EXTRA 02: LA VIDA DE CASADOS.

293 30 3
                                    


Cabe aclarar que esto es relatado antes de que tuvieran a su primer hijo. 

-Cariño llego el momento de ir a la cama, vamos-. Decía Max mientras veía a Bradley trabajar en su estudio, llevaba encerrado por mucho tiempo, incluso se la pasaba en la oficina estos días, ¿por qué? Simplemente porque estaba consiguiendo un inversionista de gran poder.

-Ahora no Maxie, aún no termino, dame cinco minutos más-.

-Eso dices siempre Bradley-. Dijo Max antes de salir y dejar sólo al castaño.

-Mierda ya se enojó... tendré que ir a contentarlo-. Dijo mientras dejaba todo su papeleo a un lado.

Salió en busca de Max, para su suerte lo encontró acostado en su bella y cómoda cama, Bradley no sabía si amaba más a Max o a su cama.

Entro sigilosamente por debajo de las sabanas, tratando de no despertar a su pareja, cuando llego al punto del miembro de este, se dedicó a darle uno que otro beso para después bajar sus pantalones ya que usualmente dormiría en bóxer pero justo comenzaba el invierno, después de bajarlos se dio cuenta de que el miembro del otro estaba casi excitado así que comenzó a lamerlo y dar unas mordidas suaves en este mismo, cuando por fin le bajo el bóxer, se dedicó a darle una placentera mamada, la cual hizo gemir a Max, pero este aún dormido.

Mientras continuaba chupando el miembro de Max, Bradley se dedicó a prepararse, hace tiempo que no lo hacían por el trabajo de este, así que tenía que prepararse muy bien si no quería que le doliera.

Después de tiempo, Bradley se colocó arriba de Max, comenzó a insertar el miembro de su esposo, mientras lo hacía, cerraba fuertemente los ojos, puesto a que como dije ya había pasado un buen tiempo, en eso Max se despertó, primero estaba confundido y después entendió el porque antes estaba teniendo un sueño erótico con su pareja.

Max no espero más y se movió, haciendo que el castaño gimiera lo más fuerte posible.

-N-no, espera Max... ¡¿Max?!, ¿desde cuándo estas despierto? -.

-Eso no importa ahora lindo, déjame encargarme de esto-.

Max colocó al castaño debajo de él, volviendo a insertar su miembro con fuerza, rozando fuertemente el punto dulce de Bradley, el cual ya estaba perdido en el placer.

Pasaron unos minutos y ambos terminaron, Bradley creía que sería todo pero que equivocado estaba.

-¿A dónde vas lindo? Aún no hemos terminado-.

-No Maxie, ya no puedo, por favor al menos déjame descansar un poco-.

-Pero cariño, tenemos que compensar tus noches en la oficina, al menos una vez más y ya te dejo tranquilo-.

Error de Bradley al confiar que lo harían sólo una vez más, continuaron toda la noche, hasta terminar profundamente dormidos.

A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Bradley, ya que se le había olvidado quitar su alarma.

Intento levantarse, pero cayó enseguida al piso.

-Mierda MAX-. Este al escucharlo, se levantó enseguida.

-Lindo ¿qué haces ahí? Regresa a la cama-.

-Oh si claro, como si pudiera siquiera levantarme-.

-Lo siento lindo, creo que fui un poco rudo ayer contigo, déjame ayudarte a subir a la cama-.

-Max, tengo que ir a trabajar, mejor llévame a la ducha, hoy es la junta importante con ese inversionista-.

-Amor, pero no puedes ir así-.

- ¿Así? ¿así cómo? -. Max señalo al cuerpo del castaño, el cual se percató de las marcas que Max le había dejado.

-Mierda Maximiliano, ¿no podías controlarte ni poquito? -.

-Lo siento lindo, pero te veías tan lindo anoche y...-

-Ya basta, mejor ayúdame a ducharme, se me va a hacer tarde, ya veré como cubro todo esto-.

Al poco tiempo, Bradley ya estaba listo, para su suerte ya comenzaba el frío así que llevaba una playera de cuello alto, tratando de lucir mejor, se colocó uno de sus mejores trajes.

Al salir de casa, iba maldiciendo a Max y a si mismo por meterse en ese lío anoche.

Llego a hora de la junta y todo salió exactamente como Bradley lo había planeado, ahora tenía que regresar a casa, pero primero tenía que ir a su oficina a escuchar sobre los pendientes, pero al llegar ahí vio a su esposo sentado en su silla.

-Hey lindo, regresaste por fin, ¿cómo te fue en tu junta? -.

-Excelente, ya sabes, tienes al mejor empresario como esposo-. Dijo mientras se sentaba en las piernas de Max.

- ¿Aún tienes que trabajar?, porque quiero llevarte a cenar a nuestro restaurante favorito para celebrar, ¿qué te parece? -.

-Tenía unos pendientes que revisar, pero puedo dejarlos para después, estoy muy cansado por culpa de alguien así que vamos, también tengo mucha hambre-.

Saliendo fueron directamente al restaurante, se encontraban ambos comiendo, hace tiempo que ya no cenaban juntos, definitivamente la vida de casados y laboral eran difíciles combinarlas, pero al final del día sabían que ambos se tendrían para siempre.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Holaaaaaa, este es el último extra, agradezco demasiado su apoyo espero que les haya gustado tanto como a mi.

Que siga viviendo el Maxley por mucho tiempo más.

Un gusto y aquí me despido.   

Quiero que seas tú- MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora