Capitulo 38

32 0 0
                                    


-Hasta que finalmente te conocí, Mia. Jamás me había atrevido a hablarle a alguien más como te hablé a ti ese día- remarcó una leve sonrisa en su rostro- Recuerdo que me respondiste con tanta amabilidad y me miraste con una mirada llena de gentileza, una mirada que nunca había recibido de una persona extraña-suspiro ligeramente - En ese momento, supe que serías mi mejor amiga. Ser sociable nunca fue mi fuerte, pero me gustaba sonreír y divertirme...- volvió a sonreír con una mirada de tristeza - hasta que mi madre falleció cuando tenía 10 años. Después de eso, mi padre se volvió a casar y cambió, volviéndose diferente con todo el mundo. Y cuando Karen cumplió la mayoría de edad, logramos salir de su casa en busca de un nuevo comienzo. Pero después de todo eso, me volví más reservada y diferente... Creo que ya te lo he dicho pero mejore hasta que te conocí, eres una buena amiga Mia-

Me detuve en seco al ver como las lágrimas brotaban de los ojos de Susie. La miré durante unos segundos, impactada por la magnitud de su dolor. No tenía idea de que había pasado por tanto. Ella es una persona increíble, y no se merecía todo lo que le habían hecho pasar. Me acerqué a ella y la abracé fuertemente, dándole mi apoyo incondicional. Dejé que se desahogara por un tiempo, permitiéndole liberar todo el dolor y la tristeza que había estado guardando.

-Lo siento muchísimo- le dije, con la voz llena de emoción. -No sabía por todo lo que tuviste que pasar. Pero te prometo que, a partir de ahora, no volverás a pasar por eso. No volverás a estar sola, nunca más tendrás que enfrentar el dolor y la tristeza sin mí. Y si alguien se atreve a meterte conmigo, las verá conmigo. Estoy aquí para protegerte y apoyarte, siempre-

Duramos mucho tiempo abrazadas, mientras Susie se calmaba poco a poco. No la presionaba, solo quería que se sintiera mejor, más tranquila y segura. Eso fue lo que traté de hacer, ofreciéndole mi apoyo y mi presencia.

-Te quiero mucho, Susie- dije con una pequeña sonrisa, mientras acunaba su cabeza en mi hombro.

Ella sonrió ligeramente, mientras se secaba las últimas lágrimas con la manga de su camisa. -Y yo a ti, Mía-  respondió con voz suave, su mirada llena de gratitud y cariño.

Llegamos un poco tarde al instituto, pero logramos tomar las últimas clases. Continuamos con nuestro día tranquilo, pero tenía una sorpresa para Susie, algo que había preparado especialmente para ella. Así que esperé a que todos salieran del aula y aproveché el momento para sacar algunas cosas de mi casillero.

-Nos vamos Mia? - pregunto Susie

-Si en un segundo te alcanzo- respondí

-Bien, te espero afuera - dijo Susie, asentí con una ligera sonrisa

Joel aprovechó el momento adecuado para acercarse a mí. -Hola, preciosa- dijo Joel mientras se recargaba de los casilleros-  No pude evitar notar que llegaste tarde. ¿Todo bien?- preguntó con una sonrisa.

-Si, todo está bien. Lo siento, pero tengo que irme-  respondí apresuradamente.- sabes que debes de tener cuidado al acercarte a mi cierto?

-Lose pero ahorita no hay nadie, no tienes por qué preocuparte - respondió Joel con tanta tranquilidad

-Mia, podemos hablar?- insistió Joel.

-Ahora? Es que tengo que irme- dije, mirando hacia los lados para asegurarme de que no había nadie escuchando.

-Si, no tardaré lo prometo -dijo Joel

-Bueno, ¿de qué quieres hablar?- pregunté finalmente.

-Pude comunicarme con Elena, pero insiste en que hablemos en persona. Quería saber si me podrías acompañar- explicó Joel.

-Lo lamento, me encantaría acompañarte  pero no puedo ir contigo. Ya tengo planes- dije, sacudiendo la cabeza. -Pero puedes ir tú. Puedes ir a averiguar qué es lo que quiere, Confío en ti-

-¿Estás segura de eso? ¿No te molesta que vaya solo?- preguntó Joel, buscando mi aprobación.

-No, por supuesto que no. Ve y averigua qué es lo que quiere. Más tarde hablamos de lo que te dijo, ¿vale?- dije, sonriendo ligeramente.

-De acuerdo- respondió Joel. -te quiero Mia

-yo también te quiero Joel, pero ahora sí tengo que irme. Nos vemos luego-

Cerré mi casillero y le di un beso rápido en los labios a Joel antes de irme. Sentía un cosquilleo extraño en mi estómago, un cosquilleo raro. Pero confío en Joel y eso me basta, me repetí en el transcurso del camino.
Me acerqué a Susie, que ya me estaba esperando con una sonrisa.
-Pensé que no vendrías- dijo, con un tono de broma

-Lo lamento, es que me distraje- respondí, encogiéndome de hombros.

-Está bien, nos vamos a casa?- preguntó Susie, empezando a caminar.

-De hecho, quisiera que hiciéramos otras actividades- dije, deteniéndola con un gesto.

-¿Qué clase de actividades?- preguntó Susie, con curiosidad en su voz.

-Es una sorpresa...- dije, sonriendo misteriosamente.

-Pero podrías hacer una excepción y decírmelo- insistió Susie, con una mirada persuasiva.

-Déjame lo pienso...- dije, fingiendo considerarlo. -No, no te diré nada. Así que será mejor que nos vayamos-

Susie comenzó a caminar detrás de mi, frunciendo el ceño
-Eres mi mejor amiga pero aveces tengo ganas de matarte- decía Susie mientras movía los brazos

-Si yo también te quiero- dije burlandome, la tomé del brazo y seguimos caminando
Llegamos a un centro comercial de la ciudad, era enorme y muy cálido, estaba repleto de tiendas de ropa, calzado, joyería, comida etc...

Después de una tarde llena de diversión, pasamos por los bolos, jugamos en el centro comercial y disfrutamos de los juegos de arcade y la pista de hielo. Pasamos tanto tiempo riendo y divirtiéndonos que nos cansamos de tanta locura. Finalmente, llegamos a un establecimiento de comida rápida, pedimos nuestros alimentos y comenzamos a charlar de tonterías.

-Mia, necesito decirte algo-, dijo Susie, con un tono nervioso.

-Claro, ¿de qué se trata?- pregunté, curiosa.

Susie dudó un momento antes de continuar. -Se que estoy arruinando nuestro momento, pero no puedo ocultártelo más tiempo. No puedo, lo siento-

-¿Debería preocuparme, Susie? -pregunté, confundida y un poco inquieta.

-Mia, lo siento mucho... -Susie dudó, buscando las palabras adecuadas- Necesito explicarte primero... Lo siento mucho...

-Me estás asustando, Susie. Solo dime, por favor -le rogué, empezando a sentir una sensación de ansiedad.

-Bien... -Susie tomó una profunda respiración antes de continuar- Quiero que sepas que eres una amiga increíble y no te mereces esto... Te conté cómo tuve que cambiar para tener una amiga en mi vida, cómo me costaba tener amigos o conseguir amigos... Cuando tú empezaste a salir con Joel, yo me quedaba sola y me sentía sola -suspiró pesadamente-. No quería sentirme de esa manera. Sentía que estabas muy ocupada con el instituto y con la situación de Ara y Dante, y con el noviazgo con Joel... Sentí que era demasiado y yo me sentí demasiado sola...

-Comencé a quedarme sola en casa porque Karen y Mike tenían citas y tú y Joel estaban en lo mismo. Me sentía abandonada, así que comencé a encerrarme en mi habitación mientras los esperaba. Luego, comencé a salir con Dorian hasta que él tuvo que ocuparse más en su entrenamiento. Después,comencé a platicar con alguien, comencé a conocer a alguien... y al poco tiempo comenzamos a salir para conocernos mejor -hice una pausa, mirando a Susie con expectación-.

-Susie, solo dílo -repetí, ansiosa por saber qué era lo que quería confesar.

-¡Estoy en una relación! -exclamó Susie, con una mezcla de nerviosismo y emoción.

-¡Vaya! No me lo esperaba, pero me alegro muchísimo, Susie. Me alegro demasiado por ti -dije, sonriendo de oreja a oreja.

-Mia... -Susie dudó un momento antes de continuar- Estoy saliendo con Ara.

Enamorada de mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora