Capitulo 5

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Jennie ha pasado las últimas dos horas consolando a Lisa, ella sabía que algo le pasa a la menor. Hizo bien en volver a Seúl.

Lisa la necesitaba y la sigue necesitando.

Jennie siente cómo la respiración de su novia ya es más tranquila y pausada.

Ella la recuesta en la cama y le limpia el rostro.

- Aún me asombra lo linda que eres Lili. Me encanta verte dormir. -

- Eso es turbio - Jennie se da cuenta de que Rosé está en la puerta de la habitación con un vaso entre las manos. - Un poco de té? -

Jennie le da un último vistazo a Lisa antes de salir de la habitación y seguir a Rosé a la cocina.

- Yo... - Jennie niega con la cabeza.

- Me imagino que Lisa te lo contó y no me lo contaste porque ella te dijo que no lo hicieras. No te preocupes no estoy molesta. -

- ¿Qué van a hacer? - pregunta Rosé

Jennie se lleva la taza a sus labios. El té, aún humeante, se desliza suavemente por su garganta, haciendo que su cuerpo entre en calor, es una sensación reconfortante.

- Aún no lo sé. Se que nuestros sentimientos son fuertes, lo que siento por Lisa es superior a todo. Podría mantener una relación a distancia con ella pero siento que dejaría de ser yo. -

Rosé intenta seguirle el ritmo a Jennie pero está algo confusa con lo último que ha dicho.

- Para que me entiendas. Lisa saca lo mejor de mi. Mucha gente piensa que solo hago lo que hago porque ella quiere y no es así. Lisa logra que haga cosas que quiero hacer pero que normalmente no lo haría porque pienso demasiado en las consecuencias. Lisa me hace ser más libre, sin ella perdería esa parte de mi. Y no sé cuántas veces podré despertarme y levantarme de la cama sabiendo que ella no está en la casa de al lado. Que no será lo primero que vea en la mañana. -

Rosé se sienta al lado de Jennie y le acaricia la espalda. No puede hacer más pero al menos espera que eso ayude a su amiga.

- No quiero que se vaya Rosie, no quiero perderla. Podemos hacer que funcione pero será diferente, posiblemente muchas cosas cambien. Puede que sea un año, que vuelva para ir a la universidad o puede que cambie de parecer y al volver a su casa, con su gente, con el resto de su familia decida quedarse. Son demasiadas incógnitas. -

- Ella no quiere irse. Desde que volvimos del parque y me soborno con una pizza. Lo único que hizo fue buscar trabajo a tiempo parcial. No está dispuesta a dejarte. -

Jennie suspira, no tiene ni idea de que harán pero no le hace gracia que Lisa busque trabajo. Un trabajo donde le pagarán una mierda y deberá hacer muchas horas extras incluso para pagarse un cuarto donde vivir.

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Jennie vuelve a entrar a la casa de Rosé algo más tranquila y con el desayuno.

Ella le avisa a Rosé quien bajó corriendo a la cocina, en cuanto escuchó la palabra desayuno.

- Lili - Jennie entra al cuarto pensando que Lisa aún estaría dormida pero la encuentra despierta, apoyada en el cabecero de la cama, mirando su móvil bastante concentrada.

Ella salta encima del regazo de su novia, quien se asusta pero se tranquiliza al ver que es Jennie.

- Buenos días. - Lisa deja el móvil a un lado, ya que no quiere que Jennie sepa lo que estaba haciendo. Y acepta el beso de buenos días.

- Buenos días, he traído el desayuno. Vamos a bajar a comer algo antes de ir a ver a tus padres. - Lisa agarra la mano de Jennie y no la deja ir.

- No quiero verlos aún - declara la menor. Jennie se vuelve a sentar en la cama. Con suavidad, sus dedos se deslizan por el cabello de Lisa, peinándolo en un gesto casi automático. El tacto de cada mechón entre sus manos le proporciona una extraña sensación de calma.

Todos los días - Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora