Capítulo 2

108 24 0
                                    


~ Alana Cubarsí

Mínimo 10 votos para una siguiente actualización

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mínimo 10 votos para una siguiente actualización.

Llegué hace una semana a Barcelona, mi hermano me acompañó a conocerla, en todos los sentidos, era hermosa, pero no se acercaba a la belleza de Málaga, aún así, estaba feliz de poder comenzar una nueva vida ahí, junto a Pau, también, fui a la agencia de modelos y firmé algunos papeles para que yo les dé el consentimiento de empezar a trabajar, todo salió muy bien, no podía pedir más.

Y hoy sería el día en el que acompañaría a mi hermano a su entrenamiento, dijo que era para poder presentarme a sus amigos y conocerlos, ya que por ahora no conocía a nadie, solo a nuestra chófer, así que no pude negarme y accedí ir con él, no me importaba, pero lo único que me molestaba era levantarme tan temprano, me costaba un vida entera, podría quedarme en la cama siempre, pero esta vez no se pudo así que me levanté para cambiarme.

Me vestí y bajé las escaleras, llegué a la cocina y decidí prepararme una café para que me de fuerzas, las necesitaba. Empecé a beberlo y cuándo me giré me di cuenta de que Pau estaba en el sofá con teléfono, no me interesó mucho, terminé de beber, lo pusé en el lavavajillas y me acerqué a él, le toqué del hombro y se levantó, salimos por la puerta y nos montamos en el coche,

— Oye, el entreno dura dos horas. — mis ojos se abrieron como platos, eso era mucho tiempo. — Se qué es mucho, pero es que en unos días tendremos partido, por lo que tendremos que practicar más.

— ¿Y yo qué haré durante todo ese tiempo sola? — pregunté, algo indignada. — Deberías de habermelo avisado antes.

— Déjame terminar. — me revolvió el pelo. — No vas a estar sola, la hermana de un compañero mío también vendrá, te caerá bien, ya verás cómo os haceís buenas amigas.

— Eso espero, porque no pienso quedarme en las gradas viéndote entrenar aburrida, ten eso claro. — fruncí el ceño y me pusé el cinturón, él hizo lo mismo y empezó a conducir.

Agarré mi teléfono que lo tenía en el bolsillo y lo conecté con la radio del coche, pusé algo de música, Taylor Swift, era fan suya desde que tenía razón, y me tranquilizaba los días que estuviera nerviosa o estresada, sin darme cuenta, ya estaba cantando y mi hermano solo puso una mala cara mientras rodaba sus ojos, yo solté una risa. Pau aparcó el coche en el estacionamiento y ambos salimos, nos dirigimos dentro del Camp Nou y él señaló unas gradas para que me sentará al lado de una chica castaña y de pelo rizado.

— Nos vemos luego, cuídate. — me levantó el dedo. — Después te presentaré a mis amigos, adiós enana. — hice un puchero ante este apodo pero instantáneamente le abracé, y el lo correspondió.

— Suerte, tete. — nos separamos, él se fue hacia el campo y yo hacia las gradas.

                                          .

𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 | Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora