Rock Lee: El Experto Organizador de Citas - Nejilee

Capítulo 4

Después de dejar a Neji al cuidado de Naruto, Lee hace ademán de marcharse por si alguno de ellos le está viendo irse. Comienza a bajar por la calle, y sólo después de mirar por encima de su hombro y asegurarse de que está bien y realmente fuera de la vista, se agacha y rueda hacia el otro lado del camino y se escabulle de nuevo hacia Ichiraku. Al otro lado del estrecho sendero, frente a la tienda de ramen, hay una zona de arbustos. Lo sabe porque ha tenido una semana entera para prepararse para esta cita y, por supuesto, ha explorado la zona con antelación. Es allí donde Lee pretende esconderse y pasar el resto de la cita, oculto en la amplia cobertura que proporcionan los espinosos arbustos. No sera comodo, pero esa es la naturaleza del sacrificio, despues de todo, y Neji lo necesita.

Bueno, quizás no lo necesite. Lee sabe que Neji podría estar bien por su cuenta, sin Lee vigilándolo, pero es que... las habilidades sociales de Neji son incluso peores que las de Lee, lo cual es mucho decir. Lo mejor para el futuro de Neji y Naruto es que Lee vigile, preparado para intervenir si las cosas no van bien. Además, le prometió a Neji que estaría allí, y no se va a retractar de esa promesa.

Lee tarda un rato en situarse entre los arbustos. Se deja caer sobre su estómago y se arrastra entre ellos, colocándose de modo que pueda ver por debajo y más allá de las cortinas de Ichiraku. Y sí, ahí están Neji y Naruto, Naruto sentado en el mostrador quieto y Neji de pie a varios metros de distancia. Lee se aparta una rama puntiaguda de la espalda y se tira del calzón bastante incómodo. Estos monos no estaban hechos para arrastrarse por los arbustos, precisamente.

Cuando Lee vuelve su atención a la cita, Neji se ha movido. Ahora está sentado junto a Naruto, y ya no parece tan nervioso como antes. De hecho, si Lee está leyendo correctamente el lenguaje corporal de Neji -y por supuesto que lo está, él conoce a Neji mejor que nadie-, en realidad está complacido. Lee solo tiene un momento para disfrutar de la satisfacción antes de ser golpeado por algo más oscuro. Sabía que la cita iría bien si Neji le daba una oportunidad, pero...

Esperaba que Neji no lo hiciera.

El pensamiento no lo sorprende, aunque esta es la primera vez que ha sido capaz de ponerlo en palabras. Desde que invitó a Naruto a salir por Neji, se ha sentido incómodo, como todas las veces que ha intentado hacer ejercicio después de una comida copiosa. Lleva toda la semana sin entrenar porque cada vez que intenta salir a correr o hacer quinientas flexiones o lo que sea, le da demasiado tiempo para pensar. Tiempo para pensar en Neji y Naruto... saliendo.

Sin embargo, lo que Lee no entiende es por qué se siente así. Ha trabajado tan duro para ayudar a conectar a Neji con la persona que ama, así que por qué sigue esperando que fracase. Es... genial que Neji tenga amor, ahora. Y que Lee haya sido capaz de ayudarle a conseguirlo.

Lee se sacude y vuelve a centrar su atención en Ichiraku. Si esto sigue así, quizá tenga que buscarse un pasatiempo para no pensar tanto. Tal vez le pida a Kakashi-sensei que le recomiende libros.

Lee entrecierra los ojos mirando a Neji y Naruto. ¿De qué estarán hablando? Trata de imaginar cómo va la conversación. Tal vez estén hablando de la comida, o de lo mucho que les apetece vivir juntos. Más allá de eso, Lee no tiene mucha suerte. ¿Qué dice uno exactamente cuando por fin ha encontrado el amor tras toda una vida de espera? Para Lee, es sin duda el momento más importante en la vida de cualquier persona. Intenta imaginar qué diría si Sakura le correspondiera alguna vez.

Sólo que... eso tampoco le parece bien. No se siente mal, como ver a Neji y Naruto juntos. No se siente como nada. Es sólo... incómodo. Debería hacer feliz a Lee, darle un subidón de alegría o emoción o nerviosismo o... o algo, ¿verdad?

Esta es una de las cosas en las que ha estado pensando toda la semana, en realidad. Tuvo que averiguar de quién está enamorado Neji, lo cual fue... un proceso. Lee no se considera en absoluto un experto en cuestiones de amor, pero creía conocerlo lo suficiente como para detectar los síntomas. Neji, sin embargo, no muestra síntomas. Averiguar a quien ama, por lo tanto, requirió muchas reflexiones sobre la naturaleza del amor. Primero, pensó Lee, ¿cuáles son las posibles opciones? Había descartado las opciones más obvias, pero Neji no habla con mucha gente más allá de esas. Entonces, se preguntó, ¿es posible amar a alguien que apenas conoces?