Capítulo 1: Bienvenida Inesperada

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Elena subió las escaleras del edificio de dormitorios con el corazón acelerado y las manos temblorosas. Había soñado con este momento desde que recibió la carta de aceptación a la universidad. Un nuevo comienzo, lejos de las expectativas y las miradas críticas de su pequeño pueblo.

Encontró la puerta marcada con el número 307 y sacó la llave de su bolsillo. Con una mezcla de nervios y emoción, giró la llave y empujó la puerta. La habitación era pequeña pero acogedora, con dos camas, dos escritorios y un par de armarios. Una de las camas ya estaba ocupada por una maleta y varias cajas abiertas.

-Genial, mi compañera de cuarto ya está aquí -murmuró para sí misma, dejando su maleta junto a la cama libre.

Decidida a conocer a su nueva compañera, se dirigió al baño para presentarse. Justo cuando iba a llamar a la puerta, esta se abrió de golpe, y un chico alto con el cabello oscuro y desordenado salió, secándose las manos con una toalla.

Elena se quedó congelada, su cerebro tratando de procesar lo que estaba viendo.

-¿Quién eres tú? -preguntó finalmente, su voz más aguda de lo que pretendía.

El chico levantó la vista, sorprendido por su presencia.

-Soy Lucas. Supongo que somos compañeros de cuarto -dijo con una sonrisa encantadora que parecía ensayada.

Elena sintió cómo el enojo empezaba a burbujear bajo su piel.

-Debe haber un error. Este es un dormitorio femenino.

Lucas se encogió de hombros y sacó una hoja doblada de su bolsillo trasero.

-Eso pensé yo también, pero me dijeron en la recepción que había habido una confusión con las habitaciones. Parece que estaré aquí hasta que lo resuelvan.

Elena tomó un profundo respiro, tratando de mantener la calma.

-Esto es ridículo. No puedo compartir habitación con un chico.

Lucas levantó una ceja, divertido por su reacción.

-Créeme, no estoy encantado con la idea tampoco. Pero no tenemos muchas opciones, ¿verdad?

Elena se giró y salió de la habitación, dirigiéndose a la oficina de administración con pasos decididos. No iba a dejar que este error arruinara su primer día en la universidad. Después de una conversación acalorada con la administradora, volvió a la habitación, frustrada.

-Dicen que no pueden hacer nada hasta la próxima semana -dijo, cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria-. Así que parece que estamos atrapados juntos por ahora.

Lucas la miró, apoyado contra su escritorio con una sonrisa que irradiaba confianza.

-Bueno, intentaré no invadir tu espacio personal demasiado -dijo, su tono ligero y despreocupado.

Elena rodó los ojos y comenzó a desempacar sus cosas, intentando ignorar la presencia de Lucas. Pero no pasó mucho tiempo antes de que él comenzara a tararear una melodía y a sacar su guitarra de una de las cajas.

-¿Vas a tocar eso aquí? -preguntó Elena, tratando de no sonar demasiado irritada.

-Solo un poco, para relajarme -respondió Lucas, empezando a afinar las cuerdas con la misma despreocupación.

Elena sintió cómo la paciencia se le agotaba rápidamente.

-Mira, solo pido un poco de tranquilidad para estudiar. ¿Puedes hacerlo en otro lugar?

Lucas la miró con una mezcla de exasperación y diversión.

-Sabes, este arreglo temporal sería mucho más fácil si no fueras tan estirada.

Elena se quedó sin palabras por un momento, sintiendo la furia arder en sus mejillas.

-¿Perdón?

-Lo que oíste. Quizás si te relajaras un poco, esto no sería tan incómodo.

Elena apretó los dientes y decidió que no valía la pena discutir. Se dio la vuelta y continuó desempacando en silencio, decidida a demostrarle a Lucas que podía manejar cualquier cosa que le lanzara el destino, incluso a un compañero de cuarto imposible.

Mientras la tarde se convertía en noche, Elena no podía evitar pensar que este semestre sería mucho más desafiante de lo que había anticipado. Pero también sabía que no dejaría que un chico como Lucas arruinara su experiencia universitaria.

Lucas, por su parte, observaba a Elena con una sonrisa traviesa, intrigado por la chica que parecía determinada a mantenerlo a raya. Algo le decía que este sería un semestre muy interesante.

Desafiando el Sentimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora