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-  y.. dime Lauren como te sientes de trabajar aquí, como te trata mi sobrina y mi camilita aqui presente - dijo la rubia riendo sarcásticamente

Se encontraban alredor de la piscina, Lauren después de irse a los servicios regresó otra vez y sostuvieron una cordial conversación con Camila y Dinah hasta que la rubia no se aguantó y empezó su juego de preguntas.

- Dinah!! - la morena le reclamó - no tienes que responder Lauren

- No hay problema Camila - le sonrió - y contestando a su pregunta Dinah, pues sí, todos aquí me han tratado bien - dijo mientras miraba a la pequeña alejandra salir de la piscina, Camila se acercó con una toalla y empezó a secarla

- Eso es bueno, que estés a gusto, y como haces con tu esposo, ¿sabe que trabajas aqui?, ohh perdón, que inoportuna soy, discúlpame

- Descuide - suspiró bajando la mirada, un silencio se apoderó sabía lo que tenía que decir.
- Umm bueno, - la miró a los ojos - no me gusta hablar de mi vida privada y lo que le voy a decir será lo unicó que diré del tema

- No Lauren no tienes que responder, discúlpame, no tenía que preguntarte eso - dijo apenada la rubia

- No se preocupe, bueno.. soy viuda, mi esposa y mi hijo fallecieron hace un par de años

- Lo siento mucho Lauren

Camila y la niña se habian quedado sorprendidas de lo que la ojiverde habia dicho, sentían pena y curiosidad pero no preguntarian más

- Gracias, creo que fue suficiente por hoy, iré a descansar, un gusto en conocerla Dinah - le estrechó la mano

- El gusto fue mio Lauren - le respondío el saludo - ya nos estaremos viendo.

La ojiverde asintió y se retiró dejándolas sin palabras.
Se sentía lo turbio que había sido cuando les confesó lo de su esposa.

- Bueno amor es todo por hoy, vaya a su habitación a darse un baño y me espera en la bañera, ahí subo

- Mami quería quedarme - hizo un puchero

- Ya es tarde amor, despídase de su tía

- Ven preciosa dale un abrazo a tu tía - la rubia le extendió los brazos

- Adios tía - se abrazaron fuertemente, la niña se despidió y salió corriendo hacia su cuarto

- Estoy..impresionada, impactada - dijo la rubia

- yo estoy sin palabras Dinah, Dios es viuda, - se frotó su cara con ambas manos - su esposa e hijo fallecieron, que terrible es eso, ¿que pudo haber pasado?

- No lo sé y no pienso preguntarle más al respecto, al menos sé que está soltera, valió la pena arriesgarse

- Te pasastes cheche

- Lo siento chancho - hizo un puchero haciendo reír a la morena lo que provocó que esta le girara los ojos

- Mucha información por hoy, iré a ver a mi ratona, nos vemos luego Di

Ambas se despidieron, la morena acompañó a su amiga hasta la puerta, la rubia se dirigió a su carro que estaba aparcado justo en la entrada.
El carro arrancó y de pronto visualizó la llegada de otro, era Shawn, se estacionó y bajó

- ¿Esa era Dinah?

- Sí, Hola no?

- Perdón amor - se dieron un beso y se abrazaron entrando a casa

- Que tal la pasaron

- Súper bien, nadamos, tomamos sol, comimos hamburguesas, invitamos a Lauren

- A ¿Lauren?

- Si, ¿por que? hay algún problema

- No, no, solo que pensé que eran solo ustedes

- Bueno quise invitarla, además estaba haciendo mucho calor y no le vi nada de malo invitarla a compartir con nosotras, de paso y conoció a Dinah también

- Si, tienes razón - se empezaba a quitar la corbata subiendo las escaleras mientras la morena venía detrás

- Y a ti que tal como te fue

- Pues bien, solo que un poco cansado, además tengo un viaje que hacer y quiero que me acompañes amor - entraron a su habitación y se recostó en la cama

- Ohh, bueno, hablaremos de esto después, iré a ver a ale que está en la bañera

- De acuerdo, dale un beso de mi parte a mi princesa.

Luego de terminar de bañar a la pequeña alejandra y ponerle el pijama   ambas bajaron a la cocina encontrándose con el castaño que estaba cenando, los tres se sentaron y disfrutaron de su cena, cuando terminaron jugaron un rato en la sala de estar hasta que la niña quedó rendida en los brazos de Camila, Shawn se encargó de subir a la pequeña junto a la morena, la acomodaron en la cama y luego se  dirigieron al suyo.

- Cuéntame de ese viaje - dijo la morena mientras se acomodada en la cama

- Ok, es un magnate francés que va abrir un centro comercial y estoy convenciendole que se una a nosotros, ya le mostramos todo y le ha gustado pero antes de dar su respuesta, nos dijo que tenia que hablarlo con sus hijos y bueno, nos ha invitado a su aniversario de bodas, cumple 30 años de casados y nos espera ahí con una respuesta, me estoy jugando todo nena, tenemos que ir

- Bueno, si es así, esta bien iré - dijo un tanto desganada

- Quita esa carita amor, además solo son dos días - se sentó a su lado y colocó su brazo izquierdo en el hombro de la morena abrazandola.

- Lo siento amor, es solo que con todo lo que ha pasado no quiero dejar sola a Ale

- No estará sola amor, tiene a Jauregui que va estar con ella toooodo el día, nana llega mañana, están los de seguridad en la entrada, yo creo que todo va a estar bien

- De acuerdo.

*****

Al otro lado de la casa en una habitación se encontraba la ojiverde con una botella de whisky, tenía la camisa desabrochada hasta la mitad y en sus manos su pistola, lágrimas caían, recuerdos la inundaban, trago tras trago, lágrimas seguían, sentía que no merecía vivir.

Revisó que el arma estuviera cargada y lo estaba.

Se lo colocó en la cien y cerró los ojos con fuerzas, respiro profundo y lloró,
Movía la cabeza, no tenia las agallas para hacerlo, pero tenía que morir sentía que no merecía vivir, hizo su segundo intento y cuando presionó el gatillo, cerró los ojos fuertemente pensando que estaba muerta, y al momento de abrirlos vió todo igual, todo estaba como antes, volvió a revisar el arma y estaba todo bien, hizo un tercer intento y cuando iva a hacerlo tocaron la puerta y abrieron, entrando sin permiso.
Con una mirada preocupada, era.. Alejandra.

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Linger (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora