Libertad-María Corina Machado

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La claridad del día, entraba por mi ventana, me levante antes de que sonará mi alarma de las 7 de la mañana.

Hoy Maria Corina nos había citado a todos los venezolanos a protestar, como los días anteriores, yo soy fan #1 de Corina, esa señora me tiene completamente enamorada, verla es mi parte favorita siempre que hay eventos de este tipo.

Hice mi cama, saqué la ropa que me iba a poner el día de hoy y me metí a bañar , después de unos 10-15 minutos salí del baño y me vesti, baje a la cocina y me prepare mi desayuno, una nutrichicha y un pan que ya no sabia a pan, mi desayuno de todos los días, para serles sincera ya estaba cansada de el mismo desayuno todos los días, yo solo le pido a Dios que maduro entregue el poder para poder ser libres y felices y volver a esa Venezuela que era antes.

Después de desayunar, salí de mi casa en dirección donde Machado nos había citado a todos, yo llegué super temprano, tan temprano que solo habían 10 personas, pero mi hobby favorito era llegar temprano, de esa manera la podía ver a ella, subida en ese camión preparando todo junto a Edmundo y su esposa, yo era la más feliz, verla ahí arriba con su camisa blanca y su pantalón de mezclilla, y claro no pueden faltar sus distintivos rosarios.

Ya la hora había llegado, así que me fui acercando al camión antes de que toda la gente se acercara, ya que de esa manera podía quedar más cerca y verla.

Ella empezó a hablar y yo como enamorada que soy le prestaba mucha atención.

Pasaron 2 horas y media y el cansancio en mi cuerpo ya se hacia presente, al igual que la falta de agua y el dolor de cabeza, me comencé a sentir muy débil, en ese momento Maria Corina volteo a verme, yo la vi, ella me miró preocupada y me extendió su mano, yo escuchaba su voz como si estuviera bajo el agua "necesita ayuda, subanla" y de pronto sentí un montón de manos rodear mi cuerpo, por instinto tomé la mano que ella me extendió, con ayuda de sus amigos me subieron al camión, al estar ahí arriba me mantuve de pie y le sonreí y ella me devolvió el gesto, pero como por obra de magia, me desvaneci en sus brazos...