Capítulo 2

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Mi rostro todo húmedo por las lágrimas se iluminó frente la gran luz que éste emanaba.
Esta especie de portal comenzó a brillar tanto que ya no podía mantener mis ojos abiertos, me cegaba completamente.

Sentía cómo esa abertura flotante, que no era claramente de este mundo, comenzaba a absorberme o al menos lo intentaba, ya que yo me aferraba con todas mis fuerzas a la cama.
Peleaba y peleaba contra aquella cosa mágica...
Lastimosamente mis fuerzas son limitadas, haciendo que me ganara y me absorbiera, llevándome a aquel interior de incesante brillo.

Aquel pasaje mágico en sus adentros era como un tubo muy brillante de ese característico color azulado.
Parecía contener luces pequeñas como destellos o estrellas...
El brillo del lugar no cesaba dejándome deslumbrada ante su esplendor.
Sentía flotar e ir a gran velocidad en ese extraño túnel fluorescente.

No entendía que estaba sucediendo, el mundo se había convertido en un caleidoscopio de colores, sensaciones y sonidos extraños.
Experimentaba el miedo en mis rodillas que no dejaban de temblar.
Aquel pasadizo no parecía tener fin alguno, sentía que había flotado por horas dentro de él, como si el tiempo no existiera y se hubiera dado a la fuga.

Hasta que en un instante este interminable pasaje mágico me dejó caer violentamente en un tenebroso, sucio y oscuro callejón de una aparente ciudad o pueblo...
Me puse de pie y sacudí mi vestido que tenía mucha tierra.
Corrí para salir de ese lugar que estaba en plena penumbra y soledad.

Me encontré cara a cara con un pueblo...
Se veía muy hogareño y cálido, habían personas caminando por aquellas calles...
Aunque parecía estar todo en una época más antigua o pasada.

-¡¿Qué hago en este lugar?! -me dije a mi misma con algo de desesperación.

Comencé a caminar sin rumbo por las veredas del pueblo de forma apresurada, habían muchas casas humeantes de ladrillo y piedra.
Las calles eran angostas y todas llevaban a una gran plaza central que tenía abundantes negocios repletos de gente...
Mujeres que iban caminando por allí comprando se burlaban de mi apariencia, suponía que era por lo sucio que se encontraba mi vestido y por no verme a la moda del momento.
Realmente no me importaba demasiado lo que pensarán, lo único que me interesaba en ese momento era saber que hacía allí y como salir.
Mi respiración era irregular, me agitaba por la desesperación.

De tanto caminar probablemente en círculos, encontré un pequeño aljibe que se utiliza para sacar agua; ya que no había nadie en el lugar me acerqué y me senté en el borde de éste...
-¿Que debería hacer ahora? -me preguntaba en mi cabeza una y otra vez mientras veía ese pozo sin fondo.
Intentaba que mi respiración fuese normal, pero no era posible en esa oportunidad.

En aquel pueblo parecía ser más temprano que en dónde yo vivía; a penas dónde me encontraba el sol estaba ocultándose, como si el tiempo se hubiera retrasado unas horas.

-¿Qué voy a hacer cuando anochezca? -me pregunté a mi misma.
Tenía más dudas que respuestas.
Me fuí de aquel aljibe de piedra y volví a caminar sin dirección.
Observaba como la luna se colocaba en lo más alto y los habitantes del lugar comenzaban a encender faroles...
Todos se iban a sus casas dejando en soledad las calles, dejándome en soledad a mí en medio de ellas.

Caminé y caminé, hasta toparme con el mar...
Me encontraba en el mismo pueblo, pero éste tenía un puerto y una pequeña playa para pescar.
Todo se oscurecía, solo quedaba yo, los faroles que iluminaban las calles, las estrellas y la luna.
Me senté en el borde de un antiguo muelle que se ubicaba en la playa, estaba hecho de madera y había sido construido de una forma muy simple.

Me hallaba admirando el cielo y el reflejo de la luna en el mar.
Una de mis manos sostenía mi cabeza, mientras me preguntaba por qué me pasaba esto a mí.

Se apreciaban algas enredadas en el solitario muelle; el mar estaba casi en plena oscuridad, la luna se miraba como en un espejo.
Un extraño gato se me acercó, era blanco con manchas grises y muy peludo, parecía una pelusa.
Lo acaricié y éste se sentó en mis piernas con algo de desconfianza.
Me quedé así unos cuantos minutos...
Contemplaba las olas repletas de espuma con aquel gatito que poco a poco se iba quedando dormido entre caricias.

El sonido del oleaje y la brisa cantaban una sola melodía.
El ronroneo del animal resonaba en la quietud y mudez del pueblo...
Y mi mente solo sabía aturdirme con millones de pensamientos.

Maldito umbral entre mundos...
¿A dónde me has traído?
Este pueblo no tiene siquiera conocidos.
No encuentro lógica, ni propósito.
El frío del agua que salpica al chocar contra el muelle me hace experimentar constantes escalofríos.

Gracias a las luces de los faroles pude ver la imponente silueta de una sombra reflejada en las maderas del viejo muelle.
Me quedé helada un momento.
Sentía el crujir de las antiguas maderas y los pasos aproximarse a mí.
-Veo que conoces a mi amigo... -dijo una voz profunda y tranquila detrás mío.

Sueños entrelazados en la sombra ||PAUSADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora