Todos los nombres a tu alrededor empiezan por L, pero solo te puedo amar a ti

Entrecortado

Lena puso sus manos sobre el pecho de Kara y con fuerza la empujo para alejarse de ella, al mirarla fijamente vio como la más joven respiraba con dificultad, sin premeditarlo Kara nuevamente se abalanzó hacia Lena y la atrapo entre sus brazos para devorar su boca en un beso necesitado, Kara dejaba en ese beso toda la rabia y frustración que sentía en ese momento, besaba a Lena con furia a quien su cuerpo la traicionaba devolviendo el beso intentando seguir el ritmo de la menor, aunque su mente le gritaba que no, ella no tenía control sobre su deseo.

En un momento de lucidez, Lena aparto nuevamente a Kara con fuerza y antes de pensarlo bien le asesto una cachetada que resonó en toda la casa vacía - ¡No te vuelvas a acercar a mí! - Le grito, aunque con la voz entrecortada intentando recobrar el aliento, Kara la observaba perpleja sus ojos se dividían entre ira y deseo, no estaba segura cuál iba a ganar, furiosa tomo a Lena del brazo y la atrajo hacia ella - Deja de mentirte Lena - Acerco su rostro para rozar sus labios al hablarle a la morena quien no podía apartar la mirada de la menor - Desde que me viste por primera vez has querido meterme bajo mis sabanas - Lena furiosa por las palabras que escuchaba, pero aún más porque sabía que eran verdad intento nuevamente golpear a la rubia, pero esta lo impidió deteniendo su brazo en el momento justo.

- Quieres seguir mintiéndote - Le dijo Kara aun sosteniendo el brazo que intentaba pegarle - Miéntete todo lo que quieras Lena, pero yo sé lo que sentí cada vez que te bese - Le soltó el brazo empujándola con suavidad poniendo un poco de distancia entre ellas - Haz lo que quieras Lena, no eres la única mujer que quiere estar debajo de mí, seguramente si llamo a Lucy no tardaría en estar para mí - Con esto finalizo y se dio la vuelta para encaminarse hacia su habitación.

Al llegar, aún agitada por los recientes acontecimientos, empezó lentamente a quitarse el saco de su traje, el chaleco y cuando estaba a punto de deshacer el nudo de su corbata escucho un suave golpe en la puerta, suspiro frustrada, no quería continuar con esta discusión.

- ¿Qué quiere Señora Luthor? - Abrió la puerta y se encontró a Lena sonrojada, con algunos cabellos sueltos de su perfecto moño, y su pecho subía y bajaba mostrando su agitación. Kara no podía negar que se veía hermosa.

- Kara - Le dijo Lena en un susurro - No quiero a ninguna otra mujer cerca de ti - Inmediatamente término de hablar se abalanzó hacia la más joven en un beso feroz.

Kara no puede negar que la tomo por sorpresa el comportamiento de la madre de su amiga, tanto que casi tropieza al sentir el peso de Lena contra su cuerpo, sin embargo, se recompuso rápidamente y la tomo de la cintura para acercarla más, era el beso más apasionado que habían compartido, se separaban por breves segundos para recuperar el aliento y nuevamente se sumergían en la pasión que sentían.

Fue Lena quien pidió permiso para profundizar el beso, Kara sin dudarlo lo concedió separando sus labios para recibir la lengua de Lena que se movía con avidez, como si de una guerra se tratara sus movimientos no cesaban y sus respiraciones empezaron a entrecortarse, pequeños gemidos emite la garganta de Lena mientras Kara la atraía hacia si como si quisiera fundirse en su calor.

Lena separó de los labios carnosos de la rubia para desatar el nudo de la corbata que aún colgaba en Kara, mientras lo hacía la más joven empezó a depositar besos en la mandíbula de la morena, bajando lentamente por la extensión de su cuello - Sin marcas - Susurro Lena deteniendo por un momento sus ansiosas manos que ya estaba desabotonando la camisa de la amiga de su hija - Seré cuidadosa - Respondió Kara y continuo con su tarea, extasiada porque cada beso sacaba suaves gemidos de la mayor.

Cuando el torso de Kara quedo cubierto solo con un sujetador deportivo negro, la mayor se relamió los labios por la vista que tenía frente a ella, ya la había visto una vez la primera vez que se conocieron, pero en ese momento había que tenido que apartar su vista rápidamente, ahora tenía todo el tiempo para observar el cuerpo esculpido por los dioses de Kara, su abdomen levemente marcado y más abajo el camino al paraíso.