-Kiki por el amor de Dios, Juanjo está en esa habitación... por favor- jadeo justo antes de sentir sus labios sobre los míos.
-Mi hermanito no lo notará, como siempre- sí, tal y cómo lo parece: Chiara es la hermana de mi novio.
Yo realmente amaba a Juanjo, pero eso fue antes de conocerla a ella, un buen día mi novio me recomendó ir con ella a Granada, ya que ambas teníamos asuntos personales que resolver allí, terminamos en Hanalei y nos embriagamos a tal nivel que casi no podíamos llegar al hotel, pero cuando llegamos fue peor, yo sabía que ella era lesbiana, y de vez en cuando me dejaba en claro que "ella tenía tan buenos gustos como su hermano" pero ese día realmente nos descontrolarnos y podría jurar que lo hicimos en cada pedazo de aquella habitación, por Dios bendito incluso una madrugada en la Calahonda, mirando el mar revuelto me hizo llegar y maldita sea, pensar que miles de personas pasaban inocentemente por ahí sin siquiera sospechar me ponía a mil. Desde luego prometimos que lo que pasara en Motril allí se quedaría y vaya que siguieron pasando cosas ahí mientras nos quedamos, esa noche fue el inicio, luego sobrias seguimos en lo nuestro y finalmente en Menorca seguimos igual. Así estamos ahora.
-Es mejor no arriesgarnos tanto- murmuro en cuanto ella baja sus besos hasta mi cuello.
-No lo hacemos, la puerta está con seguro- afirma ella mientras recorre con la punta de su lengua todo mi cuello y yo arqueo mi espalda- Dios... No sé cómo mi hermano te deja salir de la cama siquiera.
-Va a llamar en cualquier momento y me voy a tener que ir al restaurante súper cachonda y con el tanga mojado y eso es lo que no quiero- ella se ríe y eso me molesta- como me dejes caliente voy a tener que retener a Juanjo treinta minutos y hacer a ti y a tus padres esperar por nosotros.
Al instante me toma de los muslos y me sienta en el lavamanos del baño, porque ahí nos encontrábamos "alistándonos". Por supuesto yo solo mentía, desde el viaje a Granada ni siquiera teníamos relaciones sexuales.
-¿Ah sí?- acaricia mis muslos subiendo mi vestido, ella también sabe que estoy bromeando- Será rápido Vivi, es solo que no pude resistirme verte metida en ese hermoso vestido, necesito tenerte aquí y ahora- sus palabras hicieron que abriera mis piernas para que ella pudiera pegarse más a mí y de paso deshacerse de mi tanga que tiró en el suelo y comenzar a subir mi vestido para luego admirar mis muslos y subiendo su ardiente mirada por todo mi cuerpo comenzó a besarme una vez más mientras deslizaba mis tirantes por mis hombros dejando mis pechos descubiertos, el modelo del vestido no solo me permitía andar sin sujetador sino que también lo sujetaba bajo mis pechos haciendo que no cayera. Comenzó a devorarlos con devoción dejando labial carmesí por su paso y eso me excitaba demasiado, además del moroso hecho de imaginar, aunque es imposible, que Juanjo podía entrar y encontrarme gimiendo en brazos de una mujer, más concretamente su hermana menor.
-Ay Dios Chiara- murmuré en un pequeño gemido- Esa maldita lengua.
-Me quieres de rodillas ¿No es cierto Vivi?- asentí desesperada- Quiero palabras honey.
-Te quiero de rodillas para mí Oliver y quiero que me hagas llegar tan fuerte que salga tambaleándome de aquí- no existía ya vergüenza entre nosotras, luego de haberle pedido entre gemidos tantas cosas, había muerto el miedo.
-No me tendrás de rodillas, quiero hacerlo más emocionante- no entendía lo que decía hasta que me ayudó a bajar de donde estaba y tras señalarme la pared en la que debía estar apoyada mi espalda se arrodilló- Pon tus muslos en mis hombros, rápido Hódar.
Obedecí y una vez allí ella se puso en pie completamente conmigo encima. Me sorprendió la idea, más no su fuerza, la he visto cargar pesas casi más grandes que yo. Tenía miedo, no voy a mentirles pero estaba jodidamente excitada, esa posición hacía que ella necesariamente presionara su cabeza contra mí para recargar mi peso en la pared y no caer. Comenzó a lamer casi con furia, moviendo su lengua sin piedad y yo solo me retorcía mientras tapaba mi boca con la mano mientras con la otra agarraba su cabello ondeado.
-Vio... ¿Tardan mucho?- la voz de mi novio me sobresaltó, y mi amante lejos de detenerse estaba de lo más entretenida, sentí una sonrisa formarse para luego introducir dos de sus dedos mientras su lengua serpenteaba en mi centro.
-Chiara por Dios... - suplico susurrando como puedo pero como veo que no me hace caso trato con todas mis fuerzas de hablar- Amor... solo un momento... ya estoy terminando.
Aquello iba con segundas, estaba tan cerca del orgasmo que incluso podría haberle gritado a mi novio pero por alguna fuerza divina me contuve. Chiara bombeó con sus dedos sin cesar y yo tirando de su pelo más fuerte logré tragarme el gemido mientras ella succionaba mis jugos con fuerza e incluso luego del orgasmo movió sus dedos dentro de mí para hacerme estremecer por más tiempo.
-Ay Dios... Ha sido increíble- susurro apenas pongo mis pies en el suelo y me trato de arreglar el cabello, mis piernas tiemblan por la fuerza en la que me hizo llegar.
-We need otro viaje, la semana que viene voy a inventar alguna excusa y tú y yo vamos a regresar a Granada- me muerdo los labios solo de pensar que podríamos estar a noventa millas de cualquier conocido dándonos amor en una isla llena de perjuicios pero, de algún modo, es el único lugar donde podemos dejar de ser cuñadas y comenzar a ser nosotras mismas.
Elimino todo resto de labial corrido en mi y Chiara también. Volvemos a aplicarnos labial y listo, no hay ni señales de que tuvimos sexo en aquel baño.
-En cuanto a esto- me muestra mi tanga- no las llevarás así que cuida bien donde pisas con esos tocones- frunzo el ceño.
-Tienes que estar bromeando- murmuro antes de abrir la puerta.
-Créeme que no lo estoy, me las quedo- miro a Juanjo, sonriente sentado en la cama y veo a Chiara que aún me devora con la mirada, como si fuera a meterme mano bajo la mesa del restaurante.
Oh no, está pensando justo en eso puedo apostarlo.
Dios... Soy yo de nuevo.
