Capitulo 2

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NARRA ONA

Siempre he pensado que la mayoría de personas son como el hielo. Se quedan durante un tiempo pero en el fondo siempre acaban desapareciendo.

Esa teoría la pude confirmar hace unos días, cuando estaba con Lucy en Costa Rica y mientras volvíamos en un crucero, se le ocurrió la fantástica idea de decirme que se iba del Barça y que era mejor dejar nuestra relación.

Me quedé flipando. No sabía como reaccionar, así que asentí diciendo un "lo entiendo" aunque no fuera verdad y me fui de allí para encerrarme en el baño de nuestra habilitación, que la tuvimos que compartir luego y fue bastante incómodo.

Ahora ya se había acabado todo. Se había ido del Barcelona y sabía que se había llevado ropa mía para acordarse de mi ya que había bastantes camisetas que me faltaban, cosa que me había puesto de mal humor.

Por lo único que estaba feliz era porque ya empezábamos la temporada y había nuevas fichajes que tenía muchísimas ganas de conocer, sobretodo a Ada Bonany. Alexia me había hablado maravillas sobre ella y me había enterado que era una de las jugadoras con más posibilidad de ganar el balón de oro este año junto a Caro.

Me senté en el asiento del piloto del coche y me quedé mirando el asiento del copiloto, donde ahora estaría Lucy si no se hubiese ido a Inglaterra.

Tenía que dejar de pensar en ella pero se me hacía inevitable.

El coche olía a ella. Mi ropa y mi almohada también. Todo me traía recuerdos de cosas que había hecho con ella.

Estaba en todas partes.

Me di cuenta que ya llevaba bastantes minutos embobada mirando al asiento del copiloto, así que centré mi mirada hacia delante y arranqué el coche.

Llegaba un poquito tarde a entrenar, pero no era nada del otro mundo. Últimamente había estado llegando tarde a todos los sitios. No tenía ganas de hacer nada más a parte de entrenar.

Llegué a las instalaciones unos minutos tarde. No era para tanto, las chicas seguirían en el vestuario así que no pasaba nada.

Entré al vestuario y lo primero que vi fue una chica rubia, vestida con unos pantalones de lino y un polo negro ralph lauren que le quedaba de puta madre.

¿Que cojones estaba pensando?

Vi como se giraba y me adelanté a presentarme.

—Soy Ona, un placer—dije sonriendo. Alexia me había dicho cosas estupendas de esta chica y esperaba que fueran verdad.

—Soy Ada, encantada de conocerte—dijo acercándose a mi para darme dos besos.

No se si fue mi sensación, pero el saludo fue como si estuviera a cámara lenta. Me recorrió una corriente eléctrica cuando mi mano entró en contacto con su brazo.

¿Que me estaba pasando?

Pude notar como a ella también le pasaba por la cara que puso, pero lo ignoró.

—Alexia nos ha enseñado videos tuyos jugando y eres buenísima—dijo Jana desde atrás mío, que también acababa de entrar al vestuario.

—Muchas gracias—dijo con una risa nerviosa.

—Si quieres hacemos unos toques antes de que empecemos a entrenar—propuso Aitana, que se unió a la conversación.

Cuando Nadie Ve-Ona BatlleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora