¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era triste.
No.
¡Era jodidamente molesto!.
¿Cómo es posible que el chico más tímido y apenas enterado de la situación, acabo con el chico de su sueños?, ¿¡Cómo!?.
Quiere una explicación más que aceptable y convincente para que el fuego en su interior baje considerablemente. Cosa imposible en este punto de la trama, debemos admitir.
Le molestaba mucho, odiaba mucho que Ruto con apenas saludarlo haya salido premiado con una cita con Yan-kun ¿que tanta suerte tenía que tener aquel chico para haber llegado justo en el momento indicado?.
Kisano no se iba a dejar, oh no. Por supuesto que no. Menos por los dos idiotas que tiene detrás suyo con el mismo propósito que el al espiar a su crush.
Aso Rito y Osano Najimi.
Dos pulgas insoportables a su parecer ¿y como no lo serían?, quizás uno más que el otro, quizás.
Pero da igual, el punto es; Oko, tiene demasiada suerte y esa suerte le va a caer mal tarde o temprano.
Se enderezo en su sitio quitando el inexistente polvo en su -muy- arreglado y perfecto uniforme, sin arrugar -eso le daría un infarto-.
Kisano no estaba feliz, puede decir que la mayoría del tiempo el estrés lo consume pero puede sentir libertad y cierto sentimiento atractivo de divina felicidad genuina al subirse a la tarima y actuar, decir aquellas líneas a su manera más fluida, confiada y por supuesto, perfecta. Solo en ese momento puede decir que es feliz realmente y le gustaría, en verdad le gustaría, poder ser feliz al lado del azabache que lo atrajo desde hace ya unas pocas semanas atrás. No siente aún que lo suyo sea amor tal cual como ha podido escuchar de sus otros molestos rivales, siempre queda en silencio sin saber que decir al respecto -cosa muy rara de su parte-. Kisano, está indeciso hacia su sentir con Aishi no quita que sienta su corazón latir a mil, sea un manojo de nervios y parezca gelatina por sus temblores pero tampoco quita que se sienta bastante bien solo pensando que el y Aishi serían simples amigos con alguna relación estrecha en ciertos momentos. Eso le gusta más que tener algo serio.
Tan complicado.
Giro su cuerpo para así dar comienzo a su caminata elegante hacia su club al no querer ver más de ese show que se presentaba a sus ojos -Le gustaría ver más pero su pasión era primero, luego en los 15 minutos que tenían los rivales para reunirse escucharía lo demás de aquellas pulgas inquietas, chillonas y exhaustivas-. Se sintió confundido que al dar el primer paso sintiera un agarre en su muñeca la cual siempre se posicionaba en la zona de su espalda baja. Intrigado pero más que nada, irritado, giro a ver el causante de aquel agarre.
