August- Ran Takahashi

three

Fuí a buscar a Luciano que estaba junto a su selección, todos estaban llorando cosa que me dió mucho sentimiento y tristeza.

——Bien hecho primo, no te preocupes, lo hicieron increíble.—lo abracé fuerte.

——Gracias Oli, sé que lo pudimos haber hecho mejor.—se sonó la nariz.

——Bien hecho chicos, para mí siempre serán los ganadores.—hablé fuerte para que me pudieran escuchar.

Recibí un "gracias" y sonrisas de varios, pero fue alguien en especial que se dirigió a mi y me abrazo por la cintura.

——Traté de dar lo mejor de mi, te lo juro Livie.—habló Nicolas quien lloraba en mi hombro y me sujetaba.

——Y lo diste, te lo prometo, jugaste tan bien.—lo tomé de los cachetes para que me mirara, seguido de esto le di un beso en el cachete.

——Te quiero mucho.

——Yo mucho más Nicolás.

Por alguna razón mire a mi izquierda, topandome con la mirada fija y penetrante de Ran, cuando se dió cuenta que ya lo veía solo se dió la vuelta.

——Me tengo que ir, seguro los alcanzo allá Nicolás, te quiero.—me despedí con un beso en el cachete.

Corrí rápido a dónde estaban los jugadores asiáticos, saludé y felicité a varios hasta que se me acercó Ishikawa.

——A dónde vas, traidora.—dijo burlonamente.

——Tarado, felicidades.—le pegue en el hombro.—vengo por mi celular, creo que uno de tus compañeros lo tiene.

Me miró confundido.

——No creo.—dio la vuelta y se dirigió a sus compañeros.—¿Alguno de ustedes tiene el celular de esta niña?—me señaló.

Todos negaron, pero había un desaparecido aquí, Ran no estaba.

——No Livie, nadie lo tiene.—me sonrió.

——¿Lo tienes tú, cierto?

——No, en serio no.

Me di la vuelta vencida y solté un bufido, ya di por perdido mi celular.

——Lo tengo yo.—rápidamente me di la vuelta al escuchar esa voz.

——Takahashi.—dijé.

——¿Es esto lo que buscas?—mostró su mano dónde sostenia mi celular.

——Si, es mío.—me acerque.

——De nada.—se dió la vuelta y desapareció de mi vista perdiéndose entre las puertas de aquella habitación donde ya había entrado antes yo.

——Que raro.—se acercó Ishikawa.

——¿Por qué lo dices?—lo mire confundida.

——No sé, el no es tan frío, es más de decirte "Toma, lo ví tirado y lo recogí, supongo que es tuyo, de nada no te preocupes."—lo imitó.

Reí

——No sé Yuki, no lo conozco pero estoy más que agradecida porque haya recogido él mi celular y no otro extraño.

——Pues tienes razón, oye, necesito ver las fotos que me tomaste.—me abrazó por los hombros.

——Ah si, cuando quieras.

——Los chicos y yo iremos a cenar hoy para festejar, no sé si quieras acompañarnos.—me miró.

——No lo creo, lo más seguro es que vaya con mis tíos y mis primos a cenar.

——Mm, está bien, podemos ir otro días nosotros dos.—me apretó.

——Puede ser.

——Te ví muy cariñosa con aquel jugador de argentina, Zerba no?—me sonroje cuando me lo dijo.

——¿Por qué lo dices?, solo lo consolé después de la jugada que les metieron.

——Los matamos.—dijo riendo pero solo lo mire mal y quite su brazo de mis hombros.—No hablaba en serio Livie, perdón.

——Si, no te preocupes, me tengo que ir ya.—lo abrace rápido y me fui.

Busqué la salida y una vez fuera me dirigí al carro de mis tíos.

——Livie tardaste mucho.

——Si, perdón tía es que me quedé platicando con Ishikawa.

——¿Entonces si encontraste tu celular?

——Si, lo tenía uno de la selección y me lo dió.

——¿Puedo saber cuál de todos?—me sonrió pícara.

——No tía, no pienses mal, lo tenía Tan Takahashi pero se portó algo grosero.—exclamé desinteresada.

——Oh, el muchachito guapo al que Lima le remato en la cara.—le explicó a mi tío.

——Sii, al que le tenía rato tomando fotos.—me sonroje de la vergüenza al escuchar eso que había dicho mi prima.

——Claro que no, era foto para todos.—me defendí.

Lo que resto del camino me la pasé viendo las fotos que había tomado, riendo al recordar el partido.

(...)

——Livie, dice mi mamá que te arregles porque vamos a salir a cenar junto a Luciano.—habló detrás de la puerta.

——Si, gracias por avisarme Giuli.

Rápidamente fui a mi armario a ver las opciones de ropa que tenía, porque conociendo a mi tía iríamos a un elegante restaurante.

Me bañé y terminando hice mi cuidado fácil, seque mi pelo y me hice una coleta alta, me maquillé un poco y finalmente me puse loción y cremas, después me puse mi atuendo que consistía en un vestido blanco tipo princesa, muy lindo.

——Livie, ¿estás?

——Si, justo me pongo mis zapatos y salgo.

Me puse mis zapatos romanos y salí casi corriendo.

——Ya estoy, ya estoy.—exclamé entrando al auto.

——Que hermosa te ves cariño.—me miro por el retrovisor mi tía.

——Muchss gracias tía, usted se ve increíble y muy guapa.—sonreí.

Llegamos al restaurante y vaya que era lujoso, un platillo aquí costaba lo doble de lo que había traído para sobrevivir en París.

——Tia, no creo que me alcance ni para el postre.—dije apenada.

——¿Y quién dijo que pagarías tú?—me sobo el hombro.

Sonreí en agradecimiento.

Mi tío pidió la reserva y tomamos asiento en una mesa bastante linda y elegante.

——Tia, ¿Luciano vendrá?—pregunté al no verlo aquí.

——Si corazón, en un momento vendrá ya que se quedó haciendo las maletas.

——Oh bueno.

Miraba a cada instante a la entrada esperando a Luciano hasta que ví como un grupo de japoneses bien vestidos entraban por la puerta quienes se veían que traía un gran ambiente, pero al reconocer quienes eran me quedé helada.

——Oli, pregunta el mesero que platillo quieres.—Giuli me saco de mi transe.

——Ah si, una Pasta Alfredo por favor.—dije amablemente.

El mesero tomo mi pedido y se fue, voltee mi mirada buscando a aquel grupo de chicos hasta que choque con la mirada de Ran, también me miraba, está vez no se veía más fuerte su mirada, está vez era suave y sincera, le sonreí esperando una misma sonrisa pero no fue así, solo volteo su cabeza, me sentí ofendida.

Parece que en un día ya le había caído mal.

/.../

Holii, voten plisss.