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- te ves bien -le sonrió- solo necesitabas, dormir, limpie, arreglarte y otras cosas pero son pequeños detalles

-ja ja ¿estás seguro de esto?

-vamos Meliodas llevo una semana conviviendo con este muchachón - elevo los bracitos del bebé- ademas necesitas un trabajo

-bien, si sucede algo no dudes en llamarme

-si si anda ve llegarás tarde a tu entrevista

-bien volveré luego -se despidió de su bebé y se limitó a despedir al azabache con una palmada en su hombro

Zeldris llevaba ya una semana ayudando al rubio, limpio el lugar y se encargó de solicitar una entrevista de trabajo para el rubio pero aún así su corazón en ocasiones lo traicionaba ver aquellos ojos verdes le hacían recordar el tiempo en el que salían, no era justo para el rubio y menos para su bebé que él pensara de otra forma así que se guardaba todo eso y se engañaba así mismo con el hecho de que lo había superado y no tenía porque seguir recordando eso.

-bien Tristán que quieres hacer hoy -vió al bebé que le sonrió -te pareces mucho a tu madre cierto- acomodó su cabello y se dispuso a buscar una prenda para el bebé y salir un rato el niño necesitaba socializar un poco

*

-Quien lo diría eres la madre sustituta -dijo en forma de broma la peli violeta mientras jugaba con el pequeño

-¿Madre sustituta?

-si, el niño está muy apegado a ti y no llevas con el mucho tiempo, si Meliodas es su papá pero tú eres como su madre ahora

-no digas bobadas Melascula, no puedo tomar un papel que no me pertenece solo porque la suya no está presente

-Pero te gustaría

-no, no me gustaría lo nuestro es historia hago esto porque somos amigos y cualquiera lo haría

-ya hablando enserio Zel ¿que fue lo que paso? Un día de la nada viene y dice que va a casarse y que tendrá un bebé no tiene sentido

-no me gustaría hablar de eso ahora

-bien lo haremos cuando estes listo ¿puede comer helado?

-no ni se te ocurra -tomo al niño y se sentó con él para evitar que la chica metiera algo al organismo del menor

*

-Sin duda fue recomendado por una buena razón, lo esperamos el lunes a primera hora señor

-Muchas gracias acá estaré

El rubio salió feliz de la empresa, no era tonto, sabía perfectamente que era el negocio familiar de Zeldris, pero él le estaba dando la oportunidad de salir adelante estaba muy agradecido pero a la vez se sentía mal, no merecía lo que le hizo y no entendía como podía ser tan amable con él después de todo lo que pasó

-ya llegue -ingreso a su hogar encontrando a Tristán en su corralito tomándolo con mucho cuidado- ¿como te portaste hoy? Te extrañe mucho -le dio un corto beso en su mejilla

-¿como te fue?

-bueno -dijo mirando al suelo alertando al azabache- comienzo el lunes -sonrió

-eso es genial, sabía que lo lograrías-se acercó- ya debo irme, te prepare algo para comer, las mamilas de Tristán tienen la medida exacta solo debes agregarle agua, recuerda sacarle el aire como te enseñe cuando termine de comer

-Gracias por todo pero no es necesario que hagas esto

-lo hago de corazón -sonrió- ademas me estoy tomando un descanso antes de que el viejo decida ponerme a cargo así que aprovéchame porque no estaré siempre, te veo el lunes -se marcho

-no estarás para siempre, claro era de esperarse

𝓜𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓼𝓾𝓼𝓽𝓲𝓽𝓾𝓽𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora