Toxic -Control Z

09- Lost the bet

-Gracias por dejarme lavar mi vestido, Raulito.- miró cómo el mencionado metia su ropa a la lavadora y cerraba la puertita de esta misma.-

-De nada, preciosa.- se levantó y se recargó viéndola.- ¿Ahora qué?-

-Pues esperamos a que salga mi vestido.- ahora ella se recargó en la pared mirándolo.-

-¿Y tu hermano?- la jaló de la mano pegándolo a él.- Quédate a dormir, ¿no quieres?-

-No sé, estamos castigados y ahorita vinimos a escondidas. Puedo rogarle a Lucas para que me cubra pero no lo creo. Ya sabes cómo es.- hizo una mueca y puso sus manos en sus hombros. Lo separó un poco y le envió un mensaje a su hermano.-

Luuu 🤍

Hermanito preferido talentoso el mejorrrrr futbolista de todos, me dejas quedarme a dormir?

Vanessa
Estamos castigados, si no te ve mi papá en la mañana me mata y lo sabes. Además Raúl no me da tanta confianza

Andaleeeee, nunca ando con ningún niño, déjame estar con Raúl poquito :(

Mañana te recojo a las 7 de la mañana y donde no salgas, te desgreño

Te quiero tantoooooo
seen

-Me dijo que sí.- sonrió mientras apagaba el teléfono y lo dejaba encima de la lavadora.- ¿No te molesta que me quede?-

-Yo te dije que te quedaras, no hay problema. Me encanta que estés sola conmigo.- sonrió cerca de su rostro y ella sintió su aliento a alcohol.-

-Hueles a un 90% alcohol.- susurró encima de sus labios la rubia mientras lo tomaba de el cuello.-

-¿Y el 10% que sobra?-

-A las ganas que te tengo.- rió un poco sin separarse de el un poco ansiosa por la cercanía de ambos, y al no ver que el hiciera nada decidió hablar.- Ya besame, León.- sin esperar respuesta el hizo lo que ella pidió.-

Sus manos viajaban por toda su cintura y sin permiso las pasó por debajo de la sudadera sintiendo su piel cálida y ella sus manos frías. Jamás se habían besado pero por lo perfecto que se sentía el beso parecía que lo hacían todo el tiempo.Vanessa pasaba los dedos de una de sus manos por su cabello y jalaba un poco de este sin separarse de él. Raúl la cargó y ella lo sujetó con sus piernas, sus manos bajaron a su cadera para poderla cargar mejor.

-Agarrame bien.- murmuró en sus labios tratando de no separarse y con su mano derecha bajando la de el a una de sus nalgas, el con su permiso bajó las dos y empezó a apretarlas un poco sin dejar de cargarla.-

-No sabes como me encantas, Vane. Te lo juro.- dijo entre besos sin soltarla y sin alejarse de ella.-

-Cállate.- sonrió entre el beso y jaló un poco la parte de atrás de su cabello.-

-No mames.- separó sus labios y la subió a la lavadora con cuidado.- Se fue la luz.-

-¿Y sabes dónde está la pastilla?- agarró su teléfono y encendió la linterna igual que Raúl.-

-Puta madre.- se rascó la cabeza y suspiró.- A ver ven. Aguas, nada más.- ella lo tomó de el brazo y lo siguió.- Aquí está, es este.- abrió la caja que estaba pegada a la pared y movió los interruptores.- No jala, ¿verdad?-

-Nop, parece que no.- alumbró con su teléfono la pastilla y efectivamente, estaba en On y aún así no había luz.- ¿No hay otra?-

-Sí, pero está abajo. ¿Quieres que vaya?- ella asintió.- No tardo, te lo juro. Ya vengo.- besó sus labios fugazmente y se fue dejándola en lo oscuro.-

-París Hilton tiene nueva línea de sartenes, dios mío. Los quiero todos.- susurró con emoción viendo la publicación en su teléfono, seguia scrolleando Instagram hasta que escuchó algo caerse.- ¿Raulito, eres tú?- musitó con algo de miedo mirando y alumbrando a todos lados.- No me vayas a asustar, porque me enojo contigo. No me gusta que me asusten.- al girarse vio una silueta grande y pudo sentir como tapaban su boca y se desmayaba cayendo en los brazos de quien sea que fuera.-

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-Fuck, ¿qué pasó?- trató de tocar su cabeza pero las manos amarradas no se lo permitían.-

-Hasta que despiertas, princesa.- alguien con máscara habló enfrente de ella.-Veo que si te llegó mi regalo. Te luce perfecto.-

-¿Por qué no te quitas eso? No te puedo tomar en serio con esa máscara.- sonrió un poco y miró a todos lados.-

-Porque una mirada dice más que mil palabras. No quiero que me veas los ojos, Vanessa.- acarició su rostro con su mano aunque tenía un guante.-

-¿Para qué haces todo esto?- murmuró quitando su rostro con fuerza de su mano.-

-Nosotros podríamos estar bien juntos, ¿no crees?- se acercó y ella solo lo miró sin decir nada.-

-¿Donde está mi pulsera?- preguntó alterada viendo como en su muñeca izquierda faltaba su pulsera dorada, una muy especial.- Dámela. Te aseguro que vale más que toda tu casa entera.-

-¿Cual? ¿la de tu novio?-

-No hables de él. Tu no sabes nada. Dámela y ya déjame.-

-Únete a mi. Nos veremos muy bien juntos.-

-Se me hace más interesante saber quien eres. Últimamente mi vida es aburrida.- sonrió y siguió forcejeando con la cuerda que detenía sus manos.-

-Que lastima. Buenas noches, princesa.- se acercó a ella con el trapo mojado de nuevo poniéndoselo en la boca y nariz sin permitirle hacer nada al respecto.-

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El timbre de la casa de los Martínez sonó y un rubio muy adormilado salió a la puerta a ver quien tocaba a plenas 5 de la mañana.

-¡Vanessa!- susurró un grito al verla en el suelo inconsciente.- Puta madre.-

-¿Quien era, Lucas?- su padre gritó desde las escaleras con un tono de voz adormilado.-

-Nadie, pá. Seguro fue un niño bromeando.- contestó de vuelta y subió a su hermana por las escaleras con mucho cuidado a su habitación para acostarla en su cama de nuevo y atenderla.-