Indagaciones sobre el amor

Indagaciones sobre el amor II

Existe una fragmentación de este, una ruptura. Cuando esta fragmentación ocurre, es muy normal que experimentemos una serie de eventos emocionales que pueden ir desde lo cotidiano, hasta convertirse en algo muy oscuro. Dicho esto, varios pueden sentir relación con esto, pues no es algo que solo le han pasado a pocos; puedo incluso decir, que todos hemos vivido al menos un evento por más sencillo que sea.

Tener la experiencia es algo que puede ser beneficioso para algunos, pues aporta grandes conocimientos y un apoyo incalculable para quienes están viviendo sucesos parecidos o incluso iguales, si se me permite decirlo, ya que la experiencia de cada individuo es única y no puede ser repetida; pero pueden existir patrones los cuales dejen conocer el cómo va a desenvolverse un suceso. ¿Pero qué sucede para los de la otra mitad? Para aquellos que no han superado su experiencia, para aquellos que siguen nadando en un mar de dudas y de pesares. Vamos a intentar explicarlo desde el punto de vista de una persona que sigue sumergida en ese mar.

Cuando entras por primera vez en el mar, notas que no es parecido al que estás acostumbrado a ver; tal vez lo has visto en una película, serie o libro, pero se acostumbra a que el amor puede ser cálido y acogedor. Cuando entras al mundo contrario, notas como el frío traspasa tus pies y se extiende por todo tu cuerpo, hasta llegar al cerebro; dicho frío se convierte en un vapor, vapor que me gusta simplificarlo como una neblina. La neblina se apodera de ti y se infunde no solo en tu vista, sino en tu pensamiento; tiendes a tener ideas más indignas, más corrosivas... Todas las ideas que tenías construidas sobre el amor se van fragmentando más, se van corroyendo por un simple odiar. No hayas la forma de salir del mar, cada vez te sumerges más y más, hasta llegar al fondo. Hasta que te das cuenta de algo... No hay fondo.