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Si, efectivamente la estadía en el club de Taekwondo fue incómoda.
No solo por el hecho de estar entre personas que al descubrir sus actos oscuros le darían la paliza de su vida si no que aquella chica estaba abusando de más de su permitido espacio personal. No hubo un solo momento en el que no se le despegará, la propia garrapata para su mal gusto.
Masuta es... Complicada. Una buena persona que está dispuesta a darlo todo siempre y cuando no rebase sus límites y moral. Algo interesante para Ayato pero es claro que hay un interés el cual el no quiere corresponder muy a pesar de las veces que han llegado a compartir y ciertamente su corazón llega a latir de forma extraña al verla pero está deacuerdo que no es para el y no lo será jamás.
Taeko es su fijación, su centro.
Otras cosas interesantes que llegó a notar es la filosa miradas de los integrantes del club de Masuta, sabe que no les agrada, lo sabe muy bien y no porqué alguien le haya hecho una tacleada al ofrecerse para una demostración. No, obvio no.
Aún le dolía la espalda.
Lo único bueno que le sacaba a eso, fue su huida lograndolo con éxito. Todavía le quedaba una clase y no había hecho ningún avance con sus rivales, le dolía la espalda y a penas vio a su crush hoy. Debe aprovechar su tiempo más ahora.
Y lo más que puede hacer ahora es ganar reputación aunque estos días haya hecho el ridículo con sus rivales persiguiendolo. Se acercó a un par de personas haciendo favores, asistiendo a clases cuando le correspondía y al final del día tan solo admirando a su crush desde una distancia aceptable. Llegar a casa es algo habitual, la soledad que invade su espacio es ya costumbre, su vida monótona es el pan de cada día y no se queja, ¿por qué lo haría?, pronto esa monotonía se ira cuando Taeko esté con el. Lo sabe.
No hay nada que podría cambiar eso.
♡
- ¿Por qué siento que olvido algo?. - Se pregunto a si mismo en voz alta. Reviso su celular, nada, reviso su bolso, tampoco nada, memorizo su día y no hay nada que haya olvidado hacer y si era así entonces ¿que era?.
Se encogió de hombros dandole poca importancia, sinceramente prefería olvidarse del instituto y fijarse en el altar de su crush como si no lo hubiera admirado un millón de veces antes. Cositas de Ayato.
El tiempo transcurrió rápido después de eso, el cielo oscuro daba hecho que era bastante tarde ya, cuestión que ya era hora de dormir y así se disponía ir de no ser que a medio camino se quedó pasmado al recordar eso que había olvidado.
- Me lleva, lo deje plantado. - Dijo para si mismo incrédulo al recordar aquello que el mismo había propuesto anteriormente.
Ahora no podrá dormir por la culpa ¿culpa?, si, culpa. Oko es un ser de luz -hablando irónicamente- que no merece la maldad que le hizo accidentalmente. Ahora se pregunta cuánto habrá esperado ese chico en su encuentro. No cree que haya sido mucho, duda que Oko Ruto sea ese tipo de persona como ha escuchado de su amiga Midori.
