🧬 22 ~ 𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒋𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆: 𝑯𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆 🧬

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Ryan Worthington Wagner siempre había sido un chico al que le gustaba la historia. El día que nació su padre Warren Worthington quedó maravillado por las pequeñas alas que empezaron a salir mientras crecía.

Sin embargo, su padre Kurt Wagner aún tenía miedo de que algo malo le pasará a su hijo. Conforme pasaron los años el pequeño Worthington creció hasta tener la edad necesaria para ir a la mansión X.

-¿Y haré muchos amigos?-les preguntó a sus padres.

-Cualquiera querrá ser tu amigo, Ryan.-le dijo Kurt que conducía.

-Pero si se meten contigo no dudes en asfixiarlos con la cola.-le aconsejó su otro padre.

-¡Warren!

Tampoco era como que al niño le importase el comentario de su padre. Siempre había sido un chico muy inocente, pero cuando se enfadaba era capaz de crear un apocalipsis. Sus primeros días fueron bastante tranquilos hasta que llegó una chica rubia.

Dicha rubia era Irene LeBeau que había llegado con la intención, aunque lo negara, de hacer la vida imposible a Ryan y su amigo Newt. Aunque era su prima debido a que sus padres se consideraban hermanos su relación era la peor de todas.

La gota que quebró el vaso fue la llegada de Astrid y Tony a la mansión. Nunca cruzó muchas palabras con Astrid por miedo a que fuera como su hermana e incluso per. Por el contrario, Tony se convirtió en su mayor enemigo nada más cruzó dos palabras con él.

Todo comenzó un día que Ryan caminaba tranquilamente con su amigo Newt por los pasillos de la mansión. Su destino era el favorito del rubio, el jardín de la mansión, donde se sentía en plena libertad. Cerca de un árbol se distinguieron dos figuras que eran atemorizadas por un chico pelinegro y una chica rubia.

Newt suspiro, no quería intervenir siempre era lo mismo con esos dos. Al contrario que Ryan quien no dudo ni un segundo en acercarse al lugar de la situación.

-Dejalos tranquilos, Irene.-intervino la voz del rubio llegando.

-¿Y si no queremos? -le preguntó el pelinegro burlándose de la chica castaña.

-No te conviene enfadarlo.-le advirtió Newt al chico.

-¿Qué me hará? Es débil como su padre, por eso no lo visitan.-espetó Tony mirando a Ryan.

El rubio se acercó a él, pero su amigo lo detuvo diciendo que no merecía la pena. Irene aprovechó este momento para seguir burlándose de los gemelos mientras Tony se burlaban del rubio.

Fue entonces en ese preciso momento cuando Ryan perdió el control por primera vez. Sacó su cola que siempre escondía por miedo a los comentarios de la gente y la dirigió al cuello del pelinegro rodeándolo.

Todos los presentes que había alrededor de sorprendieron al ver el gesto del joven nunca lo habían visto así. El joven rubio no tenía ninguna intención de detenerse hasta que escuchó una voz detrás de él.

-Ya es suficiente-intervino la voz de un adulto que congeló a todos menos a los dos chicos.

-Yo...profesor yo solo...-intentó excusarse el rubio soltando a Tony.

-¡Es un monstruo, profesor! ¡Casi me mata!-se quejó el contrario recuperando la respiración.

-No es cierto, profesor. Estaba metiéndose con los gemelos Wilson.-se intentó defender Ryan.

-Suficiente Ryan a mi despacho ya.-ordenó el mayor dando la vuelta con su silla de ruedas.

El joven guardó su cola siguiendo a Charles Xavier no sin antes hacerle una amenaza al pelinegro rodeando su cuello con una mano y haciéndose el muerto para señalar al contrario.

New generation X #PremiosAstros2k23 #ElysianContestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora