— Van a ser abuelos —anuncia Lucas, su sonrisa temblorosa traicionando el nerviosismo que intenta ocultar—. Voy a ser padre.
Emma mira expectante a sus padres, con una enorme sonrisa en el rostro, radiante de felicidad por la revelación. El padre de Lucas lo observa con una expresión que refleja sorpresa, pero pronto una leve sonrisa se dibuja en su rostro.
— ¿Es verdad? —pregunta, su tono revelando el impacto de la noticia.
— Sí, sé que puede parecer repentino, pero...
Antes de que pueda terminar, su madre se levanta rápidamente y lo envuelve en un abrazo. Veo cómo algunas lágrimas resbalan por su rostro mientras sonríe y le da pequeños besos en la mejilla. A pesar de la emoción, logra recomponerse y regresa a su asiento.
— No puedo creerlo —dice, feliz, mientras mira a su esposo—. ¡Vamos a ser abuelos!
— ¿Y quién es la madre? —pregunta el padre de Lucas, ahora con una sonrisa más suave y cálida.
— Bueno... —Lucas respira hondo antes de continuar—. La madre es Noviembre.
La sorpresa en los rostros de los padres de Lucas es evidente. La madre, todavía emocionada, mira primero a Lucas y luego a mí, intentando procesar la noticia. El padre de Lucas entrelaza sus manos sobre la mesa y nos observa con curiosidad.
— ¿De verdad? —pregunta, con la misma mezcla de asombro y alegría en su voz—. ¿Ustedes dos...?
Antes de que pueda terminar la frase, Lucas carraspea ligeramente, visiblemente incómodo. Suelta mi mano solo por un momento, frotándose la nuca, y responde:
— Bueno... formalmente no somos nada aún —dice con cierta vergüenza—. Pero... nos estamos conociendo. Y estamos comprometidos a enfrentar todo esto juntos.
Sus padres asienten lentamente, procesando la respuesta. La madre de Lucas, después de unos segundos de silencio, se levanta con una sonrisa, camina hacia mí y me envuelve en un cálido abrazo.
— Felicidades, Noviembre —dice suavemente, sus ojos brillando con emoción—. No puedo imaginar mejor noticia. Estoy muy feliz por ustedes.
La calidez de su gesto me toma por sorpresa, pero no puedo evitar sonreír y devolver el abrazo. Siento cómo pequeñas lágrimas empiezan a deslizarse por mis mejillas, emocionada por la reacción de los padres de Lucas. Si hubieran respondido como lo hizo mi padre, no sé si lo habría soportado. Este alivio en mi corazón es inmenso.
Cuando el abrazo termina, Lucas nota mis lágrimas al igual que Mateo. Ambos me ofrecen servilletas casi al mismo tiempo. Me miran, esperando que elija alguna, y, tras unos segundos, opto por tomar la de Lucas. Al hacerlo, noto cómo el rostro de Mateo se endurece levemente, como si un destello de molestia cruzara por sus ojos.
Emma se acerca con una gran sonrisa para felicitar a Lucas y a mí. Sus palabras son cálidas y sinceras, y a pesar de la tensión, me reconforta escucharla. Sin embargo, no puedo evitar notar que Mateo, aunque intenta ocultarlo, no parece tan feliz. Sus gestos y su expresión me dicen que no está del todo contento, y por un momento, me pregunto si su reacción es más profunda de lo que aparenta.
La conversación avanza con las preguntas típicas de los padres. Quieren saber cuánto tiempo llevo de embarazo, cómo me siento, y otros detalles relacionados. Lucas y yo respondemos con paciencia, intentando mantener la conversación ligera y agradable. Sin embargo, la acumulación de preguntas empieza a ser un poco abrumadora.
— Creo que necesitamos un descanso —dice Lucas finalmente—. Vamos a ir a la terraza trasera. Todo esto de contestar preguntas es un poco agotador y me gustaría estar a solas con Noviembre un rato.
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Planificando Sentimientos |FINALIZADA|
Roman d'amourNoviembre Ortega tiene bien definido su camino, como organizadora de bodas, su habilidad para mantener todo bajo control es su mayor fortaleza. Sin embargo, tras el dolor de un amor no correspondido, encuentra consuelo en los brazos de un desconocid...