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Hanni se sentía un poco estúpida, estar sentada aquí, esperando que la mujer aparezca mágicamente en frente de ella. Pero su mejor amiga, Danielle. Le dijo que esperara, lo tenia que hacer.

No es que Hanni no lo quería hacer, se quería disculpar. Pero también se siente agotada y debería de estar en su cama llorando y intentando mejorarse. Y no aquí debajo del sol que está que la cocina como un tocino.

Hanni era una mujer con poca paciencia, siempre a sido así. Pero con este maldito calor, paciencia ya no tenía. Y hasta pensaba que era mejor venir otro día. Pero se tuvo que recordar que la extraña la veía como una persona mala.

Esta miro al reloj que tenía en la muñeca y dejo salir un suspiro. Y si no salía a correr hoy? O corre más temprano o más tarde? Hanni se quería arrancar el pelo de la cabeza.

Pero al moment que Hanni se quiso parar para irse, sus ojos se fijaron en la figura que venía corriendo. Y por un momento, Hanni se paralizó en una manera que ella misma se sorprendió.

La escalera de mujer no se miraba así de angelical ayer. Especialmente cuando es obvio que a estado corriendo un maratón. Su pelo negro se movía con el aire y Hanni sintió su corazón caer hasta su estómago.

Le extraña mujer tenía el teléfono en la mano y Hanni allí se dio cuenta que la mujer es así. Y le sacó un poco la risa. Pero cuando la mujer vio para arriba, Hanni se puso quieta.

La mujer la vio y se dirigió a ella con una expression de mal agrado. Y Hanni entendía porque. La trato muy mal, y de verdad se arrepiente de verla tratado así.

"Mire, señorita. Yo no quiero problemas. Si se lastimó y tiene que ir al hospital yo respaldo por usted y pago por cualquier costo." Dijo la de pelo negro cuando estaba en frente de ella y Hanni le sacudió la cabeza. Negándole lo que pensaba.

"No vine por eso, venía por la manera en que te traté ayer." La más alta la miro con una expresión más calmada. "Ah, bueno. Esta bien. No tenias que venir hasta acá de nuevo. Entiendo que ayer tal vez fue un mal día para ti." Dijo ella y Hanni la miro con más culpa.

Era muy buena onda la de pelo negro, y Hanni se porto como una bruja malvada.

"Si lo era, pero eso no se significa que te tenia que maltratar de esa manera." La más alta le dio una sonrisa y Hanni sintió su corazón latir. Que tipo de novela es esta?

"Todos tenemos nuestros días malos, y a veces necesitamos sacarlo del sistema." Dijo ella. Hanni le sacudió la cabeza otra vez. "Esto nunca lo voy a poder sacar." Dijo Hanni mientras agachaba la cabeza.

Incluso retumbó con su mejor amiga la noche anterior. Estaba que se la llevaba el mil demonio. Pero Danielle es Danielle, la única persona que sabe que perdió a su bebé. La entiende, pero una extraña de tan noble corazón?

Los ojos marrones que la miraban, hipnotizaban a Hanni de una manera que conocía tan bien. Y eso no le gusto para nada. Ni podía ser cierto.

"Mejor..." La alta miro el reloj en su muñeca y hizo un expression pensativa. "Ven conmigo para comer lonche, esta es la hora que como lonche. Y de allí, me cuentas que es lo que te pasa. Tal vez necesitas oídos de una extraña." Dijo ella y Hanni la miro con ojos tristes.

La más alta no sabía que es lo que le pasaba a esa mujer pequeña. Pero tenia el presentimiento que no era bueno. Y no le quitarían un año de vida si decide ayudar a alguien.

"Es que, no te conozco." Dijo Hanni y la más alta le tiro una sonrisa muy simpática. "Mi nombre es Minji. Pero de cariño me dicen Min." Esta le dirigió la mano a Hanni para sacudirla.

Minji? Bonito nombre para una bonita mujer.

"El mío es Hanni. Y de apodo me dicen cherry." Le agarro la mano a Minji y Hanni sintió contra su toque la piel de la alta. Era un poco seca, tenía callos, pero también había un poco de suavidad.

"Y ahorra que nos conocemos, vendrías conmigo?" Hanni por fin soltó una risita mientras la miraba con sorpresa. "Te diría que no, pero siento que al menos puedo ir a comer contigo." Dijo Hanni y la más alta le asintió.

Minji comenzó a caminar y Hanni siguió tras de ella. Los pasos de la alta haciendo que Hanni corra detrás de ella. "Y que haces?" Pregunto Hanni y Minji pensó por un minuto o dos antes de corresponderla la pregunta.

"Para hacer honesta, acabo de llegar de Canadá. Y todavía me estoy adaptando aquí, pero soy dueña de un bar no tan lejos de aquí." Hanni la miro con sorpresa. "Cuantos años tienes?" Pregunto y la de pelo negro paro de caminar y la voltio a ver.

"Yo tengo veintitrés." Y la mandíbula de Hanni cayó al suelo de la gran sorpresa que le dio. "Y tu cuantos años tienes?" Pregunto Minji y Hanni la miro con una sonrisa rara. "Solo tengo dieciocho." Y Minji la miro con mas sorpresa aun. "No te creo, en serio?" Hanni asintió y Minji solo se quedó quieta.

"Segura que todavía quieres ir a comer lonche conmigo?" Pregunto Minji y Hanni la miro con ojos suaves. Claro, Minji es cinco años mayor que ella, pero Minji era respetuosa. Y era claro que no tenía malas intenciones con ella.

"Si, no tiene nada de malo." Dijo Hanni pero Minji todavía estaba algo escéptica sobre comer lonche con Hanni. Pero ya la había invitado y Hanni le caía bien. "Bueno, esta bien. Y tu que haces?" Pregunto Minji, comenzando a caminar de nuevo.

"No trabajo, por el momento me quedo con mi amiga. Aquí entre un mes me regreso a trabajar en la tienda donde estaba." Dijo Hanni, evitando decir porque ya no trabajaba allí. Y Minji evitó preguntar más.

Caminaban debajo de lo árboles en un silicio agradable. Los ojos de Hanni mirando a Minji de vez en cuando. Minji no aparenta los veintitrés años que tiene. Si miraba más joven.

Y Hanni aprovechó ver el tatuaje que Minji tenía en el brazo cuando Minji se levantaba las mangas de la sudadera que tenía puesta. Se miraba...muy bien.

Y no era que Hanni está atraída a los hombres/mujeres mayores. Para ella, era solo de enamorarse de la persona que le tocara. Obviamente, Jay existe en su pasado. Y sirve de mejor ejemplo.

Pero así como el pensamiento se le vino, así se le fue. No se puede enamorar, mucho menos de una mujer como Minji. Hanni no se quería ilusionar de esa manera otra vez, y no es como si volviera a ver a Minji de nuevo, verdad?

Hanni camino a par de ella, Minji se miraba bien bonita ya más de cerca. Era un tipo de diosa. Con esa altura que hacia mirar a Hanni como de un metro. Hanni se sentía como una niña chiquita.

Y eso le agrado, más de lo que debía.

Lo que Hanni no sabía, es que la vida la va estar tratando mucho más pero mejor en forma de Minji. Hanni mucho menos sabía que había encontrado a la persona que era indicada para ella.

Y que el amor nacería de nuevo en su corazón roto.

Minji sería su única media naranja.

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