●《Corazón》● [Kokudou]

○●Cap 6●○

Mientras Yoriichi sospechaba y todos, aquellos otros 2 se estaban preparando para poder ir al lugar donde trabajaban. Kokushibo arreglando el mismo traje que siempre usaba, agradeciendo que este ya no contaba con aquel olor empalagante a café.
Douma mientras llevaba todo ese tiempo buscando un cinto.

Ambos se subieron al auto y se pusieron en camino para ir a sus trabajos, pero Douma estaba inquieto.

La gente sabe cuando uno se desespera, porque lo hace o cuando. Como cuando sabes que tienes que estudiar para una prueba importante que viene en un día, que tienes que tomar el bus a cierto horario y estas llegando tarde al trabajo, o que no entiendes algo que te explicaron 10 veces.
Pero las que no, las cuales son muy pocas, no saben como lidiar con ello, nisiquiera lo diferencian de su persona normal, como es el caso de Douma.

¿Por qué está desesperado? ¿De qué o por qué?
Esta desesperado por pedir una disculpa, sabe perfectamente que lo que hizo la noche pasada no fue algo que siguiera con las creencias o tradición de aquel alfa del cual ganó tiempo de residencia en su hogar.
Sigue sin conocerlo muy bien, sin saber siquiera su nombre real, sus gustos o si es que puede reírse, y en este tema que cosas le dan risa, o que cosas les parece entretenidas.

Se daba cuenta los muchos detalles que no sabía sobre esa persona la cual ya compartió un toque sexual con el. Tan íntimo y personal para el alfa, que se desesperaba aún más en pensarlo de esa forma, pero podía reconocer que sólo podía mantenerlo en su interior hasta encontrar la forma correcta en darle una disculpa.
¿Quien iba a poder ayudarlo? No tenía muchas opciones, la única persona que conocía que podía hacer eso era Yoriichi, pero no podía ir y preguntarle:

"¿Oye puedes ayudarme a disculparme de la forma correcta con tu hermano luego de que me ayudara a masturbarme?"

No. En definitiva no sería el. Ya estaba en su trabajo, pero distraído. Miraba a Kokushibo cuando este no lo miraba y no se daba cuenta, daba suspiros pesados mientras seguía pensando como hacer. Hasta que alguien le dio un pequeño golpe atrás de la cabeza, haciendo que salga de sus pensamientos y asustarlo un poco.

—¿Oye que te pasa? Deja de suspirar así y haz tu trabajo—
¿Y este quien era?
Era Akaza, uno de sus compañeros de trabajo más cercano a Muzan. Quería que se callara un rato, un momentito, no podía concentrarse en su trabajo mientras sentía que el rubio suspiraba de una forma que hasta parecía que se quejaba.

—Ahh...Lo siento. Estoy perdido en mi cabeza en estos momentos, ya me callo lo juro.— Dijo para ver por última vez a Kokushibo con un semblante un poco triste y hasta de preocupación. Akaza levanto una ceja con interés por la reacción de Douma cuando miro a Kokushibo de aquella forma.—Oye. ¿Te gusta Kokushibo?—

Douma sintió que casi se ahoga con aire de alguna forma u otra.

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