Toxic -Control Z

02- Break

Sofía se encontraba en el techo escuchando música, siempre solía estar ahí. Su paz se vio interrumpida por el chico nuevo entrando en pánico al verla.

-¡Sofia! ¿qué haces? ¿qué haces ahí?-se quitó los audífonos y lo miró burlona- A ver quédate ahí, no te muevas. No mames, ¿cómo se te ocurre?- se empezó a arrastrar por el vidrio- lo que estás haciendo es una pendejada. No, no te rías porque esto no está bien.
Tú quédate ahí y no te vayas a mover.- Cada vez se acercaba más a la castaña.-

-O sea, ¿qué creés que voy a hacer?-

-Escúchame, voy a llegar ahí y me das la mano.- se sentó mirándolo sin dejar de sonreír con burla.- Si tienes que hablar, yo te puedo escuchar. Esto no es necesario.-

- A ver. No pasa nada. De verdad. Siéntate.- Javier estaba demasiado asustado pero aún así lo hizo.- O sea, wey, ¿tú crees que, si esto fuera peligroso, yo estaría aquí?-

-Me acuesto, ¿okey?-

-Okey.- Se acostó a su lado con mucha cautela.-

-¿Y qué haces aquí?-

-Observo.-

-Sí, pero ¿qué ves?- los dos se acostaron con la mirada hacia abajo.-

-Observar y ver no son la misma cosa, para empezar. Tu ves a la gente allá abajo, ¿no?- Javier respondió un corto "Sí".- Bueno, ahorita va a salir Raúl y se va a sentar a esa banca que está en medio del patio. En cuanto llegue a la banca, le va a dar dinero a Ernesto y Darío, que son, la verdad, unas rémoras.Y se va a ir a sentar con Gerry. No se lleva con ellos pero se sienta ahí por la amistad que se podría decir que tienen en común.-

-Oigan, wey, no sean ojetes, ¿Me compran unas papas?-

-No tengo varo.-

-Yo tengo, cabrones. Toma.-

-¡Órale! ¿Cuáles?-

-Las que quieran.-

-¿Ves?- Javier se quedó en silencio poniendo atención a todo.- Y por acá va a entrar Natalia, justo. Ahora. En realidad a Natalia le cagan todos. Pero se sienta con ellos por que el estar con ellos les da estatus, más con los Martínez.-

-¿Vamos a comer?-

-Voy a estar con ellos.-

-María es su hermana, y María.... María y Natalia, en realidad, no se parecen mucho.-

-Y esos son Pablo e Isabela, los enamorados. Siempre pasan 15 minutos en el clóset de servicio. Y ahorita van a pasar los Martínez, ellos son los más populares. Son hermanos, los más codiciados. Tienen dinero de sobra y se aprovechan de eso para hacer lo que les place. Te metes con ellos y sales perdiendo sea como sea. -da un suspiro y sigue explicando.- Se mudaron aquí a inicio de ciclo, al instante se hicieron reconocidos, se supone que vinieron por el trabajo de su papá, es abogado y de los mejores. Su mamá, cirujana plástica, de las mejores. Así que ya te imaginarás el dinero y el poder que tienen.-

-Susana me tiene harta, voy a hacer que corran a la desgraciada esa.-

-Ni que lo digas. Me quiso reprobar el examen. Pero obvio no pudo, ya sabes...- rió la rubia y se sentó al lado de su amigo León y su hermano de el otro lado.-

-Vanessa parece una hija de perra, y a veces lo es, pero lo sabe disimular. Lucas, es más tranquilo, y solo se interesa por el fútbol. Son amigos de toda esa bolita.- señaló a todos los mencionados anteriormente.- Estar con ellos te da el mayor estatus que puedas necesitar. Aunque son de lo más hipócrita que existe.- levantó los hombros y sonrió orgullosa de todas sus observaciones ya mencionadas.-

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-Y pues así, la neta que hueva.- Vane hizo una mueca luego de contar su pelea con una amiga suya a Isa.- Mira, ahí viene Rosita.-

-Hola.- se sentó arriba de Gerry y comenzó a besarlo.-

-Gerardo, no mames.- la rubia suspira y tapa sus ojos mirando a otro lado.-

-Si te vas a fajar a esta gata mínimo vayanse a la bodeguita, ¿no?- Natalia se quejó sin dejar de verlos.-

-Natalia, no mames, wey.- tocó el hombro de Raúl para detenerlo y que no se metiera en la tonta pelea, el solo suspiró y siguió comiendo de sus papas.-

-Rosita no es personal, pero es que si te sientas aquí todos van a pensar que también lo pueden hacer.-

-Que hueva.- La de pelo rosa se levantó y tiró la bolsa de Natalia al pasar, ella muy molesta la junto y le gritoneó.-

-Nat, ya. Neta, cero humor para que andes gritando y peleando, baby.-

-Es que, Vane, dime si no tengo razón. O sea, ¿esa gata que se cree?- ella solo rodó los ojos y se levantó con Raúl siguiéndola.-

-Gracias por ser mi guardaespaldas, pero creo que estoy segura dentro de la escuela, León.-

-No me gusta dejarte sola. ¿Y si se te acerca un pendejo?-

-Ya lo tengo atrás mío.- rió y el chico se puso al lado suyo.-

-Disculpa pero seré todo menos un pendejo que babea por ti ciegamente como lo son todos los de el Nacional.-

-Al único chico al que no le gusto, es a mi hermano.-tocó su nariz con su dedo y le sonrió.- Sé que te mueres por un beso mío, Raúl. Pero esos nadie se los gana.- arrugó su nariz y siguió caminando.-

-Algún día tú serás la que me ruegue por el beso, ya verás.-

-Ni en tus sueños, León.-

-¿Es una apuesta, Martínez?-

-Es una apuesta.- cruzaron sus manos dando un apretón y sonriendo gustosa lo jalo hacia ella muy cerca suyo.- ¿Cuánto tiempo para verte perder?-

-Dame un mes.-

-Hecho, un mes.- susurró en sus labios y con una sonrisa coqueta entró al baño de mujeres perdiendo al de ojos verdes en la entrada.-

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