Si bien Sakura ha comprobado que Umemiya tiene razón al decir que las peleas son una forma de conversación, colaborar con alguien más durante una de ellas también tiene sus efectos.
Tras el enfrentamiento contra Noroshi, se ha vuelto hiperconscient...
Esta historia se desarrolla posterior a la pelea contra Noroshi, de modo que, si no se ha leído el manga, es probable que la lectura sea confusa. Considera esto antes de comenzar.
Como dato adicional, dependiendo de la fuente, las orquídeas rosas pueden significar, entre otras cosas:
Belleza
Declaración de amor
Una invitación a los placeres del amor y la seducción
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Capítulo único
Para nadie es un secreto que Sakura está cambiando. Cambiando para bien.
Él mismo lo nota cada nuevo día, cuando se encuentra con Suo y Nirei de camino a la escuela y llamarlos por sus nombres se siente natural. También en las interacciones con los demás o la cercanía de Tsubaki; aunque sigue siendo inevitable que la sangre se acumule en sus mejillas. Al menos ahora, Sakura sabe cómo responder.
Sus aspiraciones son las mismas, pero el camino para llegar a ellas ha sufrido alteraciones. De alguna manera, cree estar madurando junto a sus amigos; lo que sea que eso signifique. Continúa con su papel como líder de la clase, nunca se pierde el turno cuando le corresponde salir a patrullar, y hace semanas que no inicia una pelea de la nada.
Justo ahí es donde está el problema...
A pesar de que todos los cambios en su vida tienden a ser positivos, el último le inquieta, porque está directamente relacionado con una persona.
—He oído que por eso Umemiya no quería sembrar calabazas el año anterior, ¿cierto, Sugishita? —Suo gira la cabeza hacia la izquierda, en dirección a una mesa que se encuentra atrás, pero está vacía—. Oh, qué raro. Pensé que estaba ahí.
—Debe haberse ido a la azotea —razona Nirei. A ninguno le sorprende, su compañero suele preferir pasar desapercibido para el resto y ocuparse de apoyar en el huerto—. Oigan, ¿quieren ir a tomar algo?
La conversación prosigue entre sus amigos, le parece escuchar que Tsugeura es el primero en responder afirmativamente a la invitación. Hay una mezcla de varios sonidos producidos por otros compañeros que se encuentran todavía dentro del aula. Sin embargo, Sakura está desconectado de lo que lo rodea ahora mismo. Y, de nuevo, ahí es donde está el problema.
Esta mañana, Sugishita llegó a la escuela diez minutos después de las ocho. Tarde, en comparación con los días anteriores. También ha notado que le cuesta quedarse dormido sobre la mesa como de costumbre, que evita más que antes a los demás —o solo cuando él está presente, no lo sabe a ciencia cierta— y que no ha ido a la cafetería, aunque Umemiya lo haga con frecuencia.
Sakura se ha vuelto hiperconsciente de la presencia de Sugishita en cualquier parte, así como de su ausencia. Claro que se dio cuenta del momento en el que se escurrió por el perímetro del salón, hace veinte minutos. Del mismo modo en que se dio cuenta de que jamás volteó a mirarlo.
