— me cerró la puerta en la cara.

<<Creo que lo mejor es que me valla>>

Me fui de allí, quedándome con muchas dudas en mi mente: ¿Que le pasó a mi escritorio? ¿Mi madre lo quemó? ¿Lo destruyeron para herirme? Si fue para eso, lo lograron, el único recuerdo que tenía de mi abu, y se había ido a la mierda.

  Voy a encarar a esa mujer, la persona que me llevó en su vientre durante 9 meses, pero no es mi mamá, después de todo lo que ha hecho, no la considero mi madre.

  Y para confirmarlo, les dejaré el concepto de madre...

Madre: Una buena madre entregaba disciplina y afecto a sus hijos, les transmitía la fe y los apoyaba en sus tareas escolares, concentrando su rutina diaria en la atención de las demandas familiares.

La mía es todo lo contrario a esto. Y es cierto que nunca me faltó nada de lo material, siempre tuve comida en mi plato, ropa, y un techo bajo el cual refugiarme, solo me faltaba el afecto y el cariño de una buena madre.

   Volviendo al tema anterior, creo que lo mejor es que por ahora me olvide del escritorio.

  Me fui a trabajar, y cuando iba de salida me encontré con mi madre, y por supuesto me acerqué.

—Quiero mi puto escritorio de vuelta— le dije cuando llegué frente a ella. Con una actitud firme.

—Y yo quería que fueras una mejor hija y ¡Sorpresa! No lo eres— dijo con un tono lleno de sarcasmo y arrogancia.

—Escucha, solo quiero mi escritorio, no quiero pelear contigo ni nada de eso.

—Ya, Bahía, no hay escritorio, se fue— dijo como si nada.

—¿Qué le hiciste?— sentí como mi corazón se agrietaba más y más.

—Lo vendí, lo siento... De hecho no, no lo siento, estoy muy bien la verdad. Bueno, si eso era todo, me voy tengo cosa más importantes que hacer, que perder mi tiempo hablando contigo— dijo eso último mirándome de arriba abajo, luego de levantarse un poco sus gafas de sol.

  Volví al departamento, triste, pero no quería que nadie se diera cuenta, yo soy de ese tipo de personas que le gusta resolver sus problemas sola, puede que para algunos eso sea malo, ya que nos ganaría el estrés o algo asi, pero yo uso la ley del "no hagas lo que no te gusta que te hagan" a mí no me gusta que la gente me atormente tanto contandome TODOS sus problemas, así que yo no lo hago, puede sonar egoísta, insensible, o poco empático, pero ya me harté de apoyar a las personas resolviendo sus problemas, cuando yo siempre he cargado con los míos yo sola.

  Estaba en la cocina, y escuché que empezó a sonar "Sorry es que soy bipolar" de Robi y Young Miko. Mi tono de llamada.

  Tomé mi teléfono y resulta que era Darla, me sorprendió un poco, ya que no hablábamos desde que me fui de su casa, pero aún así le contesté.

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~(2 horas antes)~

  POV: Darla

  Me sentía como una mierda, no porque tuviera baja autoestima o algo parecido, lo digo por estar rodeada de moscas.

Terminé con Iker hace menos de 24 horas y ya habían un montón de chicos y chicas mandándome mensajes para salir, nunca había salido con ninguna chica, pero creo que le daré una oportunidad a alguna algún día, y puede que ese día sea justo ahora.

  Estaba en una pequeña pizzería con Vicky, una compañera de clase, ella es muy atractiva y buena persona, algo pervertida y lo mejor, es bisexual, dice que le atraen más las mujeres que los hombres, pero cualquier género la hace gozar ( usó esas palabras, osea, textualmente, eso dijo)

—¿Qué haces esta noche?— me preguntó con una mirada de ilusión.

—Nada, ¿por?— le contesté y le dí un sorbo a mí refresco

—Hoy hay una fiesta en el bar "Your House".—dijo emocionada—Habrá de todo, será una locura. Y me preguntaba si te apetece venir conmigo.

—Obvio que sí, ni muerta me perdería una fiesta así. Me pasas a buscar o como.

—Te recojo en tu casa, a las 8:30— me guiñó un ojo y fue a la barra a pagar la cuenta, ya que allí no habían camareros.

—Oye me tengo que ir, nos vemos más tarde— me dijo cuando volvió a la mesa.

—Chau Vicky— me despedí, le dí un beso en la mejilla y un breve.— nos vemos esta noche.

  Nunca llegué a imaginar que en esa bendita fiesta sucediera un hecho que pensé que pasaría dentro de alrededor de 48 años, mínimo...

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HOLA HOLAAAAAA

Sé q no me extrañaron y q posiblemente ya ni se acordaban de esta historia por el tiempo que llevo sin actualizar 😂. Pero ya volví. Y bueno, les dejé dos caps, este y el #9 🙃.

  Muy pronto el cap finalll *gritos de emoción* y tal vez un epílogo 🙃.

Bueno, eso es todo, chauu

Parecía imposible, pero pasó [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora