P | ❝FINE, THERE IS NO
PACK ANYWAY,
JUST PIECES. AND
THAT IS BECAUSE
OF YOU.❞
Último año de la preparatoria. Las preocupaciones acerca de un futuro sin sus amigos llega a inquietar a Alanna un poco. Pero lo que ella no sa...
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EL NOMBRE "SCOTT" Y LA PALABRA "PROBLEMAS" EN UNA MISMA ORACIÓN HABÍAN SIDO loúnico que Alanna había necesitado para salir corriendo en busca de su amigo hombre lobo, con la preocupación recorriéndola por completo pues la expresión en el rostro de Liam al advertirles no había ayudado en mucho.
Stiles y Liam no dudaron en seguirla bajo la fuerte lluvia de esa noche. Con cuidado de no resbalar por el agua, bajaron los escalones con rapidez y luego entraron en aquel túnel que conectaba a la escuela con el campo de lacrosse. El mismo túnel donde había muerto Aiden Steiner casi un año atrás y en donde también Kate había aparecido con sus berserkers para llevarse a Alanna a México.
La mano de Stiles se envolvió en la muñeca de Alanna tan pronto como analizó la escena en frente de ellos. Un hombre grande y musculoso tenía clavadas sus garras —las cuales desprendían una luz azul inusual— en el pecho de Scott. Sabía que la chica había aprendido a defenderse los últimos meses gracias a su hermano, pero no había posibilidad de que se enfrentara a ese sujeto y saliese ilesa.
De todas maneras, parecía que Scott lo tenía todo bajo control, pues de un momento a otro iluminó sus ojos de color rojo, y poco a poco, se fue levantando del suelo. Tomó con una mano el brazo del hombre en frente suyo y lo rompió, para luego quitarse las garras que habían quedado impregnadas en su pecho y lanzarlas hacia otro lado.
—No sé quién eres, o qué pensaste que harías, pero te daré una opción —le habló Scott al sujeto que en ese momento se retorcía en el suelo del dolor—. Puedes quedarte y te romperé algo más, o puedes correr.
El hombre volteó a ver a los amigos del muchacho.
—Yo correría —comentó Stiles.
Y así fue. Optó por la segunda opción y soltando un quejido al levantarse, salió corriendo de ahí, desapareciendo de la vista de la manada.
Alanna paseó su mirada por Scott y por Kira para asegurarse de que estuvieran bien, y al no encontrar ninguna herida grave, posó sus ojos sobre un chico desconocido que también se encontraba ahí, y que al parecer, los había ayudado.
—No me recuerdas, ¿o sí? —habló el muchacho extendiendo una sonrisa. Ahora todos tenían su mirada puesta en él—. Creo que me veo diferente desde cuarto grado.
Los engranajes en la cabeza de Scott comenzaron a trabajar, y casi dos segundos después, sus cejas se alzaron con sorpresa.
—¿Theo?
—¿Lo conoces? —preguntó Alanna aún sin saber quién era.
—Me conocían —respondió Theo—. Créanme, no pensé que volvería a verlos. Pero hace un par de meses supe de un alfa en Beacon Hills. Cuando supe que su nombre era Scott McCall, no podía creerlo. Y no solo un alfa, sino uno verdadero.