Todos los nombres a tu alrededor empiezan por L, pero solo te puedo amar a ti

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Cuando llegaron a la propiedad, Kara se apresuró a bajarse del auto y adentrarse en su habitación para no salir más por el resto de la noche, no podía dejar de pensar en Lena, la manera en que la sacaba de quicio era excitante, era imposible no reproducir escenarios imaginarios donde la empujaba contra la pared del ascensor mientras Lena la gritaba, la haría callar con un beso o cuando estaban en carro mientras discutían robarle un beso mientras la sentaba en su regazo, en conclusión la cercanía de la madre de su amiga la estaba volviendo loca.

Nuevamente, al día siguiente estuvo con Jess la mayor parte de la tarde, no se había cruzado con Lena en todo el día y lo prefirió así, aun cuando anoche había sido muy audaz en sus respuestas ya cuando toda la adrenalina de su cuerpo había bajado se avergonzó de al menos la mitad de las cosas que dijo, su tranquilidad no duro mucho, faltaba poco para las seis de la tarde cuando las puertas de la oficina de Lena se abrieron para revelarla tan majestuosa como siempre, a Kara se le cortó la respiración al verla, la Señora Luthor solía tener ese efecto en ella y en el fondo lo odiaba porque la dejaba vulnerable.

- Kara - La llamo con su voz profunda - Te mostraré el laboratorio donde también harás algunas tareas, por favor acompáñame - Kara solo pudo asentir porque no lograba que de su garganta brotaran palabras.

En silencio se subieron en el ascensor, el camino hacia el laboratorio parecía eterno al no dirigirse la palabra, pero en medio del camino Kara sonrió levemente recordando la pelea de ayer, hasta ahora no había descubierto mejor manera de que Lena se viera más hermosa que enojada.

- Aquí es - Rompió el silencio Lena en cuanto el ascensor marco la llegada al tercer sótano

Cuando ingresaron al laboratorio todo se encontraba en silencio, aunque estaba lleno de personas que vestían bata, cuando notaron la presencia de su jefe varios inclinaron su cabeza en modo de saludo, pero inmediatamente continuaban con sus tareas, Lena se encaminó hacia una pequeña oficina que estaba al final de todos los puestos de trabajo de los científicos donde se hallaba un hombre de mediana estatura, con cabello negro y muy concentrado en su trabajo

- Buen día Brainy - Saludo la mayor irrumpiendo con Kara en la oficina

- Señora Luthor - El científico se levantó de su asiento para saludar a su jefe - ¿En qué puedo asistirla hoy?

- Ella es Kara - Señalo a la más joven - Estará trabajando con nosotros por algún tiempo, principalmente está con Jess ayudándole con sus tareas, pero en algunos momentos la enviaré para que te ayude con el mismo trabajo de la pasante que ingresara la siguiente semana, solo es que tome notas y cosas sencillas - Continuo - No es necesario que te centres tanto en la ciencia, no es lo que ella estudia, pero en todo lo de papeleo te puede ayudar - Brainy asintió

- Kara, este es Brainy - Lo señalo - Es mi jefe de científicos, trabajarás estrechamente con el cuándo te lo indique ¿Está bien? - Cuestiono

- Si señora Luthor - Extendió la mano para saludar al hombre - Mucho gusto

- Los dejaré aquí para que se conozcan y le muestres un poco de lo que hacemos aquí - Se habló a Brainy para después centrarse en Kara - Tengo una videollamada con mi familia para la planeación de la gala anual de L-corp, por favor sube unos minutos antes de las ocho para recordarme la salida - Suspiro - Seguramente lo olvidaré nuevamente - Con eso finalizo y dejo a Kara con Brainy.

Las horas pasaron en un santiamen, aunque Lena les había dicho que no se centraran mucho en la ciencia, Brainy no pudo evitar mostrarle a Kara todos los proyectos en los que estaban trabajando, mencionado que el 90% de las ideas venían de la cabeza de la Señora Luthor con el propósito de hacer el mundo un lugar mejor, eso le calo en los huesos a Kara pensando que tal vez había sido un poco dura con la mamá de su amiga, no podía olvidar que en medio de las discusiones que habían compartido le recrimino una y otra vez su facilidad económica, le hubiera gustado buscar un momento para disculparse, pero su orgullo no se lo permitía. Cuando se fijó en la hora ya eran pasadas las ocho de la noche, seguramente recibiría una nueva reprimenda por parte de Lena, suspiro de solo pensarlo y rápidamente se despidió de los científicos que aún quedaban en el laboratorio y se apresuró al último piso del edificio.