Capítulo 5

1.1K 78 5
                                    

2 meses después . . .

— ¿Así que es fractura? —le pregunto a Mateo a través del teléfono mientras me siento en el sofá.

— Sí, Emma está llamando a alguien para que nos venga a buscar —me comenta— porque su licencia está caducada y yo no puedo manejar con mi brazo así.

— Si quieres, puedo ir yo —me ofrezco— Dylan y Sophia están a cargo este fin de semana, así que estoy libre.

— ¿Y molestarte en el único fin de semana que te dejas libre al mes? —me dice riendo—Tranquila, Emma ya consiguió a alguien.

Hace dos meses que Mateo y Emma se casaron. Hace dos meses perdí la esperanza de que mi amor no correspondido pudiera serlo algún día. Pese a eso, nuestras dinámicas no han cambiado mucho. Después del mes de luna de miel que se tomaron, nos hemos visto unas tres veces debido a la alta temporada de bodas, lo cual considero normal, ya que incluso antes de casarse, en estas mismas fechas, lo veía menos.

— Bueno, cuídate y saluda a Emma —me despido.

— Novi, te envío saludos —dice hablándole a Emma—. Ella también te dice hola, cuídate, no te duermas tan tarde y come.

— Adiós —digo y cuelgo la llamada.

Los pasos en la escalera resuenan y veo a Henry, quien me sonríe al verme y se sienta junto a mí. Desde lo que pasó en la boda, Clara y Henry comenzaron a salir, por lo que ahora mi querido amigo extranjero pasa bastante tiempo con nosotras, lo que me trae recuerdos de la universidad.

— Noviembre, ¿quieres eat something? —me pregunta Henry.

— Podríamos pedir Chinese food —le sugiero—. Es la favorita de Clara.

Como si fuera un niño pequeño, abre los ojos emocionado y comienza a buscar algún lugar para pedir, mientras que Clara está en el supermercado ya que todo se ha estado acabando más rápido debido a que ya no somos dos las que viven aquí.

— Pide mucho, para que llegue al mismo tiempo que Clara —le digo mientras me levanto para buscar un vaso de agua.

Cuando me paro, siento un poco de mareo, pero siempre me pasa cuando me levanto rápido, así que camino más lento hacia el refrigerador. Sin embargo, siento cómo mis piernas pierden fuerza. Intento mantenerme de pie, pero caigo y todo se vuelve más nublado y oscuro. A lo lejos, escucho a Henry hablando en inglés, probablemente preocupado. Intento decirle que todo está bien, pero no logro ni siquiera abrir mis ojos y caigo en un pequeño sueño.

Despierto confundida, las luces blancas del techo me deslumbran y no puedo ver bien. Me esfuerzo por enfocar y noto que Clara está a mi lado, sujetando mi mano. Intento hablar, pero mi garganta está seca y solo un susurro sale de mis labios.

— Hola, nos diste un susto —dice Clara, apretando mi mano con suavidad—. Estás en el hospital, todo está bien.

Parpadeo varias veces, tratando de aclarar mi visión. Noto que estoy en la sala de emergencias y mi brazo está conectado a una vía que probablemente tenga suero y un montón de otras cosas. Frente a la camilla, algo alejados, veo a Mateo con su brazo en un cabestrillo y a Emma hablando con un doctor.

— Henry llamó una ambulancia, pero estaba tan nervioso que solo podía hablar inglés, así que te subió al auto y te trajo aquí, pero no logró calmarse —me cuenta Clara mientras me da una botella de agua abierta—, por lo que llamaron a tu contacto de emergencia, quien aún es Mateo. Por eso están aquí.

Bebo de la botella y asiento a la información. Cuando estábamos en la universidad, no tenía la mejor relación con mi papá, por lo que le pedí a Mateo que él fuera mi contacto de emergencia. Podría haber jurado que lo cambié cuando mi relación con papá volvió a la normalidad, pero tal parece que no.

Clara hace unos gestos y tanto Mateo como Emma se despiden del doctor y se acercan a mí. Ambos parecen preocupados y me sonríen al verme. Mateo me comenta cómo lo llamaron diciendo que había un chico que solo hablaba inglés, y que no lograban entender, por lo que ingresaron mi nombre, una de las pocas cosas que le entendieron al pobre Henry, y lo contactaron.

— Te dije que comieras bien —me dice Mateo.

— Es temporada alta, pero nunca me había pasado esto —le comento sentándome en la camilla.

Nos quedamos un poco más charlando, hasta que llegan Henry y... Lucas, con algunos cafés y cosas para comer. Me sorprende ver al hermano de Emma aquí, y tal parece que mi rostro no logra ocultar la sorpresa.

— Lucas nos trajo, como mi licencia está vencida y Mateo no puede manejar —me dice Emma, notando mi expresión.

— Hola —me saluda Lucas mientras entrega los cafés que trae consigo—. ¿Quieres algo, Noviembre?

— Debemos esperar a ver qué dice el doctor —interrumpe Clara—. Después le podemos dar toda la comida que quiera.

Justo en ese momento, llega un doctor, con bastantes papeles en su mano y les pide a los chicos que se retiren, para darme el diagnostico. Sin embargo, le pido a Clara que se quede junto a mí.

— Hola, Noviembre. Soy el doctor Ramírez. —dice el médico con una sonrisa tranquilizadora mientras revisa mi expediente—. Bueno, los resultados de tus análisis indican que tienes anemia, falta de vitamina D y niveles bajos de calcio. Pero con un tratamiento adecuado, todo estará bien para la gestión correcta del bebé.

¿Bebé? ¿Qué bebé? Tanto Clara como yo nos quedamos sin palabras, mirándonos la una a la otra. Mi mente da vueltas tratando de procesar la información, mientras Clara me mira con los ojos muy abiertos, reflejando el mismo asombro y confusión que siento.

— ¿De qué bebé habla? —logro preguntar.

Noto la mirada de sorpresa del doctor, quien revisa nuevamente sus papeles.

— Noviembre Ortega, ¿verdad? —me pregunta, asegurándose de mi nombre.

— Sí.

— Lo siento señorita ¿No sabía que estaba embarazada?—me pregunta—. Tiene aproximadamente dos meses.

Mi rostro debe ser un poema en este momento. El doctor llama a una enfermera para que traiga una máquina para hacerme una ecografía.

— Noviembre —me dice Clara, aún incrédula—, pero ¿cuándo...?

— La boda... —digo, tratando de procesar lo que está sucediendo.

— De Mateo —añadimos al mismo tiempo, conectando los puntos.

------------

CHAN!

Ya saben gente, siempre cuídense para que no terminen con una sorpresa como Noviembre.

Planificando Sentimientos |FINALIZADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora