Mi pequeña obsesión

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El nuevo día de reunión con Daniel Valencia comenzó con Armando, Mario y Betty reunidos en la oficina de Presidencia, listos para afinar los últimos detalles del plan de negocios. La tensión de los hombres era palpable, pero Betty mantenía su habitual compostura no parecía preocupada en lo absoluto.

—Bien, Betty —dijo Armando, con un tono serio—. Hoy es el día. Tenemos que asegurarnos de que no haya ningún error. no quiero darle la oportunidad a Daniel de socavar mi presidencia.

Mario, revisando los documentos del plan de negocios sobre la mesa, agregó:

—Sí, no podemos dejar nada al azar. Danielito está buscando cualquier excusa para destrozarnos.

Betty, sin inmutarse, sonrió levemente, sus ojos brillaron con diversion.

—No se preocupen. He revisado cada detalle y todo esta anticipado. Esta vez vamos a despedazarlo. Estamos listos.

Pasaron la mañana revisando minuciosamente el informe. Betty comenzó explicando nuevamente las correcciones que había hecho en el plan financiero.

—He ajustado los costos para no rebajar de forma abrupta la calidad, además con las inversiones podemos comprar algunos insumos en dólares eso nos ayudara a equilibrar las finanzas —dijo Betty, señalando una gráfica en el informe—. Además, he identificado otras áreas donde podemos reducir costos sin afectar la calidad de la producción.

Armando la miró con admiración.

—Definitivamente creo que todo saldrá bien. Sabía que podríamos contar con usted para esto.

Mario, con un poco mas de cautela, dijo:

—Si esperemos que todo alga bien además con el tema de Olarte tenemos otra ventaja.

Armando se quedó pensativo por un momento antes de hablar.

—Beatriz, mire yo la necesito al frente de esta reunión. Usted tiene el conocimiento y confió en sus habilidades para que esto salga bien.

Mario asintió en acuerdo.

—Sí, usted es nuestra mejor carta. Pero necesitamos estar listos para respaldarle si Daniel se pone difícil.

Betty, con una confianza inquebrantable, respondió:

—Lo tengo todo cubierto.

Mientras terminaban de revisar el informe, Armando no pudo evitar mirar sutilmente a Betty.

—Betty, usted un talento increíble para esto. Tenga por seguro que usted es una persona de mi entera confianza. Le que si todo sale bien la ascenderé inmediatamente a Asistente de presidencia

Betty sonrió con una mezcla de diversión y calidez.

—Haré lo que sea necesario para asegurar el éxito de Ecomoda y de su gestión, señor Mendoza.

Posteriormente todos fueron a almorzar, desde que inicio a trabajar en la empresa Beatriz suele almorzar sándwiches de la cafetería, incluso de vez en cuando había lasaña, había escuchado que todas las secretarias iban al corrientazo, a Betty le llamo la atención hasta que cayo en cuenta que se vería con el "cuartel de las feas" realmente la interacción que tenia con ellas era bastante poca, no aparentaban sér malas personas pero sin duda eran muy chismosas asi que evito tener un contacto mas profundo con ellas.

De vuelta en la oficina después del almuerzo, Armando y Mario encontraron a Betty afinando los últimos detalles del informe.

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