Los dos hermanos Hodar estaban en la cocina, poniéndose al día mientras cocinaban algo. Al pasar unos minutos, escucharon que tocaban la puerta, indicando que alguien había llegado.
Violeta —Voy, yoooo
Martin—Si yo tampoco me iba a mover de aquí.
Violeta— jódete *Va a abrir la puerta y se encuentra con Denna*
Violeta— Amooooooooor *— se acerca emocionada y la abraza.*
Denna—¿Cómo están? mis hermanitos favoritos?
Martin—Almuuuu
Denna— Mi niñooo *se acerca corriendo y lo abraza. El volver a tener a Martin en casa era una alegría que falta mucho. Nunca nadie sabía cuánta falta haría martin hasta que llegó el día en que se fue.*
Martin—Dios todas estais muy guapas y cambiadas.
Denna— Tú no te quedas atrás martin te fuiste pareciendo un niño de 15 años y ahora pareces de 19.
Violeta—Viste que eres un anciano.
Martin— Cállate, me sigo sintiendo traicionado. ¿Tú también sabías de su relación con Juanjo, el pijo borde?
*Denna volteó a mirar a Violeta un poco confundida, no esperaba que le contara a martin*
Denna—Ahora es amable, el amor le hizo bien.
Martin—Ajá bueno, vio. ¿Cómo se hicieron novios?
*Violeta tragó en seco, definitivamente debió pensar mejor. Martin es alguien que logra descubrir todo absolutamente todo, miro el teléfono y vio los mensajes de Juanjo, pero luego los contestaba no podía levantar más sospechas.*
/mensaje Juanjo:
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/9 meses atrás/ *Violeta se encontraba en el salón de su casa revisando algunos mensajes cuando sintió como tocaban la puerta rápidamente se levantó al pensar que era su comida al abrir se llevó la grande sorpresa de que el que estaba ahí era el mismísimo Juanjo Oliver Bona, a pesar de ser vecinos eran muy pocas las palabras que cruzaba con ellos de casi 6 años siendo vecinos se hablaron 4 veces y fueron simples conversaciones cortas*
Violeta —¿Juanjo, Hola? ¿Necesitas algo?, cuestionó la presencia del presente en la puerta de su casa.
Juanjo —Escúchame, Violeta. Sé que hablamos poco, pero necesito un favor y te puedo dar algo a cambio que te puede gustar. Los dos ganamos, Violeta.
Violeta— vale, vale, vale, antes que todo. Hola, ¿cómo estás? Bien, ¿y tú? Bien, gracias, Juanjo, eres muy amable. Exclamó sarcásticamente.
Juanjo —Somos vecinos, Violeta, en serio necesitas que te salude, me ves todos los días.
Violeta— Ya yo también te veo todos los días y aun así te salude.
Violeta— Ni siquiera te debería dejar pasar por mal educado, pasa. *Se movió un poco para dejarlo pasar.*
Juanjo— Bien, te voy a ser directo, Violeta. Si esto sale de aquí, te juro que te mato.
Violeta —Tú te acuerdas de que estás en mi casa, ¿verdad? Mal educado, fue hacia la cocina y sacó una botella de agua para luego volver al salón y sentarse en el sofá mientras bebía de la botella.
Juanjo —Violeta, Dios es serio, necesito que finjas ser mi pareja y yo te ayudo a conquistar a Chiara.
*Violeta rápidamente sintió cómo el agua le era difícil de tragar por el nerviosismo, provocando que se ahogara.*
Violeta— No sé de qué hablas y a todo esto, ¿para qué quieres que finja ser tu novia? Tienes un montón de niñas para ti.
Juanjo— Violeta, ¿no soy idiota, okay?
Violeta— A veces sí.
Juanjo— Violeta, cállate. ¿Aceptas o no?
Violeta —Te juro que si tu plan no funciona, te voy a funar en Twitter por entrar a mi casa sin saludar y amenazarme de muerte.
Juanjo —¿El agresivo soy yo?
Violeta —Agresivo y maleducado.
Juanjo— Bien, bien, adiós, novia falsa. Mañana ven a mi casa, empezaremos todo el plan mañana.
Violeta— Hablas como si fuera un plan de droga o algo.
Juanjo— Dios... Adiós, me voy.
Violeta— Miraaa si sabes despedirte, ya no eres maleducado.
Juanjo— Jódete *sale de la casa riendo.*
/ Devuelta al presente.
Violeta —Empezamos a hablar más en una fiesta y descubrí que era más interesante de lo que pensaba.
Martin—Ya... Me sigue pareciendo raro que un día a otro te deje de gustar Chiara y te comience a gustar Juanjo.
