CAPITULO 11: TANQUE.

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Había pasado por fin un mes desde que los chicos se hicieron formalmente pareja, todo fue como una luna de miel, ambos chicos estaban felices, pero había algo aún, Bradley seguía sufriendo sus pesadillas sobre los X Games, claro ya no tan seguido debido a que Max dormía con él la mayor parte del tiempo, Bradley se preguntaba si realmente merecía el perdón de todos, en especial el de Tanque, el cual fue el primero en aceptar sus disculpas como anteriormente se mencionó.

Bradley hacía de todo para poder revertir su culpa con Tanque, trataba de "compensarlo", aunque eso era imposible, pero esta tarde Bradley había decidido salir con Tanque para seguir haciéndolo.

-Bebe, ya te dije que no es necesario que gastes tanto en mí, sabes que igualmente puedo gastar el dinero de mis padres-.

-Lo sé bebe, pero ya sabes, es mejor cuando no tienes limites-. Era cierto, el padre de Bradley nunca le puso un límite bancario, podía ser el peor padre, pero este sabía que le debía algo a su hijo después de lo de su madre, Bradley nunca supo a ciencia cierta qué fue lo que pasó con ella, por eso mismo su padre quiso tapar cualquier duda con dinero, incluso si este sólo quería muestras de amor de su padre, al menos eso pensaba Brad cuando era pequeño, ahora lo único que quería era gastar su fortuna y estar lo más lejos de él y sus presiones.

-Hablo enserio Bradley, no es necesario que hagas esto por lo que ocurrió en los X Games, eso ya pasó, te disculpaste y yo acepte tus disculpas-. Bradley sabía que cuando Tanque le decía por su nombre y no por aquel apodo meloso, era o porque estaba enojado o porque hablaba muy enserio sobre lo que fuera que estuviesen hablando.

-A eso ni siquiera lo puedes llamar disculpa bebe, yo sé y tú sabes que nunca he sido el mejor dándolas, pero realmente tú te mereces una gran disculpa, eres como mi hermano, así que... realmente lo siento mucho, fui y tal vez soy una mierda de persona y espero que, aunque lo sea, tú sigas a mi lado, es mucho pedir y es muy egoísta de mi parte, pero eres quién mejor me conoce... así que espero que realmente puedas perdonarme-.

Bradley en seguida noto las lágrimas de Tanque, aunque fuera un grandulón era demasiado sensible y expresivo.

-Oh bebe, sabes que yo te perdono, lo hice la primera vez y lo hago aún más con esta vez-. Dijo esto para enseguida darle un fuerte abrazo a Bradley, anteriormente este se hubiese negado, pero gracias a la influencia de Max ya se había acostumbrado.

-Oh vamos bebe, me asfixias-.

-Lo siento bebe, oye ¿tienes planes más tarde con tu bomboncito? -. Dijo para después reír, le agradaba Max, pero le encantaba molestar a Bradley poniéndole apodos mucho más melosos.

-Ja ja, muy gracioso bebe, pero sí, tengo planes, iremos a cenar-.

-Oh muy bien, oye bebe ¿tú padre ya lo sabe? -.

- ¿Qué?, si lo supiera o ya estaría muerto o en el extranjero-.

-Tienes razón bebe-.

Siguieron paseando y en un momento se detuvieron para entrar a una tienda, Bradley había visto una hoodie que seguro su novio amaría tener, la compró y después de una larga charla con Tanque, ambos se fueron a sus respectivas habitaciones, aunque en diferente locación ahora.

- ¿Maxie? ¿estás aquí?, ven tengo algo para ti-.

- ¡Lindo!, llegaste, ¿cómo te fue? ¿todo bien con Tanque? -.

-Sí, por supuesto, por cierto, toma, lo vi y pensé en ti-. Bradley observaba con atención a Max abriendo como un niño pequeño la bolsa que contenía aquella hoodie, al sacarla sus ojos brillaron.

- ¡Oh Dios Brad!, es hermosa, me encanta, gracias lindo, pero no necesitabas hacerlo, sabes que yo no...-. Aquí venía de vuelta aquella conversación que Max le dice cada que le regala algo caro, siempre era que él no podía hacer lo mismo, pero a Bradley no le importaba, a él le encantaban los regalos de Max hacía él, eran unas lindas cartas y gestos, tal como prepararle la cena o ayudarle con cualquier cosa que este necesitaba, algunas veces Max le componía canciones y eso era maravilloso.

-Por favor Max, a mí me encanta todo lo que me das, mejor ven aquí y same un beso, lo merezco después de todo-.

-Tú mandas lindo-.

Los besos duraron un poco ya que Max recordó que tenía algo haciéndose en la cocina, fue y terminó de preparar la cena, la sirvió y ambos comieron felices mientras charlaban de su día.

Al final ambos se fueron a dormir, ahora tocaba en la cama de Max, no era tanto del gusto de Bradley, pero era el acuerdo que habían llegado, pero Brad ya estaba harto de ese trato, necesitaban una cama más grande, así que la ordeno a escondidas de Max, según él sería una gran sorpresa y así lo fue, al final Max terminó aceptando que ya no podían dormir más juntos en una cama individual, aunque sabían que eso levantaría sospechas de su relación, pero simplemente sacaron la excusa de que Bradley necesitaba esa cama e incluso estuvo dispuesto a hacer un capricho para que la aceptara la dirección de dormitorios, al final la terminaron aceptando, sólo si era seguro que hubiera suficiente espacio para ambos en la habitación.

-Dios esta cama es una gloria lindo-.

-Lo sé Max, yo siempre compro lo mejor, ahora es momento de dormir-.

-Oh, ¿no quieres estrenarla de otra manera? -. Dijo Max tratando de seducir al castaño, a lo cual el castaño cayó, pasaron su primera noche juntos en esa cama, demostrándose cuanto se quieren.

-Me encanta estar contigo lindo-.

-A mi igual Max, pero siempre me dejas cansado, deberías aprender a controlarte más-.

-Lo siento lindo, mañana te traeré el almuerzo a la cama-.

-Eso espero Maxie-.

Durmieron pacíficamente, por el momento todo iba perfecto, pero había algo que ambos no sabían.

Tocaron el despacho del señor Bradley Cremanata segundo, a lo cual él respondió para que este pasara.

-Señor Cremanata, tengo las fotografías que pidió sobre su hijo y lo que lo ha mantenido ocupado por días-.

-Excelente, por fin sabré que está haciendo el inútil de Bradley-.


----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Chan chan chan channn, ¿Qué pasará ahora?, espero les haya gustado, nos vemos mañana en la siguiente publicación, muchas gracias por su lectura y su apoyo. 

Quiero que seas tú- MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora