Atsumu Miya |1|

249 12 0
                                    

(tn): tu nombre
(ta): tu apellido
(cdo): color de ojos
(cdc): color de cabello

6 a.m., 25 de septiembre del 2012, prefectura de Hyogo, Kansai.

Otoño, las hojas secas caían lentamente haciendo un festín de colores cálidos en las calles vacías, algunas de ellas volando con rapidez ante la velocidad con la que el chico teñido de rubio corría, como si su vida dependiese, para llegar primero al gimnasio antes que su hermano. Atsumu odiaba esta estación, no era solamente porque era propenso a enfermarse o porque su color de pelo se camuflaba horriblemente con algunas hojas amarillentas de Hyogo, la odiaba porque era la estación donde la punta de sus dedos se resecaban y eso hacía que no pudiese tocar bien el balón, odiaba no poder sentir con perfección la pelota del deporte que tanto amaba. Por eso tal vez es que ahora estaba corriendo con los guantes de su hermano y no solo eso, su gorro.

"¡Sumu bastardo devuélveme mi gorro!" El gemelo menor (solo por 1 minuto), Osamu, gritó entre dientes, podría haber sido causa del aire helado de las mañanas de la estación o por lo rápido que estaba corriendo, pero sus mejillas estaban de un color rojizo que hacía juego con los árboles otoñales.

"¡No~! A mí me queda mejor Samu~" El rubio color mostaza (que nadie sabía si se lo dejaba así adrede o porque no tenía conocimiento de los matizadores) reía inocentemente mientras seguía corriendo escapando de su feroz gemelo. Estaba emocionado, hoy era el día en que la nueva manager de Inarizaki iba a aparecer y no había nada mejor para Atsumu Miya que llamar la atención. ¿Será linda? ¿Tierna? ¿Tendrá pechos grandes?
No importaba, lo único que estaba en la mente del rubio es que lo más probable era que ella se haya convertido en manager por él, era la única razón que él podía encontrar en su cabeza ¿Quién no querría estar en el equipo por él? Era un pensamiento totalmente egocéntrico, pero vamos, era el mejor armador de la prefectura y estaba de más decir que del país.

A lo lejos se podía divisar la entrada de la escuela y eso hizo que el oji-marron suspirara aliviado, ya estaba cerca de Inarizaki y eso significaba que iba a poder escapar de las manos de Osamu. En menos de unos minutos, ya se encontraba en las puertas del gimnasio agitado, sosteniendo la manija de la puerta orgulloso porque había sido capaz de adelantarse y llegar primero. Atsumu estaba con una sonrisa de oreja a oreja, iba a ser capaz de conocer a la manager antes que su gemelo y, mejor aún, luciendo un gorro (robado) que lo hacía lucir genial.

"¡Llegó por quien lloraban!" Las puertas se abrieron de par en par en el enorme gimnasio de la escuela y las pocas personas que se encontraban ahí, que en este caso eran los de tercer año, lo miraran con el ceño fruncido. No era extraño que todas las mañanas el armador entrara con emoción y desvergüenza, era casi como si lo hiciera a propósito solamente para divertirse, pero esta vez era con otros motivos. El chico entró al gimnasio agitado y con sudor en la cara, el gorro de Osamu totalmente mal puesto y la ropa desalineada, si su intención era quedar bien con la nueva manager del equipo, Atsumu terminó quedando como un desastre andante.

"Atsumu, no es necesario que gastes energía de más antes del entrenamiento." El capitán del equipo, Kita Shinsuke, le hablo con una voz calmada al ver al chico en ese estado, al lado de él, se encontraba una chica más baja que el peli-gris, con el uniforme deportivo de la escuela color bordó...eras tú, la nueva manager.
Normalmente el rubio en estos momentos le pediría disculpas a Kita desganado e iría a los vestidores sin apuro, pero su mirada se encontraba fija en la única presencia femenina del gimnasio. -Mierda, mierda, es mucho más linda de lo que esperaba- es lo único que pasaba por la mente de Atsumu al mirarte, tu cabello color ____(cdc) atado en una cola de caballo algo desarreglada y tus ojos ____(cdo) mirándolo con un leve ceño fruncido hizo que el corazón del rubio pegara un vuelco. Atsumu estaba acostumbrado a tener chicas cerca, después de todo era el chico más famoso de la escuela y tenía un cúmulo de admiradoras, tanto por su cara como por su talento como armador y a decir verdad siempre le molestaba la atención sobre exagerada, para él las chicas que estaban detrás eran molestas, ruidosas y obsesionadas con su apariencia más que por su talento en el voleibol. Cualquiera podría haberle dicho a Atsumu que el amor a primera vista existía y él se iba a reír en su cara, como si le estuviesen contando el chiste más gracioso de toda su vida...pero realmente ahora quería tragar esa risa, porque los ojos aburridos que le estabas dando mezclado con ese ceño fruncido que acentuaba el leve puchero en tus labios...Atsumu podía jurar ahora mismo y por lo más importante para él, el voleibol, que cupido había lanzado una flecha en su corazón y ahora solo podía ver ¿Bordó?...Osamu había puesto su chaqueta sobre su cabeza y ahora mismo estaba siendo tirado al suelo por un golpe en su gemelo izquierdo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

haikyuu x reader | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora