Lady Elizabeth Beesbury se ve envuelta en intrigas políticas y un matrimonio arreglado cuando es llamada a la corte como dama de compañía de la princesa heredera.
Llevaba tres semanas casada y apenas veía a mi esposo, generalmente veía a mi esposo durante las comidas donde apenas cruzábamos palabras si no era estrictamente necesario aunque no me molesta. Pasaba mis días en la biblioteca, rezando o en los jardines, tambien se me permitía salir a la ciudad acompañada por un guardia y Ennik, la cual se había convertido en una amiga para mi.
—¿Quién era?— le pregunte a Ennik desde la tina.
—Una carta de la reina— la vi dejarla sobre mi tocador antes de acercarse con telas para ayudarme a salir de la tina —¿Tiene planes para hoy?—
—Por el momento no— respondí secandome —Pero no tengo ganas de salir—
Una vez vestida me senté en el tocador para que Ennik me peinara, aproveche de abrir leer la carta.
"Querida Elizabeth.
¿Como estas? ¿Como esta mi hermano? ¿Él se ha portado a corde a su nuevo papel como esposo? Nosotros vamos bien por el camino real, ahora acabamos de completar la tercera semana de viaje y estamos a tan solo una de llegar. Elizabeth te escribió tambien porque me preocupa la falta de noticias sobre consumación del matrimonio, entiendo que es debido al comportamiento de Gwayne durante la noche de boda, pero por favor considera apresurar la consumación pues es esencial que fortalezcan la línea de Gwayne con un heredero.
Espero recibir noticias positivas pronto, La Reina"
Me pregunto si tambien le escribir a su hermano, no me molesta consumar el matrimonio o embarazarme, pero no sería yo quien lo rogara después de todo fue él quien salió corriendo la noche de nuestro matrimonio y quien no a vuelto a aparecer.
Termine desayunando como todos los días en el salón, pero mi esposo ni los lores Hightower estaban en el salón y lo mismo se repitió a la hora del almuerzo. Termine pasando la tarde en la biblioteca haciendole compañia al maestre que estaba a cargo y quien me recomendaba libros para leer, esta tarde me había recomendado dos libros sobre la Fe que termine justo a tiempo para ir a cenar.
—Lady Elizabeth— un guardia interrumpió el camino de regreso a mi habitación luego de la cena—Lady hightower desea verla ahora— asentí y seguí al guardia hasta los aposentos de la señora del Faro.
—Elizabeth pasa, toma asiento— la lady ya estaba en ropa para dormir sentada en un sillón frente a la chimenea —¿Como estas? ¿Te has acostumbrado al Faro—
—Estoy bien mi señora y si, me he acostumbrado— respondí y ella asintió.
—¿Que tal tu habitación? ¿Te gusta?— asentí —Me alegro, en realidad Gwayne la eligió, pero yo me encargue de decorarla—
—Tiene gusto exquisito para la decoración— ella sonrió ante el alago, pero pronto la remplazó por un ceño fruncido.
—Elizabeth te llame aquí porque hay un asunto que me preocupa— se acomodó en su lugar —Como sabes yo no puedo tener hijos luego de mi dificultoso parto por eso Gwayne fue nombrado heredero— asentí para demostrar que entendía —Es muy importante que Gwayne tenga sus propios hijos y haga fuerte su reclamo con herederos propios— parece que la reina tambien le había escrito.
—Lo entiendo señora— ella negó.
—No lo creo, no creo que entiendas lo que se está jugando Gwayne— me miro molesta —Una de las condiciones de mi esposo para dejar a Gwayne como heredero es que tenga hijos propios, si no los tiene será reemplazado por su primo Horas—
—¿Aún si Horas será el lord Redwyne?— pregunte confundida.
—Horas tiene más hermanos a quien dejarle su casa y en mejor de sus casos tendrá sus propios hijos para repartir como quiera sus casas si no le das un heredero a Gwayne— explicó —La urgencia de que esto se haga posible fue una de las razones por las que te eligió ser Otto como esposa para su hijo, pero si no puedes cumplir con eso no habrá nadie que pueda ayudarte de ser enviada a las Fe y creeme he visto como han enviado a mujeres poderosas ahí bajo la excusa de que ellas querían servir— yo tambien lo había oído, lady Elisa había contado como una tía lady había sido llevada a la fuerza para que su esposo tomará otra esposa.
—Entiendo la situación— dije y ella hizo una señal para continuar —Pero es mi esposo quien se apartó, él me dejó sola la noche de mi boda y ni siquiera a intercambiado por gusto una palabra conmigo—
—Entonces búscalo tú— era más fácil decirlo que hacerlo —¿O acaso hay algo que te lo impida? ¿Tal vez cierta lady?—
—¿Cierta lady?— pregunte y ella me miro curiosa —¿Lady Sam?—
—Sabía que no podías ser tan ciega— me sonrió —Tú tienes algo que ella no y eso es la bendición de los Siete— por un momento su mirada se torno triste —Aunque claramente a los hombres no les importa mucho eso cuando se las llevan a la cama, pero esa es la naturaleza de los hombres —
—¿Se supone que debo aceptar compartir cama con él sabiendo eso?— pregunté y ella me miró divertida.
—Querida niña piensa con la cabeza y no con el corazón o con las piernas— respondió antes de señalar a mi barriga —Solo debes lograr que Gwayne ponga un hijo aquí y tendrás tu posición asegurada— se puso de pie —Deja que Gwayne se divierta con las putas que quiera, ninguna podrá reemplazarte—
Con esa última frase lady Hightower dio por terminada la conversación, salí de sus aposentos en dirección a mi habitación, pero cuando vi que luego de seguir el pasillo llegue a un lugar desconocido me di cuenta que había tomado el camino equivocado. Intente buscar a alguien un guardia o sirviente, pero los pasillos estaban vacíos.
Al girar en un pasillo al fin vi a dos personas, pero al acercarme quise no haberlas visto. Gwayne tenía contra la pared a Lady Sam mientras la besaba y manoseaba como panadero a la masa del pan, aunque, los sonidos que daba ella no parecía que fueran recibir besos. No les iba a dar importancia especialmente ahora que tenía que pensar en todo lo que dijo lady Hightower, por más que verlos me apretaba el estomago y ganas de ir a arrancarle los pelos a los dos decidí dar la vuelta y seguí buscando hasta que di con un sirviente que me acompañó hasta mi habitación
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aviso: prepárense porque esto es
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