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Han pasado cinco días desde el accidente de Rogelio, la señora Angela no a regresado desde ese día, mamá me dice que las cosas parecen mejorar, que hace dos días en la noche al parecer Rogelio abrió los ojos por un momento, eso me alegra, él me agrada... la verdad no se, desde hace años tengo esta maldita duda en mi mente, es que siempre me gusto ver a ese niño sonriente todos los días, pero me ignoraba y la única forma en que podía llamar su atención era con violencia, lo se, soy un idiota por pensar que esa era la manera correcta, además mis amigos me decían cosas de él, hasta un día llegaron a insinuar que yo le gustaba. Desde ese día creo que siempre tuve esa duda, por eso me atreví a preguntarle a Rogelio esa estúpida pregunta, tal vez yo quería que al menos me dijera que... si.

Me di un baño con agua tibia para dejar de pensar un poco al menos, después me puse unos shorts grises y me tumbe en la cama de Rogelio, no quise ponerme camisa porque el calor es terrible, incluso así como estoy siento mucho calor.
Tome mi celular para revisar si tenia algún mensaje nuevo, parece que si, es de mamá. Tal parece que ya dieron de alta a Rogelio, vienen en camino, no puedo evitar sentirme contento porque él regresara, lo único que me preocupa es que me culpe de lo que sucedió, yo se que fue un accidente, nadie tuvo la culpa de hecho.

Escucho el timbre de la casa, ¿será que ya están aquí? Me levanto con rapidez para ir abrir, no sin antes ponerme una playera celeste, no me gusta mostrar mi cuerpo... nunca me a gustado. Al abrir la puerta me quedo paralizado al ver a Rogelio, en su cabeza lleva un vendaje, su mirada recae en mi, me incómoda un poco... me quito de la entrada para dejarlo a él, a su madre y a la mía entrar, noto que la señora Angela me mira extraño.

- Héctor... -.Solo espero que la señora ya no esté enojada conmigo- ...lamento mucho la forma en que te trate, no debí culparte injustamente...

- Señora, la entiendo, se que me estaba hablando desde su dolor -.Le sonreí-

- Gracias -.Ella me da un abrazo el cual correspondo-

Siento como pierdo un peso de encima, me alegra que al menos la mamá de Rogelio ya no esté molesta y me culpe de lo que sucedió, se perfecto que la culpa es un sentimiento que nos asfixia poco a poco, por eso siempre e tratado de ser honesto y reconocer lo que hago mal, pedir perdón también ayuda.

- Vamos hijo, te ayudo a subir -.La señora se lleva a Rogelio del brazo-

Me quedo mirando como suben a pasos lentos la escalera, por un momento veo la imagen de Rogelio rodando por la escalera, la sangre... ya no quiero pensar en eso.

- Sabía que Angela reaccionaria, ella es buena persona -.Mamá me abraza contenta, le correspondo con cariño-

- Me alegra que él ya esté mejor...

- A mi igual amor, pero esta algo callado el chico -.Concuerdo- Solo espero que no te vaya a culpar o algo.

- Tranquila mamá, todo estará bien -.Bese su mejilla-

Subí con rapidez la escalera, me acerqué a la puerta del cuarto de Rogelio, escucho a su hermana diciendo lo mucho que lo extraño, lo mucho que lo quiere y ama, esa niña tiene un gran corazón. La niña sale feliz, después su mamá que cierra la puerta con lentitud.

- No quiero molestarte, pero si en el llegado caso de que suceda algo con mi hijo durante la noche... -.Comprendi de inmediato a que se refería-

- No se preocupe, estaré pendiente de él y si sucede algo le gritaré -.Ella me sonríe amable-

- Muchas gracias, yo iré a bañarme, les hablo para la cena después -.Asiento-

Ella se retira, me alegra que la señora Angela confié en mi, solo espero que Rogelio no este molesto o algo conmigo, pues al final de todo, mi pregunta causó todo este problema. Abro la puerta y miro a Rogelio en su cama con el celular, él me mira por un momento y regresa a lo suyo, auch, me ultra ignoro. Cierro la puerta y me acerco al borde de la cama, tal parece que tendré que hablar yo.

- Me alegra verte -.Él me mira extraño y deja al lado el celular, es un progreso- En verdad.

- Héctor yo... -.Me miraba con cierta culpa en la mirada- yo... yo... perdón.

- Esta bien, yo ni debí haberte preguntado esa estupidez -.Me reí algo nervioso-

- Si...

Levanté la mirada para verlo, él se veía bastante inquieto, no paraba de mover sus dedos y sus manos, yo en realidad no podía dejar de mover mi pierna. No me gusta sentirme así de vulnerable, yo pensaba que era alguien fuerte, pero cuando papá murió descubrí que soy tan vulnerable como cualquier persona, mamá dice que llorar no está mal, pero a mi no me gusta parecer cobarde, mucho menos nervioso como ahora. Ninguno dijo nada después de eso, creo que la conversación no daba para más y además ninguno de los dos parecía en querer seguirla.

Después de la cena los ánimos parecían mejores, las niñas se veían más alegres y Rogelio por fin estaba dejando de estar tan callado, me agrada escuchar lo que dice, en la escuela él siempre era el primero en responder las preguntas del maestro, siempre tenía algo que contar a los demás, yo en cambio solo me podía conformar por escuchar de lejos.
En cuanto llegue al cuarto me acosté para dormir, paso un rato cuando Rogelio también se fue a dormir, la verdad estoy atento a cualquier cosa.

- Em... en verdad... -.Lo escuche susurrar- lo sis... sen... siento.

Sentí su mano tocar mi cabello, una sensación extraña me invadió, como un escalofrío. Su mano duro un largo rato en mi cabeza, la verdad me gusta esta sensación, ¿a quien quiero engañar? No se si estoy bien, pero Rogelio desde siempre me a cautivado, es su personalidad lo que me gusta, o tal vez me gusta él...

ONE SHOTS- BORRADORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora