○●cap 4●○

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Kokushibo estaba por tomar "justicia" bajo sus propias manos, pero para cuando quiso dar un paso más y usar su voz, sintió una palpitación abajo, en su vientre, casi en su pelvis, se quedó quieto un momento, apoyando su mano en el lugar que sintió aquella palpitación, luego de eso, sintió una fuerte punzada.
Sus piernas se pusieron débiles por el dolor seriamente inesperado y agudo. Casi cayéndose de rodillas, bajo la cabeza sosteniéndose muy fuerte su vientre, haciendo que esta vez Douma sea quien se esté preocupando por el. -¿Qué ray- Kokushibo no pudo terminar la frase, ya que fue tapada por un quejido ronco y bajo de dolor. -...¿Kokushibo? ¿Estas-estas bien?- Douma intento acercar su mano al hombro de Kokushibo, del cual seguía sin obtener una respuesta.

La mano de Douma fue golpeada por el alfa en dolor, la cual casi termina haciendo caer al omega, quien por poco pierde el balance. -Wow...viejo tranquilízate ¿Qué comiste? Tal vez algo te cayó mal...MUY mal...- Dijo Akaza, el cual solamente quería alivianar un poco la situación tras ver como el oji arcoíris era tratado por el alfa, el cual ya era notable que talvez estaba en mucho dolor.
Kokushibo levantó su cabeza un poco, lo suficiente para dejar ver un poco su rostro...Su ceño estaba fruncido, y su boca dejando resaltar un poco sus colmillos característicos de un alfa molesto, y de paso el lugar se estaba llenando de sus feromonas, las cuales hacían picar la nariz, eran agrias y picantes, hacían resaltar el molestar/enojo/ambigüedad de lo que el alfa estaba pasando.
-¿Qué está sucediendo aquí? Kokushibo, si no me equivoco te solicité en mi oficina hace unos pocos minutos para ver como ibas en tu trabajo.- Muzan salió de su oficina, pero se quedó quieto en su lugar apenas vio a Kokushibo casi en el piso, el cual apenas al escuchar la voz de su jefe se rindió y cayó de rodillas.

-Ok, hice lo que pude. Me voy de aquí- Dijo Akaza retirándose del lugar con los brazos en el aire. Douma, por su parte, estaba observando todo sin saber que hacer, pareciera que estaban pasando muchas cosas al mismo tiempo, Kokushibo ¿Qué le estaba pasando? Muzan ¿Acaso lo va a matar por no haber terminado su trabajo aún? Ese tipo de quien nisiquiera sabe el nombre que en algún momento va a molestar hasta que en algún momento le ofrezca un puñetazo muy generoso ¿Qué estaba haciendo ahí? La gente está viendo, y lo único que podía hacer era sostener su propia boca, pero su cara estaba serena, casi sin expresión alguna.
Con su condición, ese tipo de situaciones no eran las mejores al momento de afrontarlas, no sabía como reaccionar, como sentirse, que decir. Si reaccionaba por su cuenta, iba a ser algo que deja ver a la luz el como no entiende, no sabe o no tiene aquello que te hace reaccionar acorde a las situaciones. -¿Kokushibo?- Su jefe volvió a la hablar rompiendo sus pensamientos.-...esta bien, supongo que deberías de retirarte por hoy...- Dijo sin más, dándose la vuelta volviendo a su oficina.

Volvió su mirada a Kokushibo, quien en ese momento estaba llamando a su hermano. Aún estaba teniendo espasmos por las punzadas que le daba en su vientre, y Douma se animo a agacharse denuevo ( no aprende ) para tocarle el hombro. Esta vez si pudo llegar a tocarlo, estaba muy tenso, y llego a escuchar que murmuraba algo...duele...¿Qué?
-Kokushibo...¿Qué es lo que te duele?- Douma lo dijo con delicadeza para el tipo de personalidad que aparenta tener, pero Kokushibo no respondió, solo se quejaba. Douma trato de levantar un poco al alfa, lo cual milagrosamente pudo lograr, pero el contrario se le hecho encima, posiblemente buscando apoyo, y se encontró más de cerca con el aroma del omega, quiso levantar su cabeza para encontrarse directamente con la glándula del aroma del omega directamente, pero el dolor no se lo permitió.
Ambos agradecieron que ese momento no duró demasiado, pues aún habían personas en la escena, pero fue muy poco tiempo después que Yoriichi, el hermano de Kokushibo, llegó, justamente al mismo tiempo que estaba saliendo del edificio.

-Dame...Yo lo ayudo...¿Tu vienes con nosotros verdad?- Pregunto mientras tenía el brazo de su hermano apoyado alrededor de su cuello, Douma seguía embobado viendo el rostro de Yoriichi por lo sereno que era su rostro. -ahh...¡Si! Mi hogar sigue teniendo algunas reparaciones así que tengo que quedarme un poco más.-
Se subió al auto en la parte trasera junto a Kokushibo, quien parecía estar un poco más consciente, y este mismo se acercó al oído de Douma, buscando susurrar algo. -Te odio...- Su voz era ronca y pesada, pero bajita, y Douma creía que no lo decía con esas verdaderas intenciones de odiar. -Yo también te quiero...- Dijo respondiendo casi igual que su hermano, igual de bajito que Kokushibo.

●《Corazón》● [Kokudou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora