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𝗘𝗺𝗶𝗹𝘆 𝗥𝗼𝘀𝗲

Ya tenía casi tres días en este hospital y aunque no hacia casi nada no me podía quejar , Jack esta siempre presente allí para mi, siempre me cuida y aunque lo hace porque es su deber como enfermero y doctor quiero creer que es porque me ve como algo más que eso... Como una amiga alguien en quien pueda confiar.

Acá me encontraba en mi habitación, hasta que vi a Jack entrar con aquella sonrisa que hace que mi corazón se estremezca y yo me quedé sin aliento.

Una sonrisa que simplemente te hace suspirar.

—¡buenos días! , ¿como estas?, ¿alguna molestia?.

—creo que no aunque... —ví como el se paraba en su lugar y permanecía allí solo para escucharme hablar— mis pies están hinchados... Es algo normal?.

Su rostro, su expresión, esa expresión que hizo no me ha dado buena espina... Es una expresión de ¿tristeza?, ¿preocupacion? No lo se no la puedo descifrar muy bien.

Algo malo ha pasado, lo se

—han empezado... —escuche en un susurro muy bajo aunque ha llegado a mis oidos— es solo otro efecto... No te preocupes ya pasará.

—¿porque siento que me ocultas algo?—ladee la cabeza hacia un lado aún sentada en la camilla.

—suspiro y dejó de hacer lo que estaba haciendo— no te estoy ocultando nada, es solo otro efecto de la enfermedad, tu tranquila todo estará bien.

Y aunque siento que aún me oculta algo debo de decir que sus palabras son como algo sumamente especial que hace que mi mente tenga paz, que solo lo escuche a el y que se olvide de los problemas que hay a mi Alrededor.

—asentí por fin convenciendo de que no había nada más alla—hoy hay paseo, ¿quieres ir? , sabes que es opcional — su sonrisa no tardo en aparecer en mi zona de visión.

—claro, estoy harta de ver estas mismas paredes siempre, de casualidad ¿no puedo pintarlas? — ví como el haberlo los ojos un poco más y reía mientras negaba — si, si, lo sé solo... Era broma.

"Lo querías ver reír"

"Era broma, no era por eso"

"Te mientes a ti misma"

Estúpida conciencia.

Salimos de la Sala del Hospital hasta el patio de este Jack no paraba de sonreír mencionando lo mucho que le gustaban los Juegos de terror mientras yo solo le podía decir que a mi me daban miedo y por eso no los jugaba muy seguido.

Cuando estábamos por llegar al lugar en donde siempre nos sentamos me tropezó con el pies de alguien que estaba a un costado recostado en el verde césped de aquel bello jardín.

oh, perdón no te ví — al ver al chico levantarse de donde se encontraba ví que era un paciente más de aquel gran hospital.

—no te preocupes—sacudió su uniforme y me extendió la mano— me llamó julio un gusto.

Le acepte la mano gustosa.

—julio miro a Jack y después me miro a mi—¿son pareja?

No hace falta mencionar que mis mejillas se tornaron de un color rojizo de manera casi inmediata mientras negaba frenéticamente por los nervios y vergüenza que me consumía en ese preciso momento.

—oh, no, no, no, el es mi ¿enfermero? ¿Doctor? O ¿amigo? , puede ser cualquiera de eso pero... Parejas no.

—julio extendió su mano en dirección de Jack y dijo— cuídala... Parecen parejas así que lo daré por echo

En medio del dolor ©aliss Ortiz // En Edicion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora