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Para Max el encierro por la cuarentena no significaba mucho, él ya estaba acostumbrado a no salir de su casa, pero lo que si le molestaba era todo el pánico que se creó en la ciudad.

Cuando dieron el toque de queda el esperó unos días para reabastecer su despensa, mala idea.

—¿Puedes creer que no hay nada en el supermercado?

Max echaba pestes por todo, y Lando como su buen amigo tenía que soportarlo.

—Te lo dije —Hablo Lando a través del teléfono —Debiste hacer tus comprás antes.

—Pero es una mierda, no hay nada, ni siquiera hay papel higiénico.

—Fue lo primero que se gastó, por suerte pude comprar bastante papel.

—¿Qué sentido tiene comprar montones de papel?.

—La gente es muy extraña Max, actúan sin pensar.

—Si se ponen así por una pandemia no me quiero imaginar cuando empiece el apocalipsis.

—Ya, ve el lado bueno...

—¿Cuál es el lado bueno de toda esta mierda?.

—No tenemos clases.

Siguieron hablando por teléfono alrededor de una hora más, la conversación se baso en Max refunfuñando por todo lo que pasaba y Norris escuchándolo mientras trataba de apaciguar las cosas que pensaba Verstappen.

Siguieron hablando por teléfono alrededor de una hora más, la conversación se baso en Max refunfuñando por todo lo que pasaba y Norris escuchándolo mientras trataba de apaciguar las cosas que pensaba Verstappen

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Encerrados / F1 -Multiship-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora