Capitulo 4 Sofocada

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Nubia despertó primero, notando como los brazos de Bada le apresaban de la cintura, con cuidado se sentó y volteo a mirar aquella escena.

Bada seguía profundamente dormida, su cabello se esparcía por toda la almohada y tenia un ligero puchero en los labios.

"Linda" pensó ante lo que veía, Bada le parecía una persona bastante atractiva, creyó que era de esas personas que no se podían ver mal fuera lo que estuvieran haciendo o lo que se pusieran.

Decidió no mirar más, comenzaba a sentirse rara y no le gustaba esa sensación, así que se levanto con delicadeza y comenzó a realizar un pequeño desayuno.

Realizo unos sándwiches los cuales fueron envueltos porque Nubia apenas se había dado cuenta de la hora.

2:45 pm y Bada tenia que estar en el estudio antes de las 4 y Nubia antes de las 5, así que guardo un sándwich para ella y uno para Bada y corrio al baño para darse una ducha, le sorprendía que la mas alta aun no hubiera despertado.

Cuando salió de bañarse decidió que era hora de despertar a la bella durmiente, eso o llegarían malditamente tarde.

—Bada...—susurro mientras removía con delicadeza el hombro de la otra.

Pero la bella durmiente parecía no querer despertar, solo se quejo intentado cubrirse los ojos.

—Bada Lee, tienes que despertar o te dejare aquí abandonada.—dijo con una voz en un tono mas fuerte.

—Déjame dormir, mamá.—reprocho Bada mientras surgía su lucha por intentar taparse los ojos, pero Nubia la retenía con sus manos.

—Esta bien que soy mayor que tú, pero eso no me hace tu madre.—se burlo Nubia.

Forcejearon pero Nubia tuvo que soltar una de las manos de la bicolor, pues aun seguía envuelta a su toalla y temía porque esta se saliera de su cuerpo.

—¡Bada!.—chillo la más baja cuando sintió que iba a caerse por los movimientos bruscos que la menor hacia al querer cobijarse.

Pero no logro caerse, las manos largas reaccionaron y tomaron las caderas cubiertas por la toalla de baño que Nubia aun conservaba.

—Unnie, lo siento.—dijo preocupada Bada mientras por fin había abierto los ojos y miraba la escena.

Había olvidado que aun seguía en el departamento de Nubia, se había perdido completamente.

—No volveré a invitarte a dormir, Bada.—se quejo Nubia mientras se recomponía y anudaba bien su toalla.

—Uh, lo siento, no sé cómo entre en sueño pesado.—se disculpo Bada mientras se rascaba la cabeza.

—¿Descansaste bien entonces?.—pregunto la morena quien ya se había dirigido a su clóset para saber la ropa que se llevaría y de paso buscar algo para Bada, pues no tendrían tiempo de que está fuera a su casa solo por ropa, tenían el tiempo encima.

—Bastante bien, estoy sorprendida, casi siempre tardo en poder dormir.—se estiró la pelinegra mientras se levantaba y tomaba su teléfono para ver la hora, abriendo la boca en grande al ver que se hacía tarde para su clase de las 4.

—Ve a bañarte, yo terminaré de arreglarme y te daré de mi ropa.—le ordenó la más baja y Bada acato las indicaciones sin rechistar. La menor jamás había llegado tarde a una clase y está no sería la excepción.

Nubia termino de arreglarse y a los 10 minutos Bada también, a la más baja le había dado un poco de gracia que los pantalones que le dio a Bada le quedarán cortos, tenían una marcada diferencia de altura, por suerte es que la más alta siempre guardaba un cambio de pantalones en el estudio.

Real me |Bada Lee| AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora